Benjamín Ruiz, de un accidente en laboratorio a experto en armas químicas
Boletín de prensa
2816/2016
Ciudad de México. 1 de junio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).-Hay eventos que son determinantes en la vida de una persona, eventos que incluso marcan el rumbo en el desarrollo de un individuo. Cuando Benjamín Ruiz Loyola, un pequeño de nueve años, sufrió quemaduras con ácido nítrico en sus manos y rostro, supo que quería ser químico para comprender qué era lo que le había pasado a su piel y por qué se habían formado sus cicatrices.
Ese fue el primer paso en la gestación de un químico experto en manejo de sustancias peligrosas y armas químicas, quien en enero de este año fue designado miembro del primer comité asesor en educación y divulgación sobre armas químicas de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
Es curioso observar cómo diferentes situaciones alrededor de sustancias peligrosas han marcado el camino del químico Benjamín Ruiz. A pesar que desde los nueve años él tenía claro que sería químico, su interés por las sustancias peligrosas y las armas químicas vino después, mientras se encontraba cursando la licenciatura de química en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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