Jugando se puede aprender matemáticas
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA
Ciudad de México, a 26 de septiembre de 2017
COMUNICADO DE PRENSA C-728
Es necesario contar con maestros que tengan conocimiento del uso de los números y estar capacitados para que desde preprimaria sus alumnos encuentren el gusto por aprender operaciones y esforzarse en esta materia sin temerle.
Así lo expresó el ingeniero Carlos Gutiérrez Aranzeta, egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), quien a la fecha tiene 34 libros publicados sobre física, química y matemáticas y más de cuatro décadas de impartir clases en el nivel bachillerato y superior.
Reconoce que él no es maestro de preprimaria, sin embargo, eso no ha sido obstáculo para que enseñe a sus nietos, así como en los cursos y talleres que imparte a profesores les aclare la visión del manejo de los números incluso para preescolares.
Indicó que su interés por crear libros para niños surgió cuando sus nietos acudieron a preprimaria y comprendió que no todo lo que les enseñaban en la escuela era manejable para ellos. El contar con libros de texto accesibles a los niños y que con las técnicas didácticas y pedagógicas que parezcan juegos hacen que el aprendizaje sea disfrutable.
En los cursos que ha impartido Carlos Gutiérrez Aranzeta para profesores de distintos niveles, uno de los asistentes indicó: “si a mí me hubieran enseñado así, me hubieran gustado las matemáticas”.
Gutiérrez Aranzeta insiste que tanto los docentes como las autoridades, y las políticas públicas en materia de educación, en especial de matemáticas, deben actualizarse y hacerlas accesibles.
Primero que nada, dar cursos de capacitación a los profesores para que éstos se atrevan a probar nuevos materiales, el profesor debe tener herramientas de cómo presentar las matemáticas y hacer ver que están en la vida cotidiana, esto a través de ejemplos sencillos.
Señaló que entre las técnicas que él utiliza es decirle a sus alumnos: “a mí me tocaron los mejores alumnos, me tocaron ustedes, es decir que son los mejores y esta escuela es buena porque están ustedes y estoy yo”. Es una forma amable de motivarlos y decirles ustedes pueden.
Recordó que muchos de sus alumnos a nivel bachillerato y nivel superior han obtenido primeros lugares en concursos, por ejemplo en el Tecnológico de Monterrey y comenta que las dos primeras alumnas que metió a un concurso y que ganaron, “una de ellas estudió administración y la otra medicina, ni siquiera ciencias, pero ganaron un concurso de física”.
Eso ha sido resultado de enseñar bien y dar confianza a los estudiantes. Tengo muchos años de experiencia, añadió, y de probar cosas y de ver los resultados que se obtienen y de ver que mis alumnos en los concursos obtenían muy buenos lugares.
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