Impulsan la vocación científica en niños y jóvenes
Por Verenise Sánchez
México, DF. 4 de febrero de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Mediante el desarrollo de programas informáticos que conjugan el conocimiento con actividades lúdicas interactivas, la empresa Galileo impulsa e incentiva, desde hace más de una década, la cultura científica entre niños y jóvenes mexicanos.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Emma Calderón Alzati, directora adjunta de Galileo, indicó que la empresa “busca motivar a los niños y jóvenes a pensar y a ser más curiosos".
El objetivo es despertar la vocación científica desde pequeños y cambiar así la idea equivocada de que la ciencia es aburrida o complicada, explicó.
Desde 2003 la empresa, con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a través del Fondo Mixto Gobierno de Veracruz-Conacyt , ha desarrollado programas de cómputo para que los niños y jóvenes aprendan de manera interactiva álgebra, geometría analítica, física, biología, historia, química y español.
Detalló que estos programas fueron desarrollados por especialistas en las diferentes disciplinas que se abarcan, así como por pedagogos y diseñadores gráficos, para hacer materiales útiles y atractivos.
Aprende y juega
En la serie de 30 programas o "laboratorios" cibernéticos desarrollados por Galileo, los niños pueden practicar una y otra vez un experimento y ejercicio, hasta que ellos mismos determinen la lógica o secuencia científica que lo sustenta. En el aula, los profesores ya utilizan el software como herramienta de apoyo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
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Por ejemplo, "en el laboratorio de biología hay un simulador de un vivero en el que los niños pueden escoger qué planta sembrar de los cinco cultivos principales del país (frijol, maíz, trigo, caña de azúcar y arroz); asimismo, eligen en qué época del año y en qué parte del país la siembran", comentó Calderón Alzati.
Dependiendo de estas variables, los niños obtienen cierta cantidad de "cosecha" y se les presenta una gráfica de la humedad, la luz y el clima que ellos eligieron, para que puedan analizar la combinación de estos factores y puedan modificarlos para optimizar sus "cultivos", agregó.
"Con este simulador los niños desarrollan su pensamiento científico, ya que deben observar, registrar datos y analizar las gráficas que se les presentan para que, a través de prueba y error, mejoren sus experimentos", tal y como sucede en los laboratorios de verdad, indicó la directora adjunta de Galileo.
Además, con estos programas los niños deben aplicar diferentes disciplinas, por ejemplo en el caso del vivero, vinculan matemáticas, biología, agricultura y geografía.
"Este es holístico, es decir, no solo se ve un aspecto, sino que se suman varias materias en un problema de la vida real para que ellos comprendan cómo funciona y cómo se interrelacionan las variables", agregó.
Calderón Alzati añadió que la relevancia de este modelo educativo y de aprendizaje es que, además de acercarlos a la ciencia, los niños también puedan desarrollar la capacidad de la perseverancia que tanto necesitan los científicos.
Ya que investigadores como el mexicano Gerardo Herrera han manifestado que "un gran científico no es aquel que tiene buenas ideas, sino aquel que tiene una gran tolerancia a la frustración y no se cansa de intentarlo una y otra vez, hasta que logra su objetivo".
La directora adjunta de Galileo señaló que a casi 12 años de que surgió esta empresa, sus programas se han comercializado en gran parte del país, principalmente en el estado de Veracruz y en el Distrito Federal, y los resultados han sido positivos.
"Las escuelas, tanto públicas como privadas que ya utilizan nuestros programas, han logrado mejorar sus evaluaciones en diferentes materias como matemáticas, en la llamada prueba Enlace", resaltó.
Asimismo, este programa ha tenido buen impacto a nivel internacional, ya que con apoyo del Conacyt la empresa presentó su innovación en TechBA, una aceleradora de empresas de tecnología con sede en Estados Unidos.
"Presentamos, ante investigadores de diversas partes, nuestros servicios y desarrollos tecnológicos, y se quedaron realmente sorprendidos de que en México se hicieran productos de este tipo", expresó.
Debido al concepto, diseño e impacto de estos y servicios, la Universidad de Ibagué, ubicada en el departamento de Tolima, Colombia, ya busca que esta empresa mexicana le haga transferencia tecnológica, indicó Calderón Alzati.
Este obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.