¿Sabías que… personas con anorexia sufren pérdida de volumen en su cerebro?
Por Génesis Gatica Porcayo
El 30 de noviembre se celebra el Día internacional de la Lucha contra Trastornos de la Conducta Alimentaria y en México han aumentado los casos en un 300 por ciento en últimos veinte años, de acuerdo con el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG) de la Cámara de Diputados.
Alrededor de un 90 por ciento de los que sufren algún tipo de trastorno de la alimentación son mujeres y la anorexia y bulimia son los padecimientos más comunes.
Entre algunas consecuencias que se desencadenan por tener algún trastorno alimenticio como la anorexia nerviosa están la disminución anormal en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, indicando que el músculo cardíaco está debilitado.
El riesgo de falla cardíaca incrementa a medida que la presión y la frecuencia cardíaca bajan, reducción en la densidad de los huesos (osteoporosis) que resulta en huesos débiles y frágiles, pérdida de músculo y debilidad muscular.
La pérdida de masa cerebral y el aumento del volumen del líquido cefalorraquídeo es otra de las importantes consecuencias de esta enfermedad y que hasta hace poco se pensaba que era irreversible pese a la recuperación de peso del paciente.
Estudios recientes midieron los déficits de volúmenes cerebrales entre aquellos pacientes bajos en peso por dicha enfermedad para evaluar si la disminución es reversible mediante la restauración de peso a corto plazo.
El protocolo se llevó a cabo mediante escaneos por resonancia magnética a los cerebros de 32 mujeres adultas diagnosticadas con anorexia, como así también el de 21 mujeres sanas. Las pacientes con anorexia mostraron tener un menor volumen cerebral que las sanas, y aquellas que habían luchado contra el trastorno durante más tiempo eran quienes más déficit tenían en el volumen de la materia gris.
Pero la buena noticia es que cuando las mujeres con anorexia nerviosa recibieron un tratamiento en una unidad especializada para los trastornos alimenticios, lo cual les ayudó a ganar un peso normal, los déficits en el volumen cerebral comenzaron a revertirse durante el curso de tan solo algunas semanas de ganancia de peso.
Independientemente de los resultados obtenidos, el protocolo sigue en pruebas con el objetivo de demostrar cuáles son las implicaciones clínicas de esta reducción de volumen cerebral así como conocer las áreas del cerebro afectadas con esta problemática.
Fuente: wiley.com
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