¿Sabías que… 7 de cada 10 mexicanos son obesos?
Por Yureli Cacho Carranza
Consumir azúcar en exceso, no ejercitarse todos los días, además de la genética y otros factores como la publicidad que incita al consumo de comida rápida o de alimentos procesados no saludables, aparte del sedentarismo por el uso indiscriminado de videojuegos, tabletas digitales, etcétera; son causales de sobrepeso y obesidad. En ese sentido, la doctora en ciencias, Marcia Hiriart Urdanivia, nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), recomienda una dieta balanceada de acuerdo a la edad, reducir al máximo la ingesta de edulcorantes y sobre todo, hacer ejercicio habitualmente para evitar enfermedades.
Las personas con gordura pueden engendrar hij@s con tendencia al sobrepeso y la carga genética también predispone a la diabetes. El exceso de grasa corporal alrededor de la cintura, es decir, la obesidad central o abdominal conlleva a tener hipertensión, aumento de triglicéridos o colesterol, resistencia a la insulina, entre otras afecciones que generan síndrome metabólico y por el cual el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2, padecimientos cardiovasculares o hasta algunos tipos de cáncer incrementa. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la presencia de diabetes se debe, hasta en 90 por ciento, al exceso de peso corporal y a la falta de actividad física.
Conforme a lo anterior, la especialista en biofísica Marcia Hiriart Urdanivia, señala que comer de manera abundante y sobre todo alimentos azucarados, propicia mayor secreción de insulina, hormona encargada de regular la cantidad de glucosa en la sangre. La acumulación de insulina en la sangre o hiperinsulinemia, ocurre cuando el páncreas segrega cantidades anormales de insulina, con la finalidad de que los niveles de azúcar en el torrente sanguíneo estén dentro de los rangos adecuados, o sea entre 60 y 100 miligramos por decilitro. Arriba de 100 y hasta 125 mg/dl indica problemas metabólicos. Superados los 125 miligramos por decilitro, significa que ya existe diabetes mellitus tipo 2.
De manera que la directora del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Hiriart Urdanivia, junto con su equipo de trabajo, realizaron una investigación con modelos animales —ratas Wistar macho de dos meses de edad— encontrando que, luego de darles de beber agua azucarada durante dos meses, las ratas subieron de peso, pero a los cinco meses su obesidad ya era severa. Asimismo, los animales desarrollaron síndrome metabólico semejante al de los humanos: grasa corporal, obesidad central, hipertensión, desorden de lípidos circulantes —es decir triglicéridos o colesterol en sangre elevado— además de intolerancia a la insulina e hiperinsulinemia.
Este estudio confirma que la ingestión inmoderada de azúcar contribuye al sobrepeso y obesidad, de ahí la recomendación de la doctora Marcia Hiriart de evitar el consumo de refrescos y bebidas azucaradas. Es mejor cubrir el requerimiento diario de azúcar a través de frutas y verduras. Al dejar de darles agua endulzada, los roedores mostraron descenso en el apetito, así como una disminución lenta y progresiva de peso, aunque sin alcanzar su talla normal. Una vez que se les volvía a ofrecer líquido azucarado, lo preferían al natural, lo que entonces también sugiere adicción.
México tiene el segundo lugar en obesidad a nivel internacional. De acuerdo con la Federación Internacional de Diabetes (FID), más de 415 millones de personas en el mundo padece diabetes y en 23 años la cifra podría aumentar a 642 millones. En 2004, 3.4 millones de personas en el mundo fallecieron como consecuencia del exceso de azúcar en la sangre. La OMS estima que, de no mejorarse la alimentación y practicar deportes con regularidad, los decesos por diabetes seguirán multiplicándose.
Fuente: Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).