Soy grande para aprender
Por Nistela Villaseñor
El aprendizaje es la adquisición de nuevos conocimientos a través de la experiencia, el estudio o el ejercicio; en especial de los conocimientos necesarios para aprender un oficio o un arte.
Se suele decir que entre más edad tiene una persona, su capacidad para aprender disminuye. Para derribar el mito acudimos a Claudia Cecilia Barba Hurtado, doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).
“Cuando crecemos vamos perdiendo principalmente la curiosidad y la capacidad de asir elementos nuevos para nuestras estructuras mentales. No quiere decir que una persona sea incapaz de aprender a una determinada edad, por ejemplo a los 60. Lo que sucede es que las personas vamos deslindándonos o ya no estando tan en contacto con experiencias de aprendizaje formales”, asegura Barba.
De acuerdo con la doctora, un niño de seis a 12 años siempre está en contacto con experiencias o situaciones de aprendizaje, por tanto los maestros tienen que brindarle herramientas para que efectivamente aprenda.
“Yo trabajo con gente de industria, gente que ha dejado de estudiar por mucho tiempo y que después, por las exigencias de su trabajo o por los cambios, tienen la necesidad de estudiar la preparatoria o una carrera profesional. ¿Qué es lo que sucede con estas personas? No es que sean incapaces de aprender sino que necesitan una orientación para hacerlo”, abunda Claudia Barba.
Hablando particularmente de la escuela, la especialista afirma que muchas veces el fracaso escolar se da porque los estudiantes no han descubierto la metodología o la forma más adecuada para comprender y aplicar la información.
En educación existe una rama que es la Andragogía: el conjunto de técnicas de enseñanza orientadas a educar a las personas adultas, expresa la doctora. “No aprende igual un adulto que un niño”.
“Un niño no tiene tantos paradigmas impuestos, no está viciado por los sistemas, es más curioso, más inquieto, absorbe lo que está a su alrededor o los elementos del medio; pero un adulto no. Los adultos ya estamos viciados por las situaciones. Pensando en la religión, por ejemplo, la religión me dicta que debo ser de esa manera, entones escuchar una perspectiva diferente a esto me causa conflicto”, advierte Barba Hurtado.
Dice un autor que es más importante aprender a desaprender que el mismo aprendizaje, indica, la doctora Barba. “Entonces a veces hay que quitarnos muchas cargas que hemos adquirido a lo largo de nuestra existencia para poder realmente tomar nuevos elementos del contexto”, concluye.
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