Tuberculosis, enfermedad infecciosa más letal en el mundo
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXICO
Ciudad Universitaria
Marzo 23 de 2018
Bol./187bis
- En México se ha reducido el número de muertes en más de 45 por ciento, pero la incidencia se ha mantenido, con una ligera disminución en el número de casos, dijo Antonia Isabel Castillo, del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina
- Este 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis
La tuberculosis es una enfermedad infecto-contagiosa, crónica, novena causa de muerte en la población mundial y principal causa de fallecimientos por un solo agente infeccioso, por encima del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH, para el cual ahora existe mayor control y tratamiento).
La tuberculosis en México no se ha logrado erradicar; se ha reducido el número de muertes en más de 45 por ciento, pero la incidencia se ha mantenido, con una ligera disminución en el número de casos, aseguró Antonia Isabel Castillo Rodal, del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina.
Se calcula que se presentan de dos mil a dos mil 500 muertes por año, y según cifras de la Secretaría de Salud, se reportan más de 19 mil casos nuevos anualmente.
En el marco del Día Mundial de la Tuberculosis, que se conmemora este 24 de marzo, dijo que cifras de 2016 reportaron 10.4 millones de casos nuevos en el mundo (6.2 millones fueron hombres, 3.2 millones mujeres y un millón de niños); de los cuales, 10 por ciento presentó coinfección con VIH. En ese lapso, las defunciones por tuberculosis en todas sus formas alcanzaron 1.7 millones, de las que 250 mil correspondieron a menores de edad y 40 por ciento a enfermos con VIH.
“A pesar de la cifra alarmante, la lucha emprendida por la OMS y las instituciones de salud a nivel mundial lograron reducir el porcentaje de mortalidad hasta un 37 por ciento del 2000 al 2016”, aclaró la experta.
Éste siempre ha sido un problema grave de salud. “No hay país que no lo tenga, no importa si es desarrollado, aunque hace más de un siglo se descubrió la bacteria (Mycobacterium tuberculosis) que produce la enfermedad”. Ese bacilo ha evolucionado a través del tiempo y hay una resistencia enorme a los tratamientos de última generación. Eso es un impedimento para su control.
Se trata de una afección de pobres, de personas sin acceso a los sistemas de salud, que viven en condiciones de hacinamiento y que se acompaña de alteración en el sistema inmunológico. Antes se presentaba, sobre todo, en lugares lejanos, en poblaciones olvidadas, pero ahora también se registra en zonas marginadas de las grandes ciudades.
Se transmite fácilmente, a través de la tos, estornudos, incluso platicando. Si el enfermo no es detectado, en un año puede contagiar de 10 a 15 personas más, sin que ninguno se percate hasta desarrollar la enfermedad, explicó la universitaria.
No obstante, indicó que un tercio de la población mundial está infectada con Mycobacterium tuberculosis; de ellos, sólo 10 por ciento desarrolla la enfermedad, y “hasta el momento no hay ningún estudio que demuestre que las personas que tienen la micobacteria, pero que no han desarrollado la enfermedad, infecten a otros individuos”.
Si ese mismo grupo de personas padece alguna otra patología como diabetes, cáncer, desnutrición, alcoholismo, tabaquismo, tratamiento con corticoides o inmunosupresores, entre otros, el riesgo de desarrollar la afección se incrementa en más de 15 por ciento.
Castillo Rodal refirió que 85 por ciento de la tuberculosis es pulmonar y el resto se da en otros órganos o tejidos. En el primer caso, se caracteriza por tos, expectoración, o hemoptisis (expulsión de sangre) en casos avanzados; cuando es renal, de hueso o riñón, hay dolor, fiebre o alteración funcional del órgano respectivo, además de pérdida de peso y fatiga.
Esta enfermedad es curable, el tratamiento dura seis meses y consiste en la administración de un polifármaco de cuatro medicamentos. Al respecto, la especialista señaló que es importante que el paciente termine de tomar los antibióticos y que los familiares del enfermo sean revisados.
Como prevención se aplica una vacuna (BCG) en las primeras horas del nacimiento, que protege de las formas graves como la tuberculosis miliar y meníngea, sobre todo a niños pequeños, pero no es tan eficiente contra la forma pulmonar. Por ello, actualmente hay alrededor de 10 vacunas nuevas en estudio, en diferentes fases, aunque ninguna ha demostrado ser mejor que la existente.
Para el control, refirió Antonia Isabel Castillo, no sólo habría que llevar los sistemas de salud a todos los rincones del mundo, sino que los tratamientos deberían aplicarse al mismo tiempo, y contar con apoyo económico por los gastos que esto representa.
Debido a que es una enfermedad que en los primeros días puede pasar inadvertida, con malestares como los de una gripa, el enfermo busca ayuda después de semanas o meses, y de una pérdida importante de peso, fiebre, sudoración nocturna y mucha fatiga. De ahí la relevancia de que las personas con tos crónica, de más de 15 días, y con expectoraciones, visiten a su médico.
Respecto a la conmemoración del Día Mundial de la Tuberculosis, comentó que el lema para este 2018 es “Líderes para un mundo libre de tuberculosis”, y su objetivo es involucrar a todos para acabar con la enfermedad. Es un problema de salud importante que debe ser atendido de forma mundial, pues si no se elimina, se complicará.
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