De los algoritmos de optimización al diseño de celdas solares
Por Nistela Villaseñor
México, DF. 14 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Es importante tener claro que aquel que toma la decisión de dedicarse a la investigación, va a hacerlo por el resto de su vida. Así lo afirmó Diego Alberto Oliva Navarro, becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), quien el pasado mes de abril obtuvo el grado de doctor en Ingeniería Informática por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
“Una vez que uno empieza a trabajar aquí ya no hay marcha atrás. Si uno está convencido de que esto es lo que quiere hacer, las cosas son demasiado sencillas”, mencionó en entrevista.
Oliva Navarro, quien concluyó en tres años y medio el doctorado, sugirió a las personas que tienen interés en continuar estudios de posgrado que se acerquen a Conacyt: “No se desanimen. Los resultados existen. Los becarios y graduados como yo somos ejemplo de ello”.
Consideró que lo más difícil de solicitar una beca son los trámites, pero eso “no se acaba nunca”. “Muchas de las cosas que a veces nos desaniman es ver tantos papeles que tenemos que llenar, pero una vez que uno inicia, lo pesado se olvida”, reiteró.
Investigación actual
El becario de origen jalisciense continúa en España en espera de recibir su título y con su proyecto en activo. “Trabajo con algoritmos de optimización y sus aplicaciones a diversas áreas de la ingeniería. He realizado implementaciones en temas de procesamiento de imágenes, señales digitales y para el diseño de celdas solares”, detalló.
Como lo refirió Oliva Navarro, este tipo de algoritmos metaheurísticos son técnicas que simulan los comportamientos de la naturaleza para dar solución a problemas matemáticos, modelados de forma tal que se puedan encontrar soluciones óptimas.
“En específico, para mi tesis doctoral, trabajé con métodos que simulan el comportamiento de la atracción y repulsión de cargas eléctricas (electromagnetismo). También empleé técnicas inspiradas en la improvisación musical y una más que simula el comportamiento de las abejas para buscar nuevas fuentes de néctar”, explicó.
Los algoritmos con los que trabaja el investigador mexicano se han aplicado para localizar glóbulos blancos en imágenes médicas, para segmentar las imágenes, detectar patrones o plantillas en estas, y para el diseño de celdas solares, entre otros, abundó.
“No todos los algoritmos fueron desarrollados propiamente por mí. Lo que hice fue adaptar los problemas y modificar algunos de ellos para hacerlos más eficientes. Todo el tiempo se buscan soluciones hasta que se logra encontrar la que se considera mejor, de acuerdo al propio ser humano o al propio problema”, afirmó.
De la tesis doctoral de Diego Alberto Oliva Navarro surgieron unos 10 artículos académicos. “Era requisito del doctorado tener al menos dos (artículos). Me centré en que la mayoría de mi trabajo fuera de esa calidad. Son estándares”, comentó.
Planes a futuro
El investigador mexicano manifestó que le gustaría regresar a Jalisco para incorporarse a la Universidad de Guadalajara (U. de G.): “Aplicar en convocatorias de repatriación y ver las opciones que me pueden ofrecer tanto las universidades ahí o en otras partes del país”.
El ahora doctor en Ingeniería Informática por la UCM manifestó que el conocimiento adquirido durante sus estudios en España, gracias a la beca del Conacyt, tiene cabida en el ámbito científico nacional.
“Existe el plan de continuar con estas técnicas pues es un área que me gusta mucho y ha ido evolucionando en diferentes sentidos: desde la modificación de los propios algoritmos para hacerlos más rápidos –con esto han surgido más propuestas mías– hasta la creación de mi propio método, que es lo que tengo como plan a futuro”, señaló Oliva Navarro.
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