Ciatec analiza los olores y su impacto en la población
Por Ana Luisa Guerrero
León, Guanajuato. 26 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- A diario detectamos cientos de olores; los que nos resultan desagradables los percibimos insalubres y, por lo tanto, contaminantes.
Para dar certeza de las concentraciones de dichas emisiones, sobre todo las que provienen de la industria, desde un laboratorio del Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (Ciatec) se trabaja para determinar los niveles de olores y si sus componentes son o no dañinos para la salud.
Se trata del único laboratorio de olfatometría en el país, que se instaló en el año 2006 bajo estándares de las normas europeas, especialmente la alemana. Su instalación surgió de la necesidad de dimensionar la problemática que representa para la ciudad de Salamanca, Guanajuato, los hedores que segrega la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) ubicada en esa zona.
Desde hace 11 años, el ingeniero bioquímico Jorge Rodríguez Sotelo se ha desempeñado en el área de medio ambiente y toxicología ambiental en el Ciatec, que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El responsable de esta área compartió con la Agencia Informativa Conacyt la dificultad de medir estas emisiones, pero a la vez la necesidad que representa contar con unidades que se enfoquen a este análisis.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo surgió la idea de instalar un laboratorio de olfatometría?
Jorge Rodríguez Sotelo (JRS): En el año 2006, en el Ciatec se tuvo la idea de que se instalara un área de olfatometría, y viene de la necesidad de la autoridad estatal de que se hiciera un análisis de lo que ocurre en la refinería. La inquietud del tema nació en Europa, en España y Alemania principalmente, que empezaron a regular las emisiones y a plantear cómo podían regular el olor, especialmente los malos olores en zonas industriales.
AIC: ¿En qué consiste la técnica que aplican para medir los olores?
JRS: Se utiliza una técnica de olfatometría dinámica, proveniente de Alemania; sirve para medir el olor en el medio ambiente. Primero se hace un estudio previo del sitio, encontramos la fuente de emisión, y se van haciendo mediciones y muestreos en sitio; se hace todo un estudio climatológico para ver hacia dónde van los vientos, su alcance desde la emisión hasta donde afecta a la población.
AIC: ¿Se basan en los olores que afectan a la población?
JRS: En efecto, principalmente nos interesa medir el olor que llega a la población, y hay una serie de factores y estudios que se tienen que tomar en cuenta para complementar el análisis porque no solamente es medir y decir “huele feo”, y en qué concentración. La técnica de la norma nos dice que para determinar una concentración de olor se mide en unidades por metro cúbico, y nos da una referencia de decir a qué huele y qué tanto; y hay un estándar que se hace con neobutanol, con una técnica estadística para hacer una referencia y se utiliza una escala de cero a seis, desde no perceptible a extremadamente fuerte.
AIC: ¿Qué estudios realizan de manera previa al trabajo en sitio?
JRS: Se usan varias herramientas para hacer toda una evaluación de una zona. En León hemos realizado estudios en rellenos sanitarios, y lo que hemos hecho es poner en un plano la información geográfica, se toman determinaciones en campo de las muestras, se hace la medición, evaluación del sitio, de cuánto tiempo olió, y se complementan con un estudio climatológico.
Y todo eso se representa en un plano en donde se pone en verde, amarillo o rojo, dependiendo las concentraciones donde encontraste los olores más fuertes. Es una forma de decirle al municipio: esta zona es de esta emisión, aquí están las concentraciones más fuertes de olor con base en estudios climatológicos, de aire, humedad, temperatura, presión; todo eso en estas fechas, bajo estas condiciones.
AIC: ¿Cómo se toman las muestras en sitio?
JRS: La nariz es el sensor; el equipo hace la extracción de la muestra, la reparte y determina la concentración. Va gente entrenada y hace una pequeña evaluación, y cada cierto tiempo, de acuerdo a lo que se determine, se toman las muestras en bolsas especiales.
Además, se hace una escala de qué tanto huele en campo de cero a seis, en cierto día y hora, con las condiciones climáticas, porque la intensidad puede cambiar al siguiente día, a la siguiente semana. En aire es muy complicado determinar todo, puedes obtener promedios y aproximaciones estadísticas para registrarlo en el reporte.
AIC: ¿El clima es uno de los factores más importantes?
JRS: Por supuesto. En Europa se hacen estudios anuales, hacen lo mismo en diferentes estaciones del año, en diferentes meses, en diferentes días, en diferente hora, es un estudio amplio de acuerdo a lo que quieras conocer. Con estudios climatológicos se puede hacer un buen acercamiento para que se determine cómo afecta el viento, la temperatura y la humedad.
AIC: ¿Los trabajos que han realizado demuestran que altos niveles de olor son contaminantes?
JRS: Una cosa es el olor, pero se han complementado con otros estudios de bioaerosoles, que es la determinación de microorganismos en el aire. En cajas de Petri los hacemos crecer para poderlos identificar, y hemos encontrado una correlación de que hay más microorganismos, incluyendo patógenos; cuando se asocian a una concentración mayor de olor no es nada más que huela feo sino todo lo que conlleva la descomposición química orgánica.
AIC: ¿Cómo se realiza el análisis en el laboratorio?
JRS: A través de la máquina alemana modelo T08 de cuatro plazas, que se compone de un compresor con filtros especiales y dos tipos de gases: uno es el aire limpio, que es el aire de referencia que se obtiene del ambiente filtrado, y el otro es el de la muestra.
Este equipo se manipula desde la computadora y se ofrece a oler a cada panelista aires en diferentes tiempos y diferentes diluciones. Así, ellos emiten una respuesta respecto a si el aire que se les presenta huele o no, y ellos nunca saben cuál es el aire de la muestra.
AIC: ¿Cuál es la base científica de esta prueba, porque parece muy subjetiva la forma en que se analiza?
JRS: Medir olores es complicado. Lo asociamos a un sensor que nos indica qué está encontrando; para evitar que se falseen los resultados, los panelistas no saben qué muestra van a oler, con el fin de que detecten a detalle los olores.
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