Pixqui: plataforma mexicana de pruebas satelitales
Por Tania Robles
San Luis Potosí, San Luis Potosí. 18 de agosto de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Todo objeto que sale de la superficie terrestre hacia el espacio requiere pruebas y certificación de seguridad y funcionalidad. Esto debido a las condiciones físicas que se presentan al abandonar bajas alturas. En consecuencia, un grupo multidisciplinario de científicos liderado por el doctor Gustavo Adolfo Medina Tanco del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se dio a la tarea de crear una plataforma de pruebas espaciales.
Esta plataforma ya funcionó en su primera etapa en 2013 y sirvió para evaluar componentes del satélite meteorológico diseñado en el Centro de Alta Tecnología de la UNAM.
Para este primer vuelo de Pixqui, se trabajó en colaboración con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), institución que agregó en una de sus pruebas con globos estratosféricos ya previstas la plataforma de pruebas satelitales Pixqui. El uso de estos globos se relaciona con el bajo costo que generan —en comparación del uso de cohetes— y con la mayor facilidad en la recuperación de la carga.
Si bien las pruebas de validación de sistemas o elementos electrónicos que viajan al espacio todavía no tienen cabida en México, el equipo coordinado por Medina Tanco elaboró todos los sistemas y pruebas a que fue sometido su proyecto antes de ser probado con ayuda de la NASA. Para esto trabajaron en la creación de sus propias pruebas de vacío y de temperatura.
“Pixqui es básicamente la parte del sistema de procesamiento, computadora, sistemas de potencia para la misma plataforma y para la carga, sistemas para leer y manipular los sistemas del objeto y luego la comunicación e interfase que se tiene con la plataforma de la NASA, además del espacio para almacenar la carga que será evaluada”, afirmó el doctor del ICN.
El trabajo de Medina Tanco y su equipo, además de fungir como creador de tecnología mexicana, “pretende apoyar el desarrollo de infraestructura y formación de recursos humanos necesarios para que seamos capaces de producir la próxima generación de satélites mexicanos con tecnología totalmente desarrollada en nuestro país”, afirma un boletín de la UNAM.
“La idea y proceso comienza cuando el cliente mexicano tiene una carga de más de tres kilogramos y quiere probar y validar que puede funcionar en el espacio, entonces nosotros lo integramos a Pixqui, después se manda a Estados Unidos para que gente del equipo lo instale, vuele y recupere. Luego traemos la carga de regreso. Les facilitamos y simplificamos la tarea”, comentó el entrevistado.
En colaboración con el ICN trabajó el Instituto de Ingeniería y la Facultad de Ingeniería de la UNAM, también la Red de Ciencia y Tecnología Espaciales (Redcyte) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Agencia Espacial Mexicana (AEM).
Por ahora, los científicos e ingenieros involucrados se encuentran en el mejoramiento de la plataforma para que, posiblemente en 2016, sea lanzada y probada de nueva cuenta. Posteriormente, se evaluará si su funcionamiento es viable, cuando ya ofrezca sus servicios de manera general.
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