Al rescate del jaguar
Por Dioreleytte Valis
Tuxtepec, Oaxaca. 22 de marzo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- La Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) concluyó de manera satisfactoria el monitoreo del jaguar en la zona conocida como la Chinantla, en el estado de Oaxaca. La investigación se realizó como parte de los trabajos de conservación de ecosistemas que realiza la Conanp, a través del Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible (Procodes), con el objetivo de preservar dicha especie que se encuentra en peligro de extinción.
El estado de Oaxaca es poseedor de una amplia diversidad de flora y fauna, gracias a su ubicación geográfica que le permite albergar ecosistemas como la selva húmeda, bosque, costa y selva seca. Sin embargo, a pesar de su riqueza natural existen ecosistemas que peligran y, a su vez, especies como el ocelote, tigrillo, tortuga caguama y jaguar que se encuentran en peligro de extinción, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La Conanp, en colaboración con instituciones académicas como la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Oaxaca (CIIDIR), llevó a cabo una investigación de campo que permitió evaluar y calcular el estatus numérico del jaguar, además de estudiar su hábitat con la finalidad de diseñar una metodología que permita a la comunidad participar en la conservación de la especie.
Depredador emblemático
Para los habitantes de la zona de la Chinantla, el jaguar (Panthera onca) representa un depredador emblemático, sin embargo, debido a factores como el cambio climático y el incremento demográfico, se encuentra en peligro de extinción. En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el biólogo Otoniel Gómez Ortiz expresó que la importancia de conservar al depredador reside en que sistematiza su ecosistema, pues al encabezar la cadena alimenticia regula la población de otros mamíferos en el hábitat.
“La conservación del jaguar debe comenzar con la protección de su hábitat. El incremento demográfico y la distribución de la población humana en busca de una mejor calidad de vida han ocasionado grandes daños a su hábitat con la construcción de carreteras, la ganadería y la agricultura extensiva, la tala y la cacería ilegal, y la extracción de especies”, explicó detalladamente Gómez Ortiz.
Para no irrumpir en el hábitat del jaguar, se utilizaron cámaras-trampa las cuales funcionan a través de la detección de movimiento y calor que emite un sensor infrarrojo. Estos dispositivos tecnológicos permiten fotografiar o filmar al animal sin ser invasivas, pues incluso están diseñadas para camuflarse entre la vegetación, además poseen un flash de respuesta rápida que permite capturar imágenes de color durante el día y la noche.
En la investigación de campo participaron expertos, quienes fueron denominados monitores ambientales que con ayuda de los pobladores determinaron las características de la zona, como la altitud, hidrología, condiciones topográficas y clima.
Según datos de la Conanp, el estudio realizado arrojó que en la zona habitan una pareja de jaguares, otra de ocelotes, una hembra puma con dos crías y un par de tigrillos. Para obtener estos resultados se sistematizaron aproximadamente tres mil imágenes obtenidas de las cámaras-trampa y se realizó un minucioso análisis. En el caso del jaguar es necesario contabilizar sus marcas para establecer que no se trata del mismo animal, pues ellas fungen como una especie de huella digital y su distribución es única en cada ejemplar.
“Esta investigación contribuye al entendimiento de la diversidad biológica de la región, y con la capacitación impartida los habitantes aprenden a preservar de forma autónoma sus recursos naturales”, comentó el biólogo.
Ecosistema en peligro
La permanencia del felino es de suma importancia para mantener las condiciones ecológicamente sanas, por lo que es preciso trabajar en conjunto con las comunidades. El monitoreo muestra que el jaguar regula la población de otras especies nativas de la zona como el tejón (Nasua narica), ardilla (Sciurus SP), armadillo (Dasypus novemcinctus), conejo (Oryctolagus Cuniculus) y zerete (Dasyprocta mexicana).
El director regional de la Conanp, Alberto Ruiz, trabaja actualmente en el desarrollo de estrategias incluyentes para las comunidades pertenecientes a la Chinantla, que permitan la conservación de sus ecosistemas sin resultar invasivas.
Una de las estrategias acordadas para la preservación del jaguar es mantener unidas las áreas destinadas voluntariamente para la conservación (ADVC) mediante corredores biológicos, ya que al estar contempladas se mantendrá una mayor cubierta forestal lo que favorece el desplazamiento del felino. Además, se acomete implementar actividades productivas amigables con el ecosistema, como es la captura de carbono.
A mediano plazo se espera que las comunidades de forma autónoma se comisionen para preservar sus ecosistemas, recibiendo capacitación por parte de expertos de instituciones como la Conanp, quienes implementan campañas de concienciación ambiental para lograr la coordinación de esfuerzos entre gobierno y sociedad.
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