UAM, generadora de avances científicos y tecnológicos en zonas rurales de Puebla
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA
Número 706
15 de octubre de 2018
- *Junto con el Cesder difunde el saber e impulsa proyectos para optimizar la labor de alfareros
- *Alumnos y académicos diseñaron un horno para producir cerámica libre de tóxicos
El diseño de hornos de baja temperatura para generar cerámica libre de tóxicos y la elaboración de sistemas de riego automatizado en beneficio de la agricultura son dos de los aportes de investigadores y alumnos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), derivados de la colaboración con el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (Cesder), en apoyo a zonas rurales de la Sierra Norte de Puebla.
Por medio de un convenio de cooperación firmado en abril de 2018, estudiantes inscritos en programas de servicio social o como voluntarios efectúan prácticas de laboratorio y simulación, imparten clases de química y matemáticas aplicadas, e impulsan proyectos de riego automatizado con tecnología libre de patente para fortalecer la agroecología y la alfarería, principales actividades económicas de las comunidades locales.
Todas esas acciones representan avances científicos y tecnológicos, al difundir el conocimiento para la mejor comprensión y solución de problemas, sostuvo el doctor Carlos Omar Castillo Araiza, profesor de la Unidad Iztapalapa que coordina –con apoyo de Gibrán Mubarqui Guevara, adscrito a la Licenciatura en Ingeniería Hidrológica– el diseño de prototipos de irrigación automatizada.
Una vez aplicado en el laboratorio experimental de La Cañada, el sistema permitirá una reducción considerable de los gastos de producción, convirtiéndose en una opción viable de uso en el municipio de Zautla y localidades vecinas, informó en entrevista el docente del Departamento de Ingeniería de Procesos e Hidráulica y miembro del grupo de Ingeniería Química.
Los vínculos con el Cesder iniciaron hace 13 años a partir de la relación con el Centro de Estudios Alfareros (CEA) y La Cañada, gracias a las gestiones del ingeniero Uriel Aréchiga Viramontes, pero fue en 2015 cuando se consolidó y formalizó la alianza, sumándose más miembros de la comunidad universitaria.
Quien fuera investigador del referido Departamento dirigió –junto con alumnos de la misma Unidad y con el CEA– el diseño y la operación de un horno de baja temperatura mediante la mejora del transporte de energía, beneficiando la calidad de cocción de las piezas y reduciendo, tanto el consumo de combustible como el daño al medio ambiente. Otro proyecto consiste en técnicas que evitan el uso de esmaltes en las artesanías.
El doctor Juan Manuel Oliveras y Alberú, docente del Departamento de Métodos y Sistemas de la Unidad Xochimilco, expuso que la UAM y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, entre otras instituciones, impulsan el CEA por ser el único espacio que respalda y busca la preservación de este gremio, al conjugar el saber académico con el de las comunidades alfaceramistas.
La creación del Centro derivó de la labor de Aréchiga Viramontes en San Felipe Coapexco y San Andrés Ahuatelco, municipio de San Bartolo Cohuecan, en el sur del volcán Popocatépetl, donde desde 1995 asesoraba en termodinámica para el diseño de hornos sustituyendo los vidriados de plomo, ya que la manufactura tradicional ha utilizado material que contiene 20 por ciento de sílice y 80 por ciento de aquel metal, que resulta altamente tóxico para el alfarero, aunque no tanto para el consumidor si los utensilios son lavados bien.
Oliveras y Alberú precisó que el esmaltado de plomo se vuelve peligroso para quien labora en hornos que funcionan de modo irregular, ya que “lo correcto es que la temperatura interna sea homogénea en al menos 900 grados, por lo que nos ocupamos en diseñar dispositivos con esa característica”, logrando construir fritas –cerámicos prefundidos y molidos a una granulometría adecuada para aplicación en cerámicos con estabilidad de comportamiento– más seguros para la salud de trabajadores y consumidores.
Los compuestos empleados en este caso fueron feldespato sódico, bórax, sílice, carbonato de calcio, carbonato de sodio, entre otros inocuos, mientras que el problema de producirlos en serie –lo que requiere de un equipo– fue resuelto hallando proveedores de esmaltes que certificaran el no desprendimiento de elementos dañinos.
Todos estos esfuerzos lograron que “ahora los alfareros sean más conscientes del trabajo que realizan, además de que ya existe la Licenciatura en Alfarería, en la que participo como profesor y diseñador de cerámicos –por mis nexos en el Centro– y después de 20 años publiqué Diseño en cerámica este 2018”.
En 2006, la Rectoría General de la UAM estableció un convenio de colaboración –renovado reiteradamente– con Promoción y Desarrollo Social A. C. (Prodes) –que sustenta al Cesder y al CEA– por el cual han sido impartidos cursos de modelado y elaboración de refractarios a partir de materiales de la región para la construcción de hornos, con la intervención de universitarios de las licenciaturas en Ingeniería Química y de Diseño Industrial de las unidades Iztapalapa y Xochimilco.
“Estoy convencido de que la labor desplegada todos estos años ha servido para estar cerca de los alfaceramistas y generar productos de mejor calidad exentos de tóxicos, además de que nos hemos dedicado a difundir este conocimiento”, enfatizó Oliveras y Alberú.
El doctor Castillo Araiza añadