Héctor T. Arita y sus crónicas de la extinción
Por Mercedes López
Ciudad de México. 4 de octubre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Orgulloso por haber obtenido el III Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo, el biólogo Héctor T. Arita fue galardonado por su obra Crónicas de la extinción. La vida y la muerte de las especies animales, un texto de divulgación con escritura clara y precisa.
El galardón fue otorgado en el marco de los 30 años de la colección La Ciencia para Todos del Fondo de Cultura Económica (FCE) y la obra se integrará a la serie conformada, hasta septiembre de 2016, por 239 títulos.
“La satisfacción que tengo al recibir el premio es continuar con una tradición en el medio científico que ya tiene 30 años. El reconocimiento significa que sí logre mantener esta tradición, esta idea que surgió hace 30 años de presentar la ciencia, los últimos descubrimientos que hay en los diferentes aspectos, enfocado al público en general principalmente en los jóvenes. No solo transmitir el conocimiento, o la información o los datos como tal, sino generar el gusto por la lectura”, expresó el investigador Héctor T. Arita, en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
Recordó que su interés por leer los libros de la colección fue cuando se encontraba en la licenciatura. “Leí muchos títulos en esa época, me interesaba el tema de los fósiles; sin embargo, al leer cada obra, disfruté y gocé de la lectura. Por ello los jóvenes deben acercarse a la colección, porque seguro van a satisfacer su curiosidad y van a desarrollar el gusto por escribir ciencia o estudiar alguna ciencia”.
Aceptó que cuando salió la convocatoria del premio le interesó mucho, y esto representó un gran reto de cómo escribir un manuscrito que estuviera a la altura de los primeros autores de la colección y cómo reflejar un trabajo original, no solo en un lenguaje posible para los jóvenes sino mantener el rigor científico y presentar los avances más recientes de la ciencia.
“Retomar la metáfora de Luis Felipe Rodríguez de su libro Un universo en expansión, de cómo lograr esta expansión cuantitativa no solo en números, sino representar algo original, pero manteniendo los estándares que marcan la colección”.
Para el investigador, lo que motiva a la mayoría de los científicos a escribir divulgación es transmitir esa pasión por descubrir cosas, ya que eso es innato, porque desde pequeños tenemos curiosidad de entender cómo funcionan las cosas y esta colección ha servido para que muchas generaciones tengan acceso a esa información de los avances científicos, y a ese gusto por acercarse a la ciencia.
Gusto por la ciencia
El doctor en ecología por la Universidad de Florida, Gainesville (1992), dijo que lo que motiva a la mayoría de los científicos a escribir divulgación es transmitir esa pasión por descubrir cosas, ya que eso es innato. “Desde pequeños tenemos curiosidad de entender cómo funcionan las cosas y esta colección ha servido para que muchas generaciones tengan acceso a esa información de los avances científicos, y ese gusto por acercarse a la ciencia”.
Destacó que algo que se discute mucho en la actualidad es si la ciencia tiene o debe ser parte de la cultura, y su respuesta es que debería serlo, ya que la idea es que el lector de un libro de esta colección debería no solo aprender de los temas abordados en el libro, sino disfrutar de la lectura, tener el placer de la lectura y de la expansión de conocer cosas nuevas.
La extinción de las especies
El ganador resaltó que el interés por escribir sobre la extinción de los animales es un tema que está relacionado —parcialmente— con la investigación que realiza y que en algunos cursos que imparte hay un fuerte componente de extinciones, entonces el material técnico lo conserva desde hace tiempo. Sin embargo, otro aspecto que le ha llamado la atención ha sido escribir artículos de divulgación científica.
El libro presenta, a través de historias de los animales que se extinguieron, historias de los investigadores que hacen descubrimientos sobre procesos de extinción. “El primer capítulo es la historia de las tortugas gigantes de las Islas Galápagos, el libro abre con la historia de una tortuga en particular que fue el último individuo en su especie. Desde los años 60 se cree que todas la tortugas de esta especie murieron sin dejar descendencia y quedó un solo individuo que tiene como nombre el Solitario George. Habla de cómo lo encontraron, hubo esfuerzo para encontrar especies para poder reproducir, pero nunca hubo hembras de su especie, se intentó cruzar con tortugas de otras especies pero no se logró. George murió en el 2012 y se extinguió la especie”.
Explicó que este tipo de relatos constituye Crónicas de la extinción, pero también hay historias sobre mamuts, dinosaurios que no pueden faltar, mastodontes, homínidos y ballenas.
“Otro capítulo habla sobre las extinciones actuales causadas por la actividad humana, en la que se hace una distinción muy importante entre la extinción natural, que es un proceso que a lo largo de los millones de años se ha producido, pero en las últimas décadas o cientos de años, la actividad humana ha provocado la extinción de otras especies. Además de cuáles son las implicaciones para la conservación de la diversidad y qué se puede hacer para evitar estas extinciones no naturales”, agregó.
El libro está dirigido a estudiantes de preparatoria y estudiantes de los primeros semestres de la carrera a nivel licenciatura.
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