Emilio Lluis Puebla: música y matemática, pasión por igual
Por Yureli Cacho Carranza
Ciudad de México. 14 de marzo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- El doctor en matemáticas Emilio Esteban Lluis Puebla, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha realizado un importante trabajo de investigación, docencia y divulgación científica a través de reconocidas editoriales a nivel internacional como la Sociedad Americana de Matemática cuyo nombre original es American Mathematical Society (AMS), la Sociedad Matemática Mexicana (SMM), Addison-Wesley, Birkhäuser y Springer.
Asimismo, es el primer pianista mexicano que interpreta el ciclo completo de las 32 sonatas para piano de Beethoven en salas de concierto. Su semblanza como músico de arte comprende 70 discos compactos y más de cincuenta DVD.
El gusto por la ciencia y la música, comentó en entrevista, le viene de familia. Sus abuelos paternos eran profesores normalistas en España, su padre estudió violín y también fue director de un coro, tocaba la trompeta, el acordeón y un poco de piano. "Del lado materno, mi abuelo era gran amante de la música de arte y mi mamá igual, aunque ninguno era músico. Yo desde los seis años comencé a tocar el piano. Respecto a la parte científica, tanto mis abuelos como mi padre, y en general toda mi familia, son académicos”.
Es autor del libro de texto Álgebra lineal, Álgebra Multilineal y K-Teoría Algebraica Clásica que en su fase final contó con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a través de la Cátedra Patrimonial de Excelencia durante 1992-1993. El doctor Emilio Lluis escribió esta obra para que estudiantes de matemáticas y física puedan crear y redactar matemática con la resolución de los problemas que presenta y el desarrollo de temas poco abordados incluso en la actualidad.
“La mayoría de las obras de álgebra lineal que hay en español son traducciones del inglés y están enfocadas a otros campos. Tanto en México como a nivel mundial, la literatura matemática en realidad es escasa comparada con otras disciplinas”.
En el “camino del bien”
El doctor Emilio Lluis Puebla siempre ha tenido interés en la ciencia y en la física en particular. "Antes de ingresar a mis estudios en la Facultad de Ciencias de la UNAM en 1972, hice un pequeño telescopio en el Instituto de Astronomía y después tomé varios cursos de física como oyente. Pensé que como estudiante había que saber muy bien matemática para hacer física pero me quedé (a manera de broma) en el camino del bien, la matemática".
Para el entrevistado resulta imposible que un matemático abarque toda su área de especialización porque "la cantidad de matemática que se crea actualmente en cinco años equivale a la de todo el siglo antepasado. Si bien los estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras pueden leer hasta cinco libros a la semana, un matemático cuando mucho podrá leer cinco páginas de un texto de matemática a la semana, porque cada renglón debe meditarse para poder comprenderlo, siendo necesario leerlo y releerlo".
Las líneas de investigación del doctor Emilio Lluis Puebla, quien entre 1984 y 1990 fue investigador nacional nivel I, son, además de la cohomología de grupos, la topología algebraica y la teoría matemática de la música; la K-teoría algebraica, de la cual explica es una de las ramas más recientes de la matemática a la que en 1986 se le dio el número 19 en el índice de clasificación de la matemática: “Es una de las áreas duras, pilar de la matemática. Utiliza una mezcla de mucha matemática para crearla y constituye un enlace entre la topología y el álgebra de manera nueva y fundamental”.
El placer de sus mayores pasiones
Debido a que la mayor parte de su vida se ha dedicado a ser matemático y músico de manera paralela, decidir cuál de estas dos actividades le satisface más, es como preguntarle si prefiere comer o dormir: "Las dos son parte de mi vida en la misma medida”; de sus dos pasiones escribe Música, Matemática y Concertismo.
“La matemática antes que ciencia, es una bella arte. La matemática es una de las bellas artes, la más pura de ellas, que tiene el don de ser la más precisa y la precisión de las ciencias. Cualquier disciplina que se precie llamar ciencia utiliza la matemática como lenguaje para interpretar sus fenómenos propios, si no los puede matematizar, no hay ciencia, hay fábula”.
A finales de los años 70 y hasta mediados de los 90, Emilio Lluis trabajó en las teorías de homotopía, cohomología, en la topología algebraica y en la K-teoría algebraica, matemática considerada totalmente pura y que entonces poco o nada tenían que ver con aplicaciones. Treinta y tantos años después se convierten en matemática aplicada.
“Para mí ha sido una sorpresa y enorme satisfacción que esa matemática teórica se ha vuelto matemática aplicada en la música y no solamente eso, se hace nueva matemática en lo que se llama teoría matemática de la música. Algo que cuando era joven nunca me esperé, que el álgebra homológica que yo estudiaba apareciera en la música. El lenguaje matemático al interpretar los fenómenos propios de la música, hace de la musicología una ciencia porque, entre otras cosas, permite la definición de sus objetos de manera precisa”.
