Dispositivo para mejorar programación de implantes cocleares
Por Ameyalli Villafán
México, DF. 3 de julio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Con el objetivo de ayudar a niños que padecen hipoacusia (déficit en capacidad auditiva), los maestros Juan Manuel Cornejo Cruz y María del Pilar Granados Trejo, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Iztapalapa, desarrollaron un dispositivo para ayudar en la programación de implantes cocleares con el fin de brindar una mejor experiencia auditiva a los pacientes neonatos y de corta edad.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el maestro Cornejo Cruz explicó el surgimiento de esta idea, el proceso de investigación que dio origen a la nueva tecnología y las pruebas realizadas en su laboratorio para medir la eficiencia del dispositivo, así como el reto actual al que se enfrenta.
¿Qué es un implante coclear?
De acuerdo con información proporcionada por la Coordinación General de Vinculación y Desarrollo Institucional de la UAM, un implante coclear es un dispositivo transductor de sonidos en energía eléctrica que permite a la persona tener sensaciones auditivas. Este actúa sobre el nervio estatoacústico, que es el encargado de transmitir los impulsos auditivos al cerebro.
“El implante se coloca en el cráneo del paciente a través de una cirugía y posteriormente se activa (...) El médico especialista, mediante una guía que le otorga el fabricante del implante coclear, determina el nivel de estimulación eléctrica para lograr que el paciente perciba sensaciones auditivas”, explicó el entrevistado.
Sin embargo, esta tarea se vuelve complicada cuando se trata de ayudar a niños de corta edad con problemas auditivos, ya que muchos de ellos no tienen experiencias previas que les indiquen qué es el sonido, y carecen de elementos de comunicación para informar cuando tienen una sensación auditiva.
“¿Cómo le hace el médico? Aun cuando los implantes cocleares brindan estrategias predeterminadas para programar la estimulación eléctrica y existen médicos expertos que llevan a cabo métodos de programación subjetivos observando la conducta del paciente, el éxito para encontrar un nivel de estimulación eléctrica adecuado es muy relativo”, comentó.
Dispositivo RCE: la respuesta
El proyecto desarrollado en el Laboratorio de Audiología del área de Ingeniería Biomédica de la UAM Iztapalapa busca subsanar dicha carencia en el campo de la medicina, mediante un nuevo dispositivo que registra la Respuesta Coclear Eléctrica (RCE) del paciente a fin de programar de forma adecuada los niveles de estimulación eléctrica del implante coclear, para brindar una sensación de audición segura, útil, cómoda y libre de riesgos.
Dicho dispositivo está conformado por un estimulador acústico, una consola receptora del electroencefalograma empleado para la obtención de la RCE y un software especializado.
“La RCE se obtiene con el paciente que tiene un implante coclear, y bajo sueño fisiológico. La RCE permite programar de manera óptima los niveles de estimulación eléctrica y además evaluar cada uno de los electrodos que componen al implante, con el objetivo de saber si los niveles son los adecuados para conferir una sensación auditiva ideal para el niño”, expuso el investigador.
“Actualmente, el número máximo de un electrodo en un implante es de 22; es una tarea ardua pero realizable”, agregó. Este nuevo dispositivo es compatible con las cuatro marcas de implantes cocleares que ya existen.
La prueba planteada por el grupo de investigadores no es invasiva y no interfiere con el paciente ni con el dispositivo. “Una vez que el paciente está dormido, se envían estímulos acústicos que generan una respuesta eléctrica a nivel de cuero cabelludo, es decir la RCE, la cual se analiza y clasifica”, manifestó.
Añadió que a partir de los datos analizados “se determina el umbral de percepción y máximo confort del paciente, y los resultados se entregan al médico, quien es el responsable de programar el nivel de corriente eléctrica del implante con base en las necesidades personales de cada paciente”.
El maestro Cornejo Cruz mencionó que los sonidos de la prueba se direccionan a cada uno de los electrodos en lo individual. “De esta manera podemos establecer un criterio de si la estimulación que fijó el médico en el aparato es la conveniente”, dijo. Esto es porque los fabricantes con frecuencia adaptan a los electrodos en grupos como una medida práctica y generalizada, y así calculan los valores de estimulación sin utilizar sonidos; “es como una adaptación in vitro”, explicó.
Actualmente se realizan pruebas del nuevo dispositivo en pacientes en el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), en donde hay un prototipo del mismo y con este se recopila información para poder llevar la tecnología al médico. “A futuro buscamos, a partir de la retroalimentación que obtengamos del INR, crear una versión para los médicos y mejorarlo para su uso en hospitales”, declaró el especialista.
Esta nueva tecnología se encuentra en fase de prototipo preindustrial y está protegida bajo derechos de propiedad industrial en Alemania, Australia, Estados Unidos, Francia, México y Reino Unido, con la figura jurídica de patente, de acuerdo con información de la Coordinación General de Vinculación y Desarrollo Institucional de la UAM.
Trabajo interdisciplinario
Desde 2007, aproximadamente 300 pacientes han visitado el laboratorio de la institución universitaria y las pruebas realizadas han modificado significativamente los criterios bajo los cuales los médicos hacían su trabajo con los niños, opinó el maestro Cornejo Cruz y consideró importante que, a pesar del escenario que se tiene en el país, en la UAM les permiten desarrollar estas ideas en donde se conjuntan las cuestiones tecnológicas con las médicas.
En palabras del maestro en Ingeniería Biomédica, en este proyecto “hay una gran motivación derivada de una realidad presente y es satisfactorio poder conjuntar equipos de trabajo interdisciplinarios. Esta es una nueva tecnología desarrollada en nuestra universidad que atiende una necesidad latente que se manifiesta en un beneficio para los niños con hipoacusia”.
Una de sus mayores satisfacciones es poder aportar tecnologías que privilegian el papel del niño. “Lo más valioso es poder decir que este dispositivo es útil para los niños y para los médicos; lo más satisfactorio es ayudar a los pequeños”, finalizó.
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