¿Cómo encontraron un planeta los mexicanos?
Por Tania Robles
En 2011, científicos mexicanos del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicaron el hallazgo teórico de un planeta en una zona alejada a nuestro Sistema Solar.
Todo comenzó cuando al darse cuenta de las complicaciones y dificultades de utilizar modelos teóricos para obtener información de la astronomía observacional, el doctor Jorge Cantó Illá decidió hacer su propio modelo y método computacional matemático para explicar y dar forma a los datos de las observaciones obtenidas con los telescopios de una forma más sencilla para los científicos. Para esto invitó a Elizabeth Martínez Gómez, investigadora posdoctoral del Instituto, a colaborar juntos y así obtener dicho resultado.
Basándose en algoritmos genéticos (AG), específicamente el del astrónomo canadiense Paul Charbonneau, los mexicanos decidieron simplificar la idea. El resultado fue el Algoritmo Genético Asexual (AGA) que difería en algunos aspectos del canadiense. Para concretar la idea y plasmar este algoritmo en un programa de computadora, los dos astrónomos recurrieron a otro investigador del Instituto, el doctor y radioastrónomo Salvador Curiel Ramírez.
Después de escribir el código para comprobar si funcionaba, lo compararon con el código de Charbonneau. El resultado fue tan bueno que en la prueba puesta, el AGN arrojó resultados 10 mil veces más precisas en cinco veces menos iteraciones del proceso.
Después de probar con algunos problemas no astronómicos, el equipo de astrónomos decidió probar su trabajo para calcular las características de algunos exoplanetas. Para esto se aplicó a la estrella 55 Cancri y lo que se buscaba era una vez más comprobar su funcionalidad pues ya se conocía que esa estrella registraba cuatro planetas. Los resultados fueron correctos y coincidían con lo ya reportado, por lo que los tres científicos publicaron su método de cálculo por medio del AGA en la revista Astronomy and Astrophysics.
Después de que se diera a conocer esto, varios astrónomos de todo el mundo hicieron uso y ajustaron de acuerdo a sus necesidades, el código de estos mexicanos, mismos que continuaban poniendo a prueba su AGA.
Luego, tomaron la decisión de aplicar esto a otra estrella, la Upsilon Andromedae a 44 años luz de la Tierra que se encuentra a aproximadamente 10 grados al este de la galaxia de Andrómeda. Para esto, Curiel y Cantó ya sabían que esta estrella había sido estudiada en 1997 por un equipo de astrónomos de la Universidad Estatal de San Francisco y el Centro de Astrofísica Harvard—Smithsonian, por lo que ya se habían encontrado tres planetas orbitando a su alrededor: UpsAnd b, UpsAnd c y UpsAnd d.
A principio de 2010 los mexicanos tomaron los datos de la estrella y lo aplicaron a su algoritmo de la misma forma que para 55 Cancri. El resultado que obtuvieron fue procesado y con ayuda de sus colegas Leonid Georgiev y Carlos Chávez, llegaron a la conclusión de que las señales detectadas en su modelo debían deberse a la presencia de otro cuerpo, un cuarto planeta.
Puesto que en el mundo de la ciencia se deben anunciar los resultados con cautela, el 3 de junio de 2010 los científicos de la UNAM decidieron mandar su artículo a la revista Astrophysical Journal para que fuera publicado y lo titularon como ¿Un cuarto planeta en órbita alrededor de Upsilon Andromedae?. Poco más de 10 días después recibieron respuesta del árbitro de la revista, pero no fue lo que esperaban. Además de contener correcciones cotidianas para la redacción y presentación del artículo, llegó una respuesta poco neutral que reaccionaba despectivamente refiriéndose a que era sorprendente que fueran ellos y no científicos que pasaban su vida buscando planetas los que descubrieran esto. Tras otra serie de comentarios por ambas partes, los mexicanos decidieron no publicar ahí su artículo y enviarlo finalmente a la revista Astronomy and Astrophysics.
Para este segundo intento, los investigadores tuvieron éxito y fueron publicados en enero de 2011.
Fuente: Un planeta mexicano. Susana Biro. Antología de Astronomía ¿Cómo ves?
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