Científicos en busca de nuevas especies de fauna en la Sierra de Zongolica
Por Armando Bonilla
Ciudad de México. 20 de octubre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Han pasado 14 años desde que el Instituto Tecnológico Superior de Zongolica (ITSZ) —perteneciente al Tecnológico Nacional de México (Tecnm)— abrió sus puertas en la región de las altas montañas al centro de Veracruz. En aquel entonces, una de las tareas por atender era la escasa, e incluso nula (en algunas áreas), investigación desarrollada en la región.
En ese contexto, uno de los rubros donde la investigación era muy escasa es el relacionado con la biodiversidad de la Sierra de Zongolica; no obstante, luego de varios años de trabajo, hoy en día cuentan con un proyecto global sobre estudios faunísticos en la región. De acuerdo con Erasmo Cázares Hernández, profesor investigador del ITSZ, el objetivo es detectar especies de interés para la conservación.
Asimismo, dijo que de ese proyecto se desprenden otros donde se involucra a los estudiantes. “Tal es el caso de un proyecto que actualmente estamos realizando y que consiste en el estudio poblacional de algunas especies que puedan estar en riesgo y que se encuentren contempladas en la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2010)”.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Erasmo Cázares Hernández, quien también es responsable curador de la colección científica del ITSZ, explicó por qué es relevante contar con un proyecto global de esta envergadura en una región que no contaba siquiera con un inventario de las especies existentes y explicó el grado de avance de los estudios poblacionales de especies en riesgo que se llevan a cabo.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿En qué consiste el trabajo de investigación que están realizando en la Sierra de Zongolica?
Erasmo Cázares Hernández (ECH): Estamos a cargo de un proyecto global que incluye diversos estudios faunísticos en diferentes sitios de la Sierra de Zongolica. El objetivo principal gira en torno al estudio, manejo, conservación y aprovechamiento de los recursos naturales de la región.
Se trata de detectar especies de interés para la conservación y realizar estudios poblacionales, principalmente de aquellas especies que puedan estar en alguna categoría de riesgo dentro de la NOM-059-SEMARNAT-2010, para poder conocer el estatus de sus poblaciones y así establecer medidas o propuestas de aprovechamiento y conservación.
AIC: ¿En qué momento comienza este trabajo en la sierra?
ECH: Hablando del proyecto global, el más grande, el Estudio de la diversidad faunística de la Sierra de Zongolica, inició hace tres años y a partir de él se han desprendido otros subproyectos. Actualmente contamos con uno activo, del cual también soy responsable y que consiste en el estudio y manejo de especies amenazadas contempladas en la NOM.
Se trata de algunas especies de lagartijas arborícolas, tales como Abronia graminea y Celestus enneagrammus, otras especies de lagartijas de bosque mesófilo de montaña como Xenosaurus grandis, que se encuentran presentes en la sierra, sobre todo en aquellas zonas de aprovechamiento de madera, lo cual las pone en desventaja en relación con sus hábitos arborícolas o la pérdida de hábitat.
Hay que considerar que se trata de especies que representan un potencial económico y cultural y que no están siendo aprovechadas, por el contrario, sus poblaciones han sido mermadas también por aniquilación directa por parte de los habitantes de la sierra, debido a la creencia de que son animales peligrosos y venenosos, lo cual es totalmente falso.
Se trata de especies amenazadas e ignoradas; no obstante, forman parte de una gran diversidad que cuenta con un elevado nivel de importancia en cuanto a su conservación se refiere. Deben ser conservadas como recursos naturales potencialmente aprovechables.
AIC: ¿Qué es lo que están haciendo con estos ejemplares, en qué consiste el trabajo?
ECH: Lo que hacemos es evaluar poblaciones, a nivel de campo, junto con estudiantes de grado, estudiantes de ingeniería forestal y en desarrollo comunitario, principalmente. Se estudian atributos poblacionales de las especies, como estructura poblacional, proporción de sexos, abundancias, características morfométricas y de dimorfismo sexual, dieta y calidad de hábitat.
