Carlos Ochoa Morales, promotor de la micología en Baja California

Por Karla Navarro

Ensenada, Baja California. 28 de marzo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Por más de 30 años, el doctor Carlos Ochoa Morales, profesor investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), se ha dedicado al estudio de hongos, específicamente del grupo de gasteromicetos. 

Aunado a sus investigaciones y a través de su labor como docente, Carlos Ochoa se ha convertido en un promotor de la micología en Baja California, buscando siempre captar el interés de los estudiantes por desarrollarse en este campo científico.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el investigador expuso que la importancia del estudio de los hongos radica —en primer lugar— en la escasa información que se genera en torno a ellos.

“Sabemos cuántas especies endémicas hay de plantas, cuáles son nativas, cuáles exóticas, pero los grandes desconocidos son los hongos, por eso yo les digo a mis estudiantes que es importante que al menos identifiquen el género cuando están en el campo”, comentó.

Calificó los hongos como “los grandes desconocidos de Baja California”, lo que lo ha motivado a estudiarlos, promover su conocimiento y combatir la desinformación y mitos que existen a su alrededor.

“Que no piensen que los hongos son venenosos o comestibles porque tienen colores brillantes u opacos, o porque cambien de color al tocarlos. Es importante conocerlos y saber con qué contamos, hay muchísimos registros de plantas, de animales, de todo, pero de hongos es poco”, subrayó.

Pasión por la naturaleza

Biólogo de formación, Carlos Ochoa confiesa que su interés por el estudio de los hongos no surgió hasta que culminó la etapa de licenciatura; sin embargo, recuerda que desde muy pequeño tuvo un gusto por el campo y disfrutaba observar la naturaleza.

“Siempre me gustó el campo, cuando estaba pequeño mi mamá me hablaba mucho del pueblo donde ella vivía, que había muchas plantas y  animales e incluso a ella le gustaban mucho las plantas y curar a los pajarillos heridos que la gente le llevaba, eso debe haber sido lo que me inclinó a estudiar biología”, relató.

Narró que al terminar la preparatoria consideró emprender estudios para convertirse en profesor, pero su egreso del bachillerato coincidió con la apertura de la carrera de biología en Ensenada y decidió elegirla como primera opción.

Del mar a los hongos

Carlos Ochoa se incorporó a lo que entonces era la Escuela Superior de Ciencias Biológicas, hoy Facultad de Ciencias de la UABC, y formó parte de la segunda generación de biólogos.

“Me perfilé como biólogo marino, la carrera tenía dos áreas terminales que eran terrestre y marina, yo me fui por el lado marino, me gustaba mucho el mar, andar en el agua recolectando organismos, ya fueran algas, crustáceos, peces, sacábamos las muestras y a trabajarlas”, platicó.

El Dr. Carlos Ochoa recibiendo su título de doctorado. Imagen Cortesía.Con la firme convicción de que se especializaría en el área de las ciencias marinas, tomó cursos orientados a este perfil, pero al egresar de la licenciatura, su incipiente carrera profesional tuvo un giro inesperado.

“Egresé en 1982 y a finales de 1983 se publica una convocatoria para ocupar la plaza de técnico en la UABC, como ayudante en el proyecto Estudio de los hongos y líquenes de interés económico y forestal de la península de Baja California; concursé para eso y logré quedarme con el puesto, iniciando formalmente en 1984”, refirió Carlos Ochoa.

Desde entonces se inició como estudioso de los hongos, algo que considera que no le costó mayor esfuerzo, ya que lo que más disfrutaba era desarrollar trabajo de campo y análisis en laboratorio.

“Si se hubiera abierto una plaza para estudiar las piedras, tal vez hubiera sido geólogo, nunca se me dificultó el trabajo de campo ni en el laboratorio y si ese era mi trabajo, pues aún más cariño le tomaba y así fue como inicié yo en la micología”, mencionó.

El investigador de la UABC y actualmente coordinador de la carrera de biología de la Facultad de Ciencias, compartió que su entrega fue tal en ese primer proyecto, que por las noches soñaba con las estructuras que observaba en el microscopio.

Estudios en España

En 1990, con seis años de trayectoria en el estudio de los hongos y desempeñándose como técnico académico en la UABC, opta por ingresar al doctorado en ciencias biológicas de la Universidad de Alcalá, en España.

Durante tres años desarrolló sus estudios doctorales hasta concluir su tesis bajo el título Contribución al estudio taxonómico, ecológico y corológico de la clase Gasteromycetus sensu lato en Baja California, México.

Carlos Ochoa reconoció que los estudios de doctorado implicaron un gran esfuerzo, pues además de trabajar sin descanso los siete días de la semana, tuvo que estar lejos de su familia, lo que lo motivó a redoblar su empeño para concluir en tres años, obteniendo su título como doctor en ciencias biológicas el 14 de junio de 1993.

Lazos de colaboración

Sus estudios en España no solamente le brindaron la satisfacción de obtener el título de doctor e incorporarse formalmente como investigador a la UABC, sino que facilitaron lazos de colaboración con investigadores de aquel país.

Ochoa Morales indicó que desde entonces han desarrollado proyectos para el estudio de los hongos, en los que han participado instituciones académicas mexicanas y españolas.

Además, los años posteriores a 1993 —cuando concluyó su doctorado— continuó viajando a España para realizar estancias como profesor visitante, actividad que mantuvo anualmente hasta 2006.

Para el doctor Carlos Ochoa, la colaboración con España ha sido provechosa y ha nutrido su principal objetivo como investigador: contribuir con el conocimiento de los hongos en la península de Baja California.

Descargar fotografías.

Ver texto en pdf.

 

Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.

 

 

---