La salud en los viajes a Marte
Por Ricardo Capilla Vilchis
Ciudad de México. 19 de septiembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Los viajes al espacio no son solo una cuestión de ingeniería, la salud de los astronautas es una de las cuestiones más delicadas a la hora de planear y emprender viajes fuera de la Tierra, ya que el cuerpo humano sufre alteraciones al estar en ambientes de microgravedad.
En el marco del Primer Congreso México hacia Marte, organizado por la Agencia Espacial Mexicana (AEM), se llevó a cabo una mesa de discusión sobre el tema de la salud en las misiones espaciales, en la que cinco especialistas fueron invitados para exponer sus ideas sobre cómo resolver las limitantes que la humanidad tiene al salir del planeta Tierra.
La mesa estuvo conformada por Sandra Ramírez Jiménez, doctora en química; el doctor Ramiro Iglesias Leal, médico cirujano; Enrique Soto Eguibar, doctor en investigación biomédica; el general Víctor Manuel Rico Jaime, especialista en medicina aeroespacial; el doctor Raúl Carrillo Esper, perteneciente a la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM); y como moderadora la maestra en ciencias Fabiola Vázquez Torres, gerente de medicina espacial y cibersalud.
Como primer punto, se expuso la necesidad de crear estructuras capaces de contrarrestar las adversas condiciones de la superficie de Marte, como la gravedad inferior a la de la Tierra —aproximadamente de un tercio—, la casi nula atmósfera, constituida casi en su totalidad por dióxido de carbono, un gas tóxico para los seres humanos, la carencia de una magnetósfera, que actúa como escudo contra las letales radiaciones solares, y la ausencia de agua, recurso indispensable para sostener la vida.
“¿Se puede hacer un viaje tripulado ida y vuelta al planeta Marte? Desde el punto de vista médico, definitivamente sí. El viaje de ida dura alrededor de siete meses. Varios astronautas han hecho viajes similares en órbitas terrestres durante el doble de tiempo”, expresó el doctor Iglesias.
Destacó que actualmente las naves espaciales cuentan con sistemas que protegen a los astronautas de las radiaciones y los mantienen en condiciones que muchas veces son más cómodas que las de la Tierra, ya que se conserva una temperatura constante. Por otro lado, mencionó que existen problemas psicológicos que se presentan cuando los astronautas pasan mucho tiempo aislados.
Una de las áreas de oportunidad en las que México se puede sumar en la colonización de Marte es la investigación y desarrollo de tecnologías relacionadas con la orientación y estabilización de la mirada en los ambientes de microgravedad o ingravidez a los cuales se enfrentan los astronautas y que producen grandes problemas cognitivos que pueden llevar a que se cometan errores en el manejo de equipo.
“Nuestra propuesta es desarrollar todo un paquete terapéutico desde antes, durante y después del vuelo, designado a tratar a los astronautas con tratamientos de rehabilitación que incluyan movimiento de los ojos, coordinación de las extremidades, etcétera”, dijo el doctor Soto.
Además, destacó que otra de las áreas de investigación que se pueden aprovechar es la hibernación para su utilización en viajes espaciales que tomarían mucho tiempo. Resaltó que han existido casos en los que el humano entra en procesos parecidos a la hibernación, como niños que quedaron sepultados durante 15 días a causa del terremoto de 1985 y reportes de esquiadores que han sobrevivido enterrados en la nieve mientras su circulación se detenía por completo.
Al finalizar la mesa, se reconoció que México tiene las capacidades para contribuir al logro histórico que será la llegada del hombre a otro planeta, además de hacer un llamado a los jóvenes para que unan esfuerzos en el desarrollo de soluciones innovadoras a los obstáculos presentes en la exploración espacial.
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