El objetivo es determinar la viabilidad que tienen estas poblaciones en sus zonas de estudio, sobre todo en esta etapa del proyecto; la información que se obtenga estará orientada no solo a la comunidad científica, sino también a la divulgación y educación ambiental a niveles locales y regionales.
AIC: ¿Cuáles son los otros subproyectos que se desprenden de este gran trabajo de investigación?
ECH: La base de todos los estudios radica en el inventario y monitoreo de especies, primero hacemos inventarios en diferentes puntos o municipios de la Sierra de Zongolica para conocer la riqueza específica, vamos también por grupos clave que puedan servir como bioindicadores, sobre todo por aquellos de interés forestal.
En este caso, comenzamos con anfibios, generamos un inventario de anfibios y hemos detectado especies de interés para la conservación, y cuando eso pasa, comenzamos con el monitoreo de algunas de estas especies para evaluar sus poblaciones. Los anfibios nos interesan mucho porque son indicadores de salud ambiental y nos permiten conocer el estado de los bosques en la región.
También trabajamos con reptiles y, del mismo modo, le damos seguimiento a sus poblaciones. Otro grupo importante con el que estamos trabajando es el de los quirópteros, es decir, los murciélagos.
Estos, debido a sus diferentes dietas según la especie, funcionan como dispersores de semillas, polinizadores y controladores de insectos, ayudando de esta manera a la conectividad ecológica y regeneración de ecosistemas. Por tal razón, es muy importante que la población humana de la Sierra de Zongolica conozca las funciones de cada especie dentro del ecosistema, es decir, cómo cada una de estas especies ayuda a preservar el entorno y proporciona beneficios económicos indirectos al ser humano.
AIC: ¿Cuáles son los principales hallazgos del trabajo realizado hasta el momento?
ECH: Hemos logrado registros de nuevas especies; tenemos registros de dos nuevos reptiles y dos nuevos anfibios, dos salamandras que no estaban reportadas para la ciencia. De igual forma, una serpiente que acaba de ser descrita.
Pero lo más importante, desde nuestra perspectiva, es el descubrimiento de aquellas especies con un potencial de aprovechamiento cultural y económico o de aquellas que se encuentran definidas dentro de una categoría de riesgo.
AIC: ¿Cuál es el siguiente paso tras esos hallazgos?
ECH: En este momento estamos haciendo los estudios ecológicos que nos permitan precisamente conocer las pautas para un mejor manejo. Cuando nosotros estudiamos los atributos de las poblaciones, conocemos la dinámica de estas, es decir, la funcionalidad, cómo se conforman y cómo se comportan, eso nos permite generar herramientas para un mejor manejo y conservación.
Muchas veces se tiene la idea de que lo único que se puede aprovechar del bosque es la madera y eso está muy difundido en esta región; no obstante, se puede realizar el manejo de los bosques de una manera integral y eso es lo que nosotros buscaremos transmitir.
En un manejo integral se toman en consideración todos los elementos que forman parte del bosque y sobre todo en aquellas especies y grupos asociados a actividades de interés económico. Por ejemplo, en el caso de los lagartos arborícolas, que son muy temidos por la población y los matan, no los aprovechan; no obstante, existe un mercado para estas especies donde alcanzan precios exagerados.
En ese contexto, son ejemplares que podría aprovechar la propia comunidad y hacerlo de manera sostenida y totalmente legal, porque México cuenta con un marco legal para el aprovechamiento de los recursos naturales. El problema es que esa información no la tienen las personas, no está llegando a ellas y es ahí cuando prevalecen los mitos.
Ante ello, nuestro siguiente paso inmediato radica en conocer con precisión el estatus de conservación de esas especies que ya hemos identificado como prioritarias y debemos hacerlo para después avanzar a la divulgación del conocimiento y a la implementación de programas de divulgación ambiental.
AIC: ¿Cuál es la estrategia que seguirán para llevar este conocimiento a la población de la región?
ECH: Queremos comenzar a transmitir esto a la población con productos como manuales y guías de identificación para que de alguna manera ya se vaya cambiando la perspectiva que se tiene en la región sobre la fauna silvestre, sobre todo con aquella que pueda estar en peligro y que al conservarse podría representarles un beneficio cultural y económico.
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