Tepezcohuite para la regeneración de la piel y el tejido óseo
Por Carmen Báez
México, DF. 18 de junio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Investigadores de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) trabajan en la elaboración de nuevos materiales compuestos para la regeneración de piel y huesos, a través del uso del tepezcohuite (Mimosa tenuiflora).
La doctora en Ciencia de Materiales y colaboradora del proyecto, Imelda Olivas Armendáriz, explicó que la idea de trabajar con esta especie originaria del sur de México es aprovechar sus beneficios, a fin de obtener un nuevo tratamiento para pérdidas óseas, heridas y quemaduras.
Se trata de un proyecto multidisciplinario que inició en 2011 e involucra la participación de los institutos de Ingeniería y Tecnología; Arquitectura, Diseño y Arte; y Ciencias Biomédicas de esa casa de estudios, la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), el Centro Mesoamericano de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) y el Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav), que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
En entrevista, la también miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con el nivel I habló sobre este desarrollo y sus principales características.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿En qué consiste el proyecto?
Imelda Olivas Armendáriz (IOA): Consiste en la elaboración de soportes y películas para la regeneración de hueso y piel. La medicina tradicional ve a la Mimosa tenuiflora como una planta útil para la regeneración dérmica, por lo que pretendemos aprovechar sus virtudes y multiplicarlas con el uso de materiales antibacteriales y biodegradables.
AIC: ¿Qué motivó el desarrollo de esta investigación?
IOA: Por un lado, sabíamos que el tepezcohuite se utiliza en la medicina tradicional para la sanación de heridas y quemaduras; nos intrigaba saber cuál podría ser el efecto de la planta en lesiones de tejido óseo.
Cuando iniciamos nuestras investigaciones emergieron otras interrogantes: si realmente la planta era benéfica o no; aunque se usa comúnmente, no encontrábamos estudios científicos que nos indicaran con certeza cuáles eran sus bondades o perjuicios. Consideramos importante evaluar científicamente su efectividad.
AIC: ¿Por qué la Mimosa tenuiflora es idónea para la medicina regenerativa?
IOA: Es una planta endémica ubicada en los valles de Oaxaca y Chiapas. Tradicionalmente se ha utilizado para la curación de heridas y quemaduras.
En nuestro caso, utilizamos la Mimosa tenuiflora porque contiene metabolitos que promueven la proliferación celular y por ende una rápida cicatrización. Además, su efecto antibacterial protege la herida contra infecciones.
AIC: ¿Qué procesos utilizaron para el desarrollo?
IOA: Utilizamos dos procesos:
1) Para la regeneración de hueso requerimos de un material con las características de porosidad de este; las células que formarán el tejido deberán ser capaces de moverse dentro de él para proliferar, alimentarse y formar el hueso.
Con esta finalidad utilizamos la separación de fases térmicamente inducida: congelamos el material cuando ha sido sintetizado. Posteriormente, hacemos que el solvente salga de él por medio de sublimación (cambio de fase de sólido a gaseoso) y de esta forma se formen los poros que buscamos.
2) En el proceso de fabricación de películas realizamos un vaciado de la solución para luego evaporar el solvente. Se busca que sirva como una cobertura de herida que ayude a regenerar la piel.
Se han desarrollado pruebas físico-químicas, así como biológicas, proteómicas y génicas.
AIC: Hasta el momento, ¿cuáles han sido los resultados de la investigación?
IOA: Iniciamos con pruebas de los materiales en soluciones fisiológicas simuladas. Cuando los materiales acreditaron esa fase, realizamos experimentos in vitrocon células de piel y de hueso. Actualmente, estamos en la etapa experimental en modelos animales y probamos su utilidad.
Los resultados que hemos obtenido son prometedores. Tenemos una gran confianza en los experimentos que hemos desarrollado.
AIC: ¿Se trataría del primer biomaterial elaborado a partir de esta especie y con estas características?
IOA: Efectivamente. Aunque existen numerosos biomateriales para el tratamiento de hueso y piel que se encuentran en investigación, ninguno utiliza las bondades de la Mimosa tenuiflora como parte de su material compuesto.
AIC: ¿Cómo describe la importancia de este proyecto?
IOA: Hay varios métodos para tratar las fracturas. Uno de los ellos es el aloinjerto, el cual implica el uso de un injerto procedente de un donante de la misma especie, pero no del mismo individuo. La otra técnica es el autoinjerto, un injerto del mismo paciente. A menudo no es suficiente si la pérdida de masa del órgano es excesiva.
En nuestro caso, trabajamos con materiales que cumplirán con una función dual: por un lado, serán un soporte para que la persona pueda desarrollar sus actividades durante el proceso de sanación. Además, son soportes biodegradables, es decir, una vez que cumplieron su función no deberán ser retirados en una cirugía posterior y serán naturalmente absorbidos por el cuerpo.
AIC: ¿El biomaterial podrá tener otra posible aplicación?
IOA: Las prótesis actuales tienen un promedio de vida de 10 a 15 años; al dejar de cumplir su función deben ser sustituidas.
Por ejemplo, imaginemos que a una persona de 55 años se le coloca una de las prótesis que existen actualmente (hechas de titanio o cromo, cobalto o molibdeno). A esa edad es una persona sana. No obstante, a los 65 años esta persona fue diagnosticada con alta presión. Es muy probable que en esa misma época requiera una revisión de la prótesis, lo que implicaría una nueva cirugía pero con un elevado riesgo quirúrgico. Esto se puede evitar si utilizamos soportes biodegradables como los que proponemos.
Consideramos que la principal aplicación de las películas que desarrollamos será para el tratamiento de úlceras venosas en piernas. Por ello, contar con un método para ambos casos nos resulta muy valioso.
Además, contribuye a la resolución de las dificultades que hay en la actualidad, que son los problemas de cicatrización en pacientes con úlceras y diabetes, así como lesiones accidentales de hueso.
AIC: ¿Los resultados de este proyecto cuentan con algún registro de patente?
IOA: Nos encontramos en ese proceso, ya que nuestra institución ve amplias posibilidades de aportar información al campo de la investigación científica. Además, recuperamos el valor de la medicina tradicional mexicana por medio de colaboraciones interinstitucionales.
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