Hidrocefalia
Por Amapola Nava
La hidrocefalia -que deriva del griego hidro, agua; y céfalo, cabeza- es una acumulación de líquido dentro del cráneo, que ocasiona una presión dañina para el cerebro.
Esta condición se debe a un problema con el flujo del líquido que rodea el cerebro, denominado líquido cefalorraquídeo. Normalmente, el líquido cefalorraquídeo circula a través del cerebro y la médula espinal y se absorbe en el torrente sanguíneo. Su función es proteger al cerebro y amortiguarle los golpes.
Pero los niveles de líquido cefalorraquídeo en la cavidad craneal pueden elevarse si se bloquea el flujo de líquido, si éste no logra absorberse apropiadamente en la sangre o si el cerebro produce demasiada cantidad de él.
La hidrocefalia congénita se presenta al nacer, por problemas genéticos o alteraciones durante el embarazo. Este tipo de condición se caracteriza por que el neonato presenta una cabeza de un tamaño anormal.
Pero la hidrocefalia puede suscitarse a cualquier edad, en este caso llamada hidrocefalia adquirida, pueden deberse a traumatismos en la cabeza, derrames cerebrales, infecciones, tumores y hemorragia cerebral.
Los síntomas de la hidrocefalia pueden incluir:
- Dolor de cabeza
- Vómitos y náusea
- Visión borrosa
- Problemas de equilibrio
- Problemas para controlar la vejiga
- Problemas con el pensamiento y la memoria
La hidrocefalia puede causar daños permanentes en el cerebro y provocar problemas con el desarrollo físico y mental. Si no hay tratamiento el desenlace suele ser mortal. Con tratamiento, muchas personas llevan una vida normal, con ciertas limitaciones. El tratamiento suele incluir una cirugía para desviar el flujo del líquido cefalorraquídeo a otra zona del cuerpo donde pueda ser absorbido.
Fuente: MedlinePlus.
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