Química y sustancias en el México prehispánico
Por Tania Robles
Mucho antes de la intervención española en México, el conocimiento de las civilizaciones antiguas en nuestro territorio ya era basto, pues conocían distintos aspectos de la química y el uso de sustancias, por ejemplo las características que les tenían las sales alcalinas, mismas de las que obtenían beneficios. En sequías, las sales sobresalían de la superficie y formaban una especie de costras, misma que recibió el nombre de tequixquitl o tequesquite. Además, antíguamente se realizaban actividades comerciales del tequesquite en Iztapalapa, región cuyo significado es el pueblo donde se recoge la sal.
El tequesquite fue utilizado por los antiguos mexicanos como detergente alcalinizante ligero, para facilitar la cocción de legumbres y para la condimentación de alimentos con sal. Esta, la sal común o cloruro de sodio (NaCl) era fuertemente apreciada por nuestros antepasados, e incluso se ha llegado a pensar que era motivo de guerras entre la cultura azteca y la tlaxcalteca.
Sin embargo, esta no era la única sal que se utilizó en el México prehispánico, sino también el alumbre, la mica, el yeso y la calcita, mismas con las que se crearon colorantes, recubrieron muros y labraron columnas. Los habitantes más destacados utilizaban piedras preciosas verdes de fluorita o fluoruro de calcio, un mineral en el que México se encuentra como uno de los más importantes productores.
Otros minerales como el cristal de roca o cuarzo, la turquesa, el jade, el azabache, el ojo de gato, el rubí y el ámbar, fueron fuertemente utilizadas y labradas en aquella época. Pero los minerales también funcionaban para la elaboración de colores para pintura que se utilizaría en la cerámica, especialmente haciendo uso de óxidos de hierro. Específicamente, el color rojo que obtenían de la cochinilla o sangre de tunas, fue exportado por los españoles a todo el mundo y utilizado por siglos.
El oro era conocido como teocuitlat o el excremento de los dioses, y era considerado el símbolo del Sol.
En la construcción de armas, se empleaba el vidrio volcánico u obsidiana, además de otras resinas como el hule para usar como pegamentos en pintura y medicina.
Por otro lado, los aztecas fabricaban tejidos hechos de fibras de magueyes y agave, y hacían papel con la corteza del árbol amatl. Otra técnica importante es la obtención de azúcar que obtenían por medio de la evaporación del aguamiel y usada para su alimentación, así como la fermentación aplicada a la fabricación de pulque.
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