Por Tania Robles
José Antonio Alzate (1737-1799) fue un sacerdote y pariente de Sor Juana Inés de la Cruz, precursor de la divulgación científica en México. Fundó el primer periódico cultural mexicano, el Diario Literario de Alzate en 1768. Se dedicó al estudio de la física, química, matemáticas, astronomía, botánica, filosofía y literatura.
En su honor fue fundada la Sociedad Científica Antonio Alzate en octubre de1884, tiempo en el que la ciencia mexicana recibió gran impulso por las corrientes positivistas de la época. A finales del siglo XIX, la ciencia que se hacía en México era mayoritariamente realizada por investigadores y profesionistas independientes, en menor cantidad por universidades o institutos científicos y literarios, y otra parte por instituciones educativas católicas y evangélicas.
Por esto, la Sociedad Científica Antonio Alzate tuvo gran importancia en el desarrollo de la ciencia en el país, incluyendo el uso de los primeros Observatorios Meteorológicos del país.
Dicha Sociedad “fue fundada con el exclusivo objeto de cultivar las ciencias matemáticas, físicas y naturales, en todos sus ramos y aplicaciones, principalmente en lo que se relaciona con el país”.
La Sociedad Científica Antonio Alzate presentaba mensualmente memorias o trabajos científicos originales y se relacionaba con otras Sociedades e Institutos y profesores nacionales e internacionales. Formó colecciones de historia natural, aparatos científicos y una biblioteca especializada. También trabajó en expediciones en México para la toma de datos geológicos y topográficos, así como para realizar observaciones meteorológicas. Algunas de estas expediciones fueron a los cerros del Tepeyac, Gachupines y Guerrero en 1881 y al monte del Ajusto en 1882.
La Sociedad estuvo dividida en secciones de investigación: Sección de ciencias matemáticas, Sección de ciencias físicas, Sección de ciencias naturales y Sección de ciencias diversas.
Gracias al apoyo de sus miembros, como de Alfonso Herrera, director de la Escuela Nacional Preparatoria, se obtuvo acceso al Gabinete de Historia Natural para la clasificación de insectos y plantas.
Algunas de las contribuciones científicas de la Sociedad fueron:
Acerca de la naturaleza, propiedades, producción y usos del Ozono, por el Socio Fundador Rafael Aguilar en 1885. Resumen general de las observaciones metereológicas, por Guillermo B. y Puga en 1884. Estudio químico sobre el carbón, por A. Solorzano en 1884. Ligeros apuntes para el estudio del carácter, distribución, formación y periodicidad de las lluvias en México, por R. Aguilar en 1884. Cálculo de un eclipse de Luna, por G.B. y Puga en 1884.
Fuentes: