Música norteña, un género migrante
Por Ricardo Capilla
Ciudad de México. 3 de marzo de 2019 (Ciencia MX).- En el libro La norteña en Latinoamérica, el historiador Luis Omar Montoya Arias analiza cómo la música norteña mexicana ha trascendido fronteras hasta llegar a ser apropiada en diferentes regiones de Colombia, Bolivia y Chile.
“Aunque fue una misma música mexicana la que estudié, encontré particularidades en cada país a partir de los contextos históricos que imperan en cada uno de ellos (…) En Bolivia, la música norteña mexicana es de las élites, y en Colombia, es música de las élites antioqueñas, pero en Bogotá se asocia con pobreza y violencia”, explicó Montoya Arias.
Como ejemplo, dijo que en Bogotá, Colombia, la música norteña es asociada con el tráfico de sustancias ilegales, pero si uno se mueve a la parte de Medellín, ahí se tiene una visión más estética y compleja; en el caso boliviano, la música mexicana en general es parte de la identidad de los mestizos, pero no así de los indígenas; y en Chile, se tiene una visión romántica de la música mexicana en general.
Es doctor en historia por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), sede Peninsular, con estancia posdoctoral en la Universidad de Guanajuato. |
Asimismo, el doctor en historia indicó que la música norteña mexicana ha sufrido una dramática evolución a partir de la firma de tratados comerciales como el Tratado de Libre Comercio, y se puede observar en una disminución de la calidad y complejidad de las producciones mediante la llegada de grandes productoras estadounidenses.
“Eso explica, desde esta parte, el porqué hoy en día las músicas populares se encuentran con un escenario de música con poco contenido literario o estructuras musicales muy simples”.
Una música migrante
Aunque su nombre lo sugiera, en realidad la música norteña no tiene un origen cien por ciento de los estados ubicados más al norte de México, sino que en realidad es una música migrante que tomó elementos de diferentes regiones del país. Montoya Arias afirmó que para un gran porcentaje de los cerca de 30 millones de connacionales que viven en Estados Unidos, estas canciones son un elemento de identidad.
“Esta música se construyó con aportaciones de varias regiones, como Sinaloa en el Pacífico o Irapuato, León, Salamanca, Guanajuato y Querétaro, además de Nuevo León y Tamaulipas al noreste, que pusieron su parte fundamental. También el sur de Estados Unidos aportó, ya que un gran porcentaje de los músicos norteños se formaron musicalmente en Texas y California”, dijo.
Si bien el mariachi es la música nacional por excelencia, también es de suma importancia estudiar la música norteña porque es el último género que nació en el escenario nacionalista del México de 1950 y forma parte de la identidad de los mexicanos y resulta fundamental para entender la mexicanidad del siglo XXI, resaltó el historiador.
Agregó que, aunque es muy cierto que este género musical se ve relacionado con temáticas ilícitas, los científicos sociales y humanistas tienen la obligación de estudiarlo para poder explicar el fenómeno de sus procesos, con el fin de encontrar respuestas y soluciones a temáticas actuales.
• La norteña en Latinoamérica
Luis Omar Montoya Arias
Universidad Paulista de Brasil y Escuela Superior de Artes de Yucatán
ISBN: 978-607-9216-13-9
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