Depósito atmosférico seco
Por Amapola Nava
El depósito seco se compone de partículas ácidas gaseosas o sólidas suspendidas en el aire, que pueden ser arrastradas por el viento y chocar contra las construcciones. Es el clásico polvo grisáceo o negro que podemos ver en las ventanas o en los árboles, detalla David. A. Gay, director de del Programa Nacional de Deposición Atmosférica de los Estados Unidos (NADP, por sus siglas en inglés).
Aunque como fenómeno contaminante es mucho más conocida la lluvia ácida, los sólidos ácidos suspendidos en el ambiente son una fuente importante de contaminación ácida.
David A. Gay, detalla que el depósito seco es un elemento muy difícil de medir. Para ello, debe calcularse la cantidad de material depositado en cada uno de los elementos con los que podría haber chocado o en donde podría haber caído. Y aunque ya hay algunos intentos por establecer metodologías adecuadas, todavía falta mucho para perfeccionar estos métodos.
“Imagina que estás caminando por un bosque y una nube de contaminantes pasa por él. Los contaminantes quedarán en los árboles, y cuando llueva el agua los lavará y los deposita en el suelo. Pero además, en otoño, cuando las hojas caigan llevarán mucha más contaminación ácida, incluso más que con la lluvia”, explica el investigador.
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