¿Qué beben los niños en el recreo?
Por Carmen Báez
Ciudad de México. 11 de mayo de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Claudia Pimentel Hernández, investigadora del Instituto Nacional de Pediatría (INP), desarrolla una estrategia para incrementar el consumo de agua simple en niños de primaria y desalentar la preferencia de bebidas azucaradas, a través del programa Prefiero Agua Simple.
Los niños que consumen bebidas azucaradas a temprana edad mantienen este patrón de adultos, es decir, el hábito de tomar líquidos dulces permanece, lo cual hace más difícil que los infantes consuman agua simple como fuente principal de hidratación, de acuerdo con estudios del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Una de las principales estrategias en México, dice Pimentel Hernández, es frenar el problema del sobrepeso y obesidad con la promoción del consumo de agua simple y desalentar la preferencia de bebidas azucaradas.
A decir de la investigadora, del total de las calorías que recibe un niño en edad escolar, casi 22 por ciento proviene del consumo de bebidas. Este dato va en contra de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el sentido de limitar la ingesta de azúcares libres a menos de 10 por ciento de las calorías totales por día en adultos y niños.
Un recreo sin refrescos
Con estos antecedentes, Claudia Pimentel Hernández desarrolla un proyecto de investigación para incrementar el nivel de consumo de agua simple en niños de los tres primeros niveles de la educación primaria, a través de la implementación del programa Prefiero Agua Simple.
El programa —desarrollado en colaboración con la empresa Ogali— se implementará en cuatro escuelas de la Ciudad de México. Con esto, la investigadora propone disminuir el consumo de bebidas azucaradas entre los menores, porque está convencida de que la escuela es el lugar ideal, donde se adquieren buenos hábitos y se fomenta un estilo de vida saludable.
“Se sabe que si implementas un programa de intervención en niños pequeños es más fácil que modifiquen o cambien una conducta, en comparación con adolescentes, quienes tienen patrones de consumo más arraigados. La estrategia educativa Prefiero Agua Simple está diseñada bajo tres teorías del conocimiento que han demostrado ser útiles en la modificación de conductas y el desarrollo de competencias para la vida que, de manera conjunta, llevan a los niños a construir bases permanentes para adquirir un estilo de vida saludable”.
La primera teoría que refiere la investigadora Claudia Pimentel Hernández es la social cognitiva que expone que los individuos adquieren conocimientos, reglas, habilidades, hábitos y estrategias observando a otros, socializando e intercambiando con el medio, donde el sujeto modifica su conducta por observación y modelamiento, e influye a su vez en los integrantes de su medio social.
El constructivismo social es la segunda teoría, esta postula que las personas construyen sus conocimientos a través de las interacciones sociales con los demás y de la influencia de la cultura en la que viven.
“Es por ello que las actividades en el aula no son individuales sino grupales y en equipo. Además, por medio de las tareas que en cada sesión se llevan a casa, se busca involucrar a los familiares para impactar también a la cultura en la que viven en el sentido de promover entornos saludables”, explicó Pimentel Hernández.
La tercera teoría es la de inteligencias múltiples, la cual menciona que hay múltiples maneras de percibir el mundo, de conocer, procesar, representar y comunicar la información: con imágenes, palabras, números, con el cuerpo en movimiento, el ritmo y la música, en sintonía consigo mismo, con los demás y con la naturaleza.
Por último, el programa tiene un enfoque globalizador por medio del cual los contenidos de diferentes materias se refuerzan y están alineados con los planes y programas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México.
“Consta de cuatro sesiones educativas con carácter lúdico y una serie de actividades destinadas a la promoción de consumo de agua simple, estas sesiones tienen una duración aproximada de una hora cada una. Tiene un esquema colaborativo que involucra la participación de los alumnos, profesores y de los padres de familia”, explicó.
Hábitos para toda la vida
En palabras de Claudia Pimentel Hernández, existen muchas estrategias que se han implementado en otros países destinadas a elevar el consumo de agua simple en niños. Sin embargo, estas se han evaluado a corto plazo y hasta el momento, no tienen seguimiento a más de un año.
“¿Qué pasa después de que estos niños reciben esta estrategia? No sabemos si la conducta que ha sido aprendida o modificada se desvanece. A nivel primaria existe la necesidad de reforzar este tipo de programas para que se mantengan los hábitos que los niños ya adquirieron”, explica.
En este sentido, la investigación de la doctora Claudia Pimentel Hernández consiste en evaluar los patrones en el consumo de líquidos en niños cada fin de ciclo escolar, durante cuatro años.
El programa Prefiero Agua Simple enseñará a los niños la importancia de la ingesta del líquido vital para la salud, a identificar una hidratación adecuada a través de la coloración de la orina, así como aspectos ecológicos, como el cuidado del agua, por ejemplo, e incorporará la participación de padres y maestros.
“La idea es conocer cuántas veces los niños deben recibir esta estrategia para cambiar su patrón de consumo de líquidos”, concluye.
Los resultados de la investigación se darán a conocer a la comunidad científica mediante la publicación de los mismos en una revista arbitrada. “Esto servirá para poder establecer políticas públicas de salud que mantengan un estilo de vida saludable a lo largo del tiempo y con impacto en la calidad de vida de nuestra población. Queremos crear un modelo de escuela que se pueda replicar en la Ciudad de México y en el interior del país”.
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