Crearán mapa de riesgo de dengue y chikungunya
Por Ameyalli Villafán
México, DF. 14 de agosto de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Con el objetivo de crear un mapa de riesgo nacional sobre la plaga de dengue y chikungunya, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y la Agencia Espacial Mexicana (AEM) trabajan en conjunto una investigación en el área de la geomedicina. Se trata de un proyecto que cuenta con financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
A través del Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento de Información Fitosanitaria (LaNGIF) de la Coordinación para la Innovación y Aplicación de la Ciencia y la Tecnología (Ciacyt) de la UASLP, los geógrafos Jorge Castorena Vázquez y Gustavo Muñoz buscan localizar los puntos donde el mosquito transmisor está presente, tanto en el estado de San Luis Potosí como en todo el país.
De acuerdo con información del Laboratorio de Geoprocesamiento Epidemiológico en Ambiente y Salud (LaGES) de la UASLP, los mapas de riesgo “ofrecen un panorama integrado de qué, cuándo y dónde, así como la afectación de las enfermedades en México”. Estos, además, proporcionan una visión espacial de los sitios que pueden o podrían ser afectados por dichas enfermedades.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la coordinadora técnica del LaNGIF-Ciacyt, Guadalupe Galindo Mendoza, explicó que el proyecto comenzó en 2010 con un monitoreo vía satélite de zonas marginadas y afectadas y se realizó un índice entre mapas y diversos datos que recopila el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con lo cual determinaron las zonas de mayor reproducción y afectación del insecto.
Problemas de salud pública
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el dengue es una infección transmitida principalmente por la especie de mosquito hembra Aedes aegypti, y en México representa un problema de salud pública.
En el caso del chikungunya se trata de una enfermedad viral que se transmite por la picadura del mosquito portador del dengue y se caracteriza por dolores articulares. De acuerdo con la OMS, la fiebre chikungunya se ha detectado en más de 60 países.
En México los focos epidémicos están en Chiapas, Veracruz, Campeche y Tabasco, pero se han detectado casos en Nayarit, San Luis Potosí y algunas zonas de Jalisco. “Sin embargo, no se emiten alertas oportunas porque están afectando muchas zonas de turismo internacional”, añadió la investigadora de la UASLP.
Asimismo, la especialista argumentó que “estas apariciones en climas desérticos se deben al cambio climático y a la plasticidad y capacidad que tienen los insectos de transformarse y adaptarse. El clima y las temperaturas ya no son una barrera. Las poblaciones más vulnerables de infección son las que viven en alta marginación, que tienen piso de tierra, sin drenaje y sin agua (…) El 21 por ciento de nuestra población, aproximadamente cuatro millones de familias, sufre este tipo de carencias".
Alianza con la AEM
Mediante el uso de diversos recursos tecnológicos como imágenes de satélite, sistemas de información geográfica y teléfonos inteligentes que permiten levantar información en campo en tiempo real, los investigadores relacionan variables que permiten el desarrollo del mosquito en algún lugar.
“Queremos desarrollar una plataforma en tiempo real con la Agencia Espacial Mexicana dentro del campo de la geomedicina. Con base en análisis de características geográficas, demográficas y sociales en relación con el análisis espacial, se dará seguimiento a estas problemáticas. Además estudiamos las características del paisaje que determinan las invasiones y las enfermedades. Son tres sanidades las que hemos denominado como ‘paisaje epidemiológico’: la salud agrícola, la forestal y la humana”, señaló Galindo Mendoza.
Otra parte vital del proyecto es crear talleres participativos en las comunidades afectadas para que conozcan el riesgo del dengue y del chikungunya, ya que los principales entornos donde se encuentra el mosquito es en espacios que sirven como depósitos de agua (llantas, unicel, basura, chatarra).
El proyecto es, además, interdisciplinario. “Lo que hacemos es no solamente complementar las diversas disciplinas, sino desarrollar metodologías en conjunto. En cuestiones de geomedicina hay epidemiólogos, geógrafos, geomáticos, informáticos y biólogos, pero lo más importante también son los antropólogos que nos acercan a las comunidades”, agregó la especialista, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), nivel I.
De acuerdo con Galindo Mendoza, en colaboración con la AEM buscan generar imágenes de satélite con mayor resolución espacial para hacer un monitoreo continuo de los focos epidémicos donde se encuentran las enfermedades. En cuanto al trabajo en conjunto con dicha dependencia detalló que han colaborado en diversos foros. “Volver a tener una Agencia Espacial Mexicana es un gran logro de nuestro país”, finalizó.
Para conocer más sobre el proyecto, visita la página del Laboratorio de Geoprocesamiento Epidemiológico en Ambiente y Salud. |
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