Finaliza Simposio sobre Los Sentidos

EL COLEGIO NACIONAL

 Comunicado de Prensa

28 de octubre de 2016 

• El seminario reunió en El Colegio Nacional a investigadores de México y Alemania para explorar los mecanismos fisiológicos de la percepción. 

El día de ayer finalizaron las actividades del seminario Los sentidos, organizado por El Colegio Nacional y el Humboldt Kolleg, que reunió a investigadores y académicos, en el marco del Año Dual México – Alemania. A lo largo de cuatro días, los cinco sentidos fueron explorados y analizados desde una perspectiva transcultural y transdisciplinaria

En la primera conferencia de la última jornada de trabajo, Ranulfo Romo, miembro de El Colegio Nacional, habló sobre la representación cerebral de la experiencia y la toma de decisiones, fundamentales para la percepción. El neurofisiólogo compartió el trabajo que ha realizado en monos para estudiar los circuitos cerebrales y su funcionamiento: 

“El problema es encontrar el verdadero enlace de estos circuitos: la experiencia está ahí y una pequeña perturbación hace que todos estos circuitos empiecen a interactuar y a dialogar entre ellos, dando como producto nuestra actividad mental, que todos pensamos automática”, señaló, “este es un problema del tamaño del universo, del tamaño de lo que investigan los astrónomos; de esto emana toda conducta subjetiva, nuestra educación y la experiencia que adquirimos a través del entrenamiento de nuestras neuronas”. 

Ismael Herrera, del Departamento de Anatomía de la UNAM, abordó algunos aspectos relevantes del dolor, tema vigente e importante para la humanidad que se manifiesta de múltiples maneras. El investigador refirió que el dolor, desde estímulos del exterior o propioceptivos, alcanza la corteza cerebral o cerebelosa, dando señales de alerta; el dolor conecta a las redes neuronales con la médula espinal y el sistema nervioso. 

En la tercera conferencia, Fernando Barrios, del Instituto de Neurobiología de la UNAM, demostró cómo la corteza somatosensorial del cerebro puede ser activada sólo con poner atención, a través de un mapeo de sensación y propiocepción. “La atención dirigida y sostenida potencia la información protoceptiva”, apuntó, “estos estudios ayudarán a discernir estímulos externos e internoceptivos; a resolver problemas que involucran el esquema corporal”. 

Posteriormente, Alicia Ortega explicó el funcionamiento de las redes anatómicas y neuroquímicas de los sentidos, así como la sinestesia, entendida como una condición neurológica “anómala” de la percepción sensorial. Las personas con esta condición pueden asociar la música con colores, saborear palabras o escuchar sabores; principalmente se relaciona con la visión y el color y podría deberse a un mecanismo neuronal anatómico o neuroquímico. 

“La estadística de esto es realmente muy pobre. Primero, porque si los individuos tienen este fenómeno y lo tienen desde pequeños, así vivieron y es lo único que conocen y no lo exteriorizan porque ellos imaginan que los demás también lo tienen; no tienen manera de saber si son anormales”, indicó la investigadora del Departamento de Bioquímica de la UNAM, “se va descubriendo con la edad, cuando se exterioriza; ha sido muy difícil tener números que muestren realmente la frecuencia de éste fenómeno”. 

Mariama Diagne, de la Universidad Libre de Berlín, disertó sobre la esencia y la sensualidad de la proyección de sombras, utilizadas en las danzas de Pina Bausch, bailarina alemana pionera de la danza contemporánea. Para la investigadora, las sombras y las fuentes de luces crean representaciones e impresiones, un sentir corporal y sensual. “Pina Bausch integró, además, un modo especial, la voz humana y la expresión del baile en la situación espacial, o sea, escenografías interrelacionadas con el movimiento”, añadió. 

La sexta conferencia estuvo a cargo de José Gerardo Rojas Piloni, del Instituto de Neurobiología de la UNAM, quien exploró la modulación sensorial, las variaciones en la percepción y su relación con el acto de crear; cómo una persona puede representar, de diversas maneras, un estímulo, desde la neurociencia. “El sistema nervioso es como una caja negra”, afirmó el investigador, “esta caja es simplemente un dispositivo que recibe señales de entrada y estas señales, a través de procesamiento interno, genera salidas; podemos pensar que recibimos estímulos y generamos conductas acorde a estos estímulos”.

Por su parte, Sergio Ugalde examinó los sentidos, el lenguaje metafórico y el barroco en Paradiso, novela de José Lezama Lima publicada en 1966. “A lo largo de toda la obra se representa un mundo sensorial exuberante; no en balde, Vargas Llosa aseguró que la realidad primordial de esta novela no se cifraba en la subjetividad de los personajes sino en un orden puramente sensorial”, comentó el investigador de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, “los hechos y acontecimientos se disuelven y confunden, formando extrañas entidades, huidizas formas cambiantes llenas de olores complicados, de músicas sutilísimas y de riquísimos colores y sabores insólitos, hasta ser borrosos o ser simplemente ininteligibles”. 

En la penúltima conferencia, Hermann Herlinghaus, de la Universidad de Freiburg, repensó la sinergia y la sincronización entre los sentidos y la comunicación; se cuestionó la posibilidad de hablar, al mismo tiempo, de salud sensorial y prácticas transformativas culturales. Asimismo, el investigador se preguntó si sería visualizable un intercambio desprejuiciado entre la sofisticación científica-institucional de Occidente y las epistemologías locales de larga tradición.

Finalmente, Margo Glantz cerró el seminario leyendo un fragmento de Por breve herida, su más reciente novela, donde evoca vivencias, amores pasados, enfermedades, lecturas, viajes y experiencias culturales. 

Para mayor información:

Alicia Sandoval Perea

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El Colegio Nacional

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