Manuel Álvarez, precursor de fotometría solar
Por Karla Navarro
Ensenada, Baja California. 10 de junio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Más de 40 años de observación del sol y las estrellas, el inicio del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de San Pedro Mártir y la fundación de la carrera de física en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) forman parte de la destacada trayectoria del astrónomo mexicano Manuel Álvarez Pérez-Duarte.
Por los múltiples méritos alcanzados y las contribuciones sociales realizadas a lo largo de su carrera, este año fue nombrado Ciudadano Distinguido por parte del Ayuntamiento de Ensenada, en la categoría de investigación científica y tecnológica.
Manuel Álvarez se ha convertido en una institución de la ciencia mexicana y especialmente la ensenadense, pues comenzó sus estudios en este puerto cuando apenas se establecían las primeras instituciones de investigación, hace casi 50 años.
Pero sus aportaciones a la ciencia no han sido únicamente desde la trinchera de la investigación, ya que participa constantemente en actividades de divulgación del conocimiento y ha impulsado políticas públicas como la denominada Ley del Cielo.
De la industria a la ciencia
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el astrónomo originario de la Ciudad de México, compartió que antes de iniciar sus estudios académicos trabajó con su padre en una fábrica textil.
Con la intención de laborar como profesional en el sector industrial, ingresó a la carrera de ingeniería química pero al cabo de tres años se percató de su interés por la ciencia y optó por cambiarse a la carrera de física, en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Desde aquella época me interesé en la física solar porque el sol es la estrella más cercana, está a unos cuantos minutos luz de nosotros y porque es un laboratorio de física muy interesante, entonces con eso empecé”, relató.
Su tesis de licenciatura consistió en el estudio de los mecanismos que forman los elementos ligeros en la atmósfera del sol, estudios que continuó con una maestría en la Universidad de Colorado en Boulder.
Como parte de su maestría, desarrolló una tesis sobre distribución de temperatura y densidad de la corona solar a partir de observaciones ultravioletas del sol, para lo que recurrió a los primeros satélites que observaban el sol, mismos que le permitieron elaborar modelos de la corona solar.
Observatorio de San Pedro Mártir
Previo a sus estudios de maestría, en 1968, Manuel Álvarez trabajó para el Observatorio Astronómico Nacional, periodo en el que intercaló su estancia entre Ensenada y la Ciudad de México.
En aquel entonces, el OAN contaba apenas con un año de labores en Ensenada y durante 1969 y 1970, Álvarez se hizo cargo de que funcionara, además de iniciar un análisis del clima en la Sierra de San Pedro Mártir para determinar si las condiciones eran las adecuadas para un observatorio.
“Durante ese tiempo estuve buscando información y le escribí al director del observatorio de Pic du Midi en Francia, este es un observatorio estelar y solar también muy importante y le pedí información, porque el director estaba analizando la información climatológica y meteorológica de varios lugares en Europa con el fin de encontrar el mejor lugar para montar el observatorio solar europeo”, recordó.
El astrónomo francés le respondió con una invitación para que acudiera a su país, donde Álvarez vivió durante ocho meses practicando la astronomía solar.
Fotometría estelar
Gracias a su estancia en Francia, el astrónomo de la UNAM se vinculó con sus colegas europeos, quienes se dedicaban al estudio de estrellas y particularmente estudiaban estrellas más calientes y más grandes que el sol.
“Los astrónomos franceses estaban estudiando estas estrellas pero les faltaban mediciones fotométricas, así es como empecé a trabajar en fotometría estelar, a partir de esa información de los franceses y lo que yo conocía como fotometría”, comentó.
De la colaboración, en la década de 1980 surgió un programa que consistió en la selección de entre 150 y 200 estrellas que observaron por aproximadamente seis años, contribuyendo Francia con mediciones espectroscópicas y México con fotometría que determinaba la curva de luz y propiedades físicas de las estrellas.
Después de esos estudios, Manuel Álvarez emprendió una nueva colaboración en la que además de astrónomos franceses participaban chinos, logrando observar desde tres lugares del planeta de manera coordinada en longitud; trabajos a los que dedicó 16 años de su carrera.
“Lo pudimos hacer porque el observatorio de San Pedro Mártir es un observatorio nacional que maneja la UNAM y que es mexicano, entonces nos dan tiempo a los astrónomos mexicanos para que observemos con mayor amplitud, con mayor tiempo, todo el tiempo que nosotros queremos”.
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