Estudian impacto de los cigarros electrónicos en adolescentes mexicanos
Por Carmen Báez
México, DF. 14 de octubre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Pese a que en México la promoción y venta del cigarro electrónico es una actividad prohibida, es el producto que resalta por su impacto en adolescentes.
Recientemente, y como parte de los trabajos de investigación del proyecto Tabaco, cine y jóvenes en Latinoamérica, investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) iniciaron este año un estudio que tiene como objetivo conocer la actitud e información existente sobre tabaco, alcohol y otros productos relacionados entre los adolescentes.
El estudio involucró la participación de más de 10 mil adolescentes de primer grado de secundaria de entre 12.4 años de tres entidades del país: ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, a quienes se les dio una breve descripción acerca del cigarro electrónico. Posteriormente se les aplicó una encuesta para determinar su conocimiento de este producto y si lo habían probado.
De ellos, 51 por ciento dijo conocer los cigarros electrónicos; 10 por ciento reportó haberlo probado y cuatro por ciento no ha probado otros productos de tabaco como cigarros convencionales.
En entrevista, Inti Barrientos Gutiérrez, adscrito al Departamento de Investigación para el Control del Tabaco del INSP, dijo que como parte de este estudio también se midió la actividad de Internet o el acercamiento de nuevas tecnologías. Lo anterior permitió conocer la susceptibilidad y la relación con el consumo de otros productos de tabaco o nicotina. En este contexto, señaló que los adolescentes no fumadores tienen mayor conocimiento sobre los cigarros electrónicos en comparación con los adultos fumadores.
“Nos dimos cuenta que este producto funciona en los jóvenes porque ellos tienen acceso a Internet, donde hay información al respecto. De esta forma los jóvenes están superando a sus padres en relación con las barreras que pudieran ponerles. Lo anterior advierte que este producto es una puerta de entrada de los jóvenes sanos y no fumadores en la adicción a la nicotina, ya que quienes usan este producto tienen más riesgo de fumar cigarrillos convencionales”, expresó el doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Cigarros electrónicos, un problema para la salud
Veinte por ciento de los jóvenes encuestados consideró esta herramienta menos dañina que el cigarro convencional; sin embargo, a pesar de que el cigarro electrónico se ha propuesto como una alternativa sana en comparación con el tabaco tradicional, algunos estudios internacionales han descubierto sustancias cancerígenas en estos productos, incluso en aquellos que dicen no tener nicotina, señaló el especialista en marketing comercial, político y social.
“Tiene un impacto fuerte en el factor pulmonar de los individuos y por otra parte contiene sustancias que aún se desconocen, pero que pudieran tener efectos cancerígenos y de otro tipo que dañan la salud tanto para quienes lo utilizan como para las personas que están a su alrededor”, subrayó.
Reconoció la nula existencia de evidencia científica que permita afirmar que los cigarros electrónicos son menos dañinos en comparación con los convencionales. Lo anterior ha motivado que países como Estados Unidos, México y Reino Unido trabajen en proyectos enfocados en la materia.
“Es un problema muy nuevo ya que el cigarro electrónico tiene cerca de 10 años en el mercado, y apenas comenzamos a ver cuáles son los efectos que puede tener. El cigarro electrónico se ha promocionado como un artículo que sirve para la sensación de tabaco, pero los estudios que hasta ahora se han realizado muestran que es un mal sistema para dejar de fumar”, dijo.
“Al estar los jóvenes mucho más al tanto de este sistema nos indica que en realidad funciona como puerta de entrada a la adicción de la nicotina, por lo tanto el fenómeno debe ser considerado dentro de nuestras políticas públicas. Este tipo de trabajos son esenciales para tomar decisiones informadas, por un lado que protejan a la población y por otro lado a nivel de persona”, concluyó.
El proyecto, primero en su tipo en México, dará seguimiento a la muestra de 10 mil alumnos durante los próximos años, con la idea de ver el efecto a la salud del consumo de los cigarros electrónicos a largo plazo.
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