Día Mundial contra la Hepatitis: lanzará México programa de control y prevención
Por Carmen Báez
Cuernavaca, Morelos. 26 de julio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- En 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró el 28 de julio como el Día Mundial contra la Hepatitis, con el fin de crear conciencia sobre las hepatitis virales y sus repercusiones en la salud pública.
Esta conmemoración coincide con el nacimiento de Baruch Samuel Blumberg, el investigador estadounidense que descubrió el virus de la hepatitis B y desarrolló la primera vacuna contra esta enfermedad y que, por sus investigaciones, fue Premio Nobel de Medicina en 1976.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hepatitis es una inflamación del hígado causada principalmente por los cinco principales virus que llevan el mismo nombre: A, B, C, D y E. La infección por el virus del tipo C es la que constituye un grave problema de salud pública, dado que la infección es generalmente asintomática, conlleva al desarrollo de hepatitis crónica y a complicaciones como cirrosis e incluso cáncer de hígado.
Desde hace 25 años, el Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas (CISEI) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) ha realizado estudios enfocados en las enfermedades virales que eventualmente desarrollan alguna complicación crónica, como es el caso de la hepatitis C. Dicho esfuerzo se refleja en la elaboración de un programa para el control y prevención de la hepatitis C, el primero en su tipo en el país, esto de acuerdo con Vicente Madrid Marina, profesor investigador de ese instituto.
El doctor en ciencias biomédicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que en México, pese a que afecta a alrededor de 1.5 millones de personas, hasta ahora no existía un programa de atención que permitiera identificar si un individuo es portador del virus de la hepatitis C.
Uno de los objetivos de este programa —y que en fecha próxima presentará la Secretaría de Salud (SSA)— es identificar casos de hepatitis C en todas las instituciones federales que brindan atención médica en el país, mediante pruebas serológicas, así como en instituciones de readaptación social y centros de adicción.
La identificación de personas con esta infección viral, adelantó el también miembro del Consorcio Promotor de la Vigilancia de la Infección por Hepatitis C en México, se realizará mediante una vigilancia pasiva y activa de los casos. A las personas portadoras del virus se les dará tratamiento a través de la institución afiliadora.
“En la vigilancia pasiva de los casos se instruirá a todos los hospitales para realizar estudios de sueros e identificar a sujetos con una elevada posibilidad de padecer la infección crónica de hepatitis C. Muchos casos se han identificado azarosamente mediante la prueba de funcionamiento hepático. La forma más adecuada de diagnóstico es mediante la búsqueda de anticuerpos contra el virus hepatitis C. Si la prueba es positiva, se realiza una prueba de búsqueda del virus, por técnicas moleculares. En tanto, en la vigilancia activa se realizará promoción de la salud, búsqueda en sitios que no tienen que ver con hospitales y centros de salud, por ejemplo: cárceles, centros de adicción”, explicó.
Esta iniciativa interinstitucional ya se aplica en el programa del Seguro Popular. Una vez presentado por la Secretaría de Salud y aprobado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se implementará en organismos federales que brinden atención médica.
¿Por qué la hepatitis C es un problema de salud pública?
De acuerdo con el especialista nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), se estima que en México existe más de un millón de personas infectadas por el virus de la hepatitis C, mientras que los afectados con esta enfermedad son más de 400 millones alrededor del mundo, y en ambos casos los individuos desconocen su situación, esto debido a que la infección no produce sintomatología y el desarrollo de la enfermedad puede presentarse hasta 25 años después de adquirir el virus.
Un estudio serológico realizado por el grupo de investigación del doctor Madrid Marina, en el que participaron 112 mil personas que recibieron atención en las clínicas de medicina familiar de 19 estados del país, detectó que mil 600 sujetos fueron seropositivos (1.5 por ciento) y de estos, 48 por ciento tiene el virus de hepatitis C, aproximadamente 800 sujetos.
“Si eso lo extrapola a los 120 millones de mexicanos, estimamos que cerca de millón y medio de mexicanos padecen hepatitis C crónica y no lo saben, pero tenemos que encontrarlos para evitar que desarrollen enfermedades crónicas. La hepatitis es una enfermedad silenciosa y las personas suelen enterarse por hallazgos en el laboratorio de una forma fortuita, porque no estamos acostumbrados a hacernos estudios. Lo que tenemos que hacer es una búsqueda intencionada de los casos”, destacó el especialista.
Vicente Madrid Marina indicó que datos recientes de sus investigaciones indican que las muertes por cirrosis y cáncer de hígado van en aumento. “El problema con la cirrosis es que mucha gente cree que se desarrolla a causa del alcoholismo y no sospechan que puede ser por la presencia de un virus”, expresó.
De ahí que el programa antes mencionado promoverá en el personal de salud realizar pruebas serológicas a individuos que lleguen a presentar una complicación por cirrosis.
Adicionalmente, añadió que el alcohol, el tabaquismo, la obesidad y la diabetes son factores que aumentan las complicaciones de la hepatitis. “Aquellos que están infectados y tienen una comorbilidad como la diabetes, tienen mucho más riesgo a presentar complicaciones crónicas”, dijo.
Población en riesgo
Una de las formas de contraer el virus y la enfermedad es mediante el contacto con sangre infectada, situación por la cual existen poblaciones que se encuentran ante un riesgo mayor de contagio: aquellas que fueron transfundidas antes de 1995, cuando aún no se realizaban pruebas serológicas para garantizar una donación segura.
También se encuentran en riesgo de contraer la infección personas que hacen uso de inyecciones con instrumentos contaminados durante intervenciones médicas, consumidores de drogas inyectables y quienes realizan prácticas de relaciones sexuales sin protección, así como aquellas personas con tatuajes y piercings.
En este contexto, el investigador señaló que los tatuajes en cejas, pestañas, delineado de ojos o labios ha propiciado que aumente el número de casos de hepatitis C en mujeres.
Por último, señaló que la hepatitis es una enfermedad que puede curarse si se toman las medidas necesarias. “Aunque aún no llegan a México, hay nuevos y efectivos tratamientos. La perspectiva es que con estos medicamentos y la identificación de casos podremos disminuir las complicaciones de cirrosis y cáncer de hígado. Tenemos que ser educados y, ante cualquier antecedente relacionado, debemos hacernos las pruebas de hepatitis C, acción que puede salvar vidas, porque los nuevos tratamientos son 100 por ciento efectivos”, concluyó.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.