Alternativas para enfrentar el chikungunya
Por Susana Paz
Campeche, Campeche. 10 de julio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Un total de 458 casos confirmados de chikungunya en México se registraron en el periodo de noviembre de 2014 al 27 de marzo de 2015. De ellos, el estado más afectado fue Chiapas (186), seguido de Guerrero (185), Oaxaca (85), Sinaloa (1) y Sonora (1), lo que representa un problema de salud pública, consideró la investigadora de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Ariane Dor.
Adscrita a la unidad Tapachula de Ecosur en el programa de Cátedras Conacyt, participa en el desarrollo de la línea de entomología médica, enfocada a la ecoetología de los insectos vectores de enfermedades tropicales, sus posibles depredadores y el efecto del cambio climático. Sus estudios se centran en la búsqueda de alternativas para enfrentarlos y disminuir su presencia.
En Chiapas hay diversos padecimientos muy conocidos que son transmitidos por vectores, entre ellos el dengue, chikungunya, paludismo, enfermedad de Chagas y leishmania. Esas enfermedades forman parte de las denominadas enfermedades emergentes y reemergentes que afectan el mundo entero. Según la experta, estos padecimientos son calificados como nuevos, si bien no es que acaban de aparecer, sino que pudieron existir antes pero su identificación o conocimiento es reciente, así como su extensión o su gravedad.
Algunos de los posibles factores que los causaron son el desarrollo económico y los cambios en uso de la tierra y la urbanización; la migración y los transportes; la adaptación microbiana, lo que ha provocado su resistencia a los fármacos debido a la automedicación, dosis inadecuadas o ciclos incompletos de tratamientos; y el cambio climático, que perturba los patrones de precipitación, la temperatura y la humedad, afectando a su vez los ecosistemas.
La mayoría de las enfermedades transmitidas por vectores artrópodos, afirmó la especialista, son altamente sensibles a los cambios climáticos, ya que la distribución espacial de los insectos depende de los factores ambientales, por lo que es posible, en determinados casos, que los vectores que estaban restringidos a la zona tropical se vayan extendiendo a la zona templada, llevando consigo esas enfermedades.
Ariane Dor estudió Biología de las Poblaciones en la Universidad Toulouse III, Francia; la maestría en Biología del Comportamiento en la Universidad París XIII; y el doctorado en Ciencias Ecológicas y Desarrollo Sustentable en Ecosur, unidad Chetumal.
Chikungunya
El chikunguya o “chik” es una enfermedad provocada por dos especies de moscos –Aedes aegypti y Aedes albopictus– que llevan consigo el virus que afecta la salud humana. Provoca fiebre alta, dolores severos, inflamación, dolores de cabeza y musculares, erupción de la piel, náuseas, y fatiga; los dolores articulares suelen ser debilitantes y su duración puede variar.
“Chikungunya” es una voz del idioma kimakonde que significa “doblarse”, en alusión al aspecto encorvado de los pacientes debido a los dolores articulares. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), algunos signos clínicos de esta enfermedad son iguales a los del dengue, con el que se puede confundir en zonas donde este es frecuente. Como no tiene tratamiento curativo, el tratamiento se centra en el alivio de los síntomas.
Según el organismo, un factor de riesgo importante es la proximidad de las viviendas a lugares de cría de los mosquitos, es decir, cualquier tipo de contenedor que conserve aunque sea un poco de agua limpia.
El chikungunya se describió por primera vez durante un brote ocurrido en el sur de Tanzania en 1952. En los últimos decenios, los vectores de la enfermedad se han propagado a Europa y América.
“La enfermedad viene de África y Asia; los hospederos principales originales eran ardillas, roedores y aves de los bosques de África y Asia, ellos llevaban el virus, y se transmitía a través de moscos del género Aedes. Llegó el ser humano al bosque, urbanizando o yendo a pasear, y hubo contacto entre las especies silvestres y el ser humano, y se transmitió la enfermedad a través de los moscos. Se llevó a la ciudad y empezó a extenderse en el ambiente urbano”, explicó Ariane Dor.
