¿Los astronautas sólo comen pastillas y papillas en el espacio?
Por Antonio Trejo
México, DF. 2 de marzo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Cuando iniciaron los viajes al espacio, en la década de los 60, se pensaba que los astronautas deberían consumir únicamente complejos vitamínicos en forma de pastillas, cápsulas y papillas. Se suponía que el proceso de digestión debería simplificarse, para reducir las posibilidades de malestares estomacales en la tripulación, que comprometieran el buen éxito de las misiones.
Además, se temía que en condiciones de ingravidez, los líquidos y restos de comida contaminaran y dañaran los equipos electrónicos de navegación de las naves espaciales.
“Al inicio del programa espacial los alimentos que consumían los astronautas se llevaban en tubos parecidos a los de pasta de dientes, se pensaba que los alimentos deberían permanecer sellados, porque resultaría complicado usar cubiertos que flotarían dentro de la nave”, explica el doctor Rodolfo Neri Vela, el primer astronauta mexicano.
Con la puesta en órbita del Skylab –la primera estación espacial estadounidense que orbitó la Tierra de 1973 a 1979–, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), desarrolló menús variados, con alimentos que además de ser nutritivos, también resultaron apetitosos.
A partir del Skylab, refiere el doctor Neri Vela, comenzó el desarrollo de la cocina espacial, con menús que se han enriquecido y que hoy en día hasta permiten a los astronautas elegir los alimentos que consumirán en el espacio.
Durante su exitosa misión espacial en 1985, a bordo del Transbordador Espacial Atlantis, Neri Vela disfrutó de un menú personal con huevos revueltos a la mexicana y albóndigas, que se sumaron al nutritivo menú de la NASA que contenía pollo, pavo, camarones, salmón, macarrones, atún y verduras, dentro de una larga lista donde no faltaba granola y jugos para el desayuno.
“Es importante aclarar que la mayoría de los alimentos vienen deshidratados, con una etiqueta adherida a su empaque que indica cuántas onzas de agua se deben agregar para rehidratarlos y calentarlos”, agrega.
Las bebidas requieren un sistema especial: “Los líquidos se beben mediante un popote que tiene una pequeña válvula para abrirlos y cerrarlos, pues los líquidos se saldrían de la botella por inercia hasta agotarse”.
La primera taquiza espacial
A 352 kilómetros de altura y a una velocidad de siete kilómetros por segundo, Neri Vela compartió con el resto de los astronautas del Atlantis varias raciones de galletas de amaranto, que posteriormente dieron nacimiento a las populares barras que hoy se consumen por todo el país.
Además, el joven científico llevó al espacio un alimento básico en la dieta de los mexicanos: tortillas. “Fue la primera vez que las tortillas viajaron al espacio, que resultaron del agrado de todos mis compañeros de viaje, pues sabían muy bien y resultó fácil enrollarlas, en forma de taco”, recuerda con humor.
Desde la misión del doctor Neri Vela en 1985 y hasta el fin de la era de los transbordadores espaciales en 2011, siempre hubo tortillas en los viajes espaciales de la NASA. “Las tortillas no se desmoronan con facilidad, como el pan, además de que poseen un alto valor nutricional”.
Cuando disfrutábamos de las comidas –recuerda el doctor Neri Vela– era el momento perfecto para intercambiar impresiones sobre el desarrollo de la misión y fomentar la amistad y el compañerismo.
En su libro México en el espacio (el planeta azul), el primer astronauta mexicano recogió con detalle las vivencias de su misión espacial, resultado de 109 vueltas alrededor de la tierra en el Transbordador Espacial Atlantis.