La actividad concertística de Emilio Lluis comprende alrededor de medio centenar de conciertos anuales. Sus actuaciones incluyen giras por Sudamérica y Europa, presentando recitales en Canadá, Dinamarca, Alemania, Suiza, Portugal, República Dominicana, Costa Rica, Perú, Bolivia, Brasil, Estados Unidos y como solista de múltiples orquestas sinfónicas nacionales y extranjeras, incluyendo la Orquesta Sinfónica Nacional de La Paz y la Filarmónica de Río de Janeiro, interpretando obras como el Concierto Emperador de Beethoven, el Concierto 2 de Brahms y el segundo concierto para piano y orquesta de Rachmaninoff.
Para quien fue el más alto promedio de su generación en la maestría de matemática en la UNAM, la importancia tanto de la música como de la matemática es palpable: “¿Qué sería del planeta sin la música? La música además tiene el poder del placer y el poder del placer mueve al ser humano. La matemática también, pero solo para aquellos que se adentran en esta y son capaces de sentir placer al comprenderla. Con la música de arte pasa lo mismo, fuera de la música comercial, la música de arte requiere de un esfuerzo del oyente para que le permita obtener placer”.
El proceso creador
Aludiendo al gran filósofo, matemático y geólogo Henri Poincaré, quien durante un congreso de psicología en 1913 describió el proceso de creación matemática, el doctor Emilio Lluis Puebla afirma que el cerebro humano funciona tal como lo plantea el reconocido polímata. “Poincaré describe el proceso de creación así: primero se realiza un trabajo consciente acerca de un problema, después se dejan madurar esas ideas en el subconsciente, luego, quizás cuando menos se espera, aparece la solución y, finalmente, esta se escribe".
La actividad creativa no puede desarrollarse en horarios determinados porque el cerebro no funciona así. El trabajo intelectual de los científicos, artistas o demás profesionales no se genera igual que las actividades técnicas o mecánicas dado que las conexiones neuronales no se dan de manera inmediata. Mientras la idea ‘descansa’ en el cerebro, deben hacerse otras cosas y quizá al día siguiente, en la noche, o ante un hecho inesperado, se obtendrá la solución, explicó el catedrático.
“Lo mismo sucede con la música. Se piensa una o varias ideas, se dejan reposar y se experimenta con el pensamiento para obtener un resultado. Imagino a Ludwig van Beethoven por ejemplo, sentado frente al piano pensando qué hacer, cuáles notas usar y entonces salir, caminar, regresar y de repente le viene la idea sobre qué hacer con las notas”.
Hacen falta más matemáticos
Durante la última estadística que se realizó cuando el doctor Lluis Puebla fue vicepresidente de la Sociedad Matemática Mexicana y posteriormente presidente, en el año 2000, de poco más de 100 millones de habitantes solo había tres mil matemáticos activos en el país que laboraban en instituciones superiores.
“Los matemáticos, la investigación y la docencia en matemática es muy buena, el problema es que aun cuando existen matemáticos que hacen trabajo de investigación de primera línea, son muy pocos. Se requiere que haya más matemáticos y más científicos para crear condiciones que permitan que la técnica pueda desarrollarse, porque sin la ciencia base como son la matemática, física, química… la tecnología no puede progresar”.
El investigador refiere que es triste que muchos egresados se queden en el extranjero porque la infraestructura de nuestro país no es capaz de proporcionarles un medio digno de sustento. “En Inglaterra por ejemplo, las empresas de software están asociadas a la universidad y un estudiante de doctorado recibe un salario digno. En México hace falta favorecer el desarrollo de la creatividad para que ésta tenga éxito y esto le corresponde a todo el país”.
Opina que el éxito mayor que puede tener cualquier ser humano es permanecer vivo y que en su vida realice lo que se prouso. “En mi caso, mis aportaciones a la creación de nueva matemática, al área docente a la formación de nuevos profesionales y al ámbito de la divulgación científica, además de ser concertista, me hacen sentir muy satisfecho”.
Además de 20 libros publicados, Emilio Esteban Lluis Puebla recibió, entre otras, la medalla Benito Juárez por su destacada trayectoria científica y artística en 2003, la medalla Jaime Torres Bodet y el nombramiento de Maestro Mexicano de Excelencia por su ejemplar trayectoria profesional al servicio de la educación. También se le distinguió como Maestro Emérito de México en 2012 y en 1988 recibió la presea Sor Juana Inés de la Cruz de la asociación que lleva su nombre en el área de Música.
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