La fiebre chikungunya se ha detectado en más de 60 países de Asia, África, Europa y América. El virus se transmite de una persona a otra por la picadura de mosquitos hembra infectados. Estos insectos suelen picar durante todo el periodo diurno, aunque su actividad puede ser máxima al principio de la mañana y al final de la tarde. Ambas especies pican al aire libre, pero Aedes aegypti también puede hacerlo en ambientes interiores. La enfermedad suele aparecer entre cuatro y ocho días después de la picadura de un mosquito infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre dos y 12 días.
Investigación y alternativas
En este marco, uno de los temas que ha investigado Ariane Dor son los depredadores de la mosca mexicana de la fruta, por lo que sus estudios continuarán en esa línea, pero ahora en el tema de los mosquitos.
“Primero identificar los posibles depredadores potenciales de los moscos. Me quiero enfocar en los moscos adultos, para quienes no hay muchos estudios. Este sería el primer paso. El segundo sería ver las alternativas para luchar contra ellos; aparte de la lucha química, tenemos lo que se conoce como la Técnica del Insecto Estéril (TIE), que ha sido aplicada en diversos casos de plaga con mucho éxito y ahora está empezando a ser ocupada en mosquitos”, aseguró.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la TIE es el primer método de control de plagas que se vale de la genética y es utilizado como una forma de control demográfico aplicado en una zona extensa.
La TIE requiere criar enormes volúmenes de insectos de la especie elegida, y esterilizar a los machos con dosis bajas de radiaciones. Esos machos estériles luego se liberan en las zonas infestadas, donde se acoplan con las hembras silvestres. Si la cantidad de machos estériles supera con creces a los machos silvestres, la población silvestre pronto desaparece. La proporción de machos estériles respecto a los machos fértiles debe ser por lo menos de 10:1.
“Lo que propongo hacer es ver la capacidad de los machos que han sido criados de manera masiva, irradiados, y compararlos con los silvestres, porque la cría masiva –se sabe en otras especies– afecta el comportamiento de la plaga que se estudia, pero ¿qué pasa en los moscos? No lo sabemos. También queremos ver el efecto de la irradiación en su conducta. La idea es ver cuál es la competencia sexual de esos machos tanto de cría masiva e irradiados y su conducta antidepredadora, comparado con el comportamiento de machos silvestres”, explicó la especialista.
Sobre otros temas que aborda en sus investigaciones está el averiguar cómo están integrados los vectores del chikungunya en los “ecosistemas” peri e intra-domicilio. Y a más largo plazo, se propone estudiar cómo las poblaciones de moscos Ae. aegypti y Ae. albopictus son afectadas por el cambio climático.
La TIE se ha utilizado con anterioridad para erradicar el gusano barrenador de África del Norte, a principios de la década de los 90. Antes de 1988, el gusano barrenador estaba confinado a las zonas tropicales y subtropicales del continente americano. Cuando se descubrió en Libia, supuso un peligro para el resto de África, Asia, Oriente Medio y el sur de Europa.Durante una campaña de erradicación que duró un año –dirigida por la FAO– se dejaron caer cajas de cartón de machos estériles del gusano barrenador en una zona de más de 40 mil kilómetros cuadrados. En el momento de mayor intensidad de las actividades realizadas en el Norte de África, se liberaban cada semana 40 millones de insectos. Estos se transportaban por vía aérea desde México. La cantidad de casos confirmados de presencia del gusano barrenador en Libia había llegado casi a 3 mil en septiembre de 1990. En marzo de 1991, ya no hubo casos nuevos.La TIE se aplicó durante 20 años para erradicar el gusano barrenador de América del Norte, y se están llevando a cabo actividades para erradicarlo de todo Centroamérica. También se ha implementado esta técnica en Chile y México para erradicar la mosca del Mediterráneo y las moscas de la fruta.Fuente: FAO. |
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