Mariana Benítez, pasión por la biología y las matemáticas
Por Armando Bonilla
México, DF. 18 de enero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Bióloga por la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la doctora Mariana Benítez Keinrad, investigadora titular en el Instituto de Ecología, descubrió su vocación científica a muy temprana edad.
Próxima a ser madre y luego de recibir el premio Jorge Lomnitz Adler —instaurado en 1996 y que reconoce trabajos en dinámica no lineal— que entrega la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la doctora representa un ejemplo a seguir por todas aquellas y aquellos que buscan consolidarse en el mundo científico.
En entrevista exclusiva con la Agencia Informativa Conacyt, la investigadora relató que encontró su interés por la biología desde que estaba en la secundaria gracias a que tuvo profesores que le mostraron la materia desde una perspectiva muy interesante y agradable.
"Creo que si bien es cierto que aún no tenía una decisión tomada, sí tenía un interés bastante claro desde mis cursos en secundaria, era un área que me agradaba y que gracias a las propias clases me motivaba mucho (…) Ya cuando entré a la facultad lo hice con la intención de desempeñarme en el área de biología".
La doctora contó también que, una vez que llegó a la facultad, descubrió un área de la biología que no sabía que existía y la cual le apasionó desde los primeros acercamientos. "Desde el primer semestre tuve contacto con el grupo de biología matemática de la Facultad de Ciencias, un grupo de profesores muy activo que durante casi 20 años ha promovido la biología matemática".
Al respecto añadió: "Tuve mucha suerte de toparme con ellos al inicio de la licenciatura porque yo no sabía que existía esa área y cuando la conocí me entusiasmó, me gustó mucho y comencé a estudiar, como parte de mis materias optativas en biología, algunas de matemáticas y computación".
Formación académica
Luego de concluir sus estudios de licenciatura, Benítez Keinrad se incorporó a la maestría en dinámica no lineal y sistemas complejos —en ese momento de reciente creación a iniciativa del grupo de maestros que la adentraron en el área— en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Posteriormente, la también docente realizó un doctorado asesorada por la investigadora Elena Álvarez-Buylla, con quien trabajó en proyectos de redes de regulación genética en el desarrollo de las plantas; se trató de un doctorado en ciencias biomédicas cursado en la UNAM.
"Esta etapa la disfruté muchísimo porque la doctora Álvarez-Buylla se convirtió en una guía para mí, un modelo a seguir y una persona que me ha enseñado mucho. Asimismo, conocí a muchos especialistas en la materia, quienes eran desde colaboradores de la doctora e incluso otros estudiantes del mismo doctorado", dijo y añadió que más adelante realizó una estancia posdoctoral en el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3).
Al concluir dicha estancia, que tuvo una duración de un año, la doctora realizó una estancia más, pero ahora en la Universidad Masaryk en República Checa, en un laboratorio especializado en genética y fisiología de plantas. “Ya en 2012, ingresé al Instituto de Ecología de la UNAM a través de una convocatoria que buscaba personal para trabajar en el área de sostenibilidad”.
Su trabajo científico
"Trabajo en el área de dinámica no lineal y sistemas complejos, la cual se enfoca en estudiar elementos que interactúan entre sí, pero de forma no lineal y que influyen en determinados hechos", dijo y explicó que básicamente realiza modelos de redes en torno a ecología evolutiva del desarrollo, que es el estudio del cambio de los organismos a través de su vida y evolución al mismo tiempo.
Trabaja también en el tema de redes en agroecología que busca estudiar cómo cambian las plantas a lo largo de su desarrollo, pero en el contexto de comunidades agrícolas. "En esta segunda línea de investigación lo que tratamos de hacer es crear redes que estudien las interacciones entre plantas, animales, componentes de suelo e incluso el ser humano en el sistema de producción agrícola".
Añadió que el objetivo consiste en probar diversos escenarios de manejo agrícola o de cambios climáticos. "Como resultado de ello queremos ayudar a proponer diferentes formas de manejo, es decir, alternativas que permitan desarrollar una agricultura mucho más sustentable".
La investigación a futuro
"Actualmente trabajo de manera muy activa en el área de agroecología y sistemas agroalimentarios sostenibles, tratando de utilizar modelos computacionales y matemáticos para abordar preguntas de sostenibilidad en dichas áreas", explicó.
El mayor reto de cara a dicho trabajo, afirmó, radica en lograr una vinculación virtuosa entre los sectores involucrados, tales como campesinos o grupos de la sociedad civil, de tal manera que los modelos y la investigación que se realice sea todo el tiempo retroalimentada por la gente que trabaja en los sistemas de producción.
Acerca de los principales objetivos que perseguirá ese trabajo, dijo que el principal consiste en el entendimiento, a nivel ecológico, de los sistemas de producción agrícola, entenderlos en sus interacciones a nivel de suelo, plantas, animales, factores climáticos y también de manera muy importante del manejo que les da el ser humano.
¿Quién es Mariana Benítez Keinrad fuera del laboratorio?
Sobre cuáles son sus otras pasiones más allá del laboratorio, la doctora, próxima a ser madre, explicó que le gusta mucho pasar el tiempo con su familia, pero que también disfruta de la buena comida, afición que asocia directamente con su profesión.
"Uno de mis principales gustos tiene que ver con la comida, y tal vez es una de las razones por las cuales he llegado con tanto interés al área de ecología y en particular de los temas agroalimentarios, porque disfruto mucho de la diversidad gastronómica de México. Me gusta mucho cocinar y aprender de dónde vienen las cosas, los platillos y sus ingredientes", concluyó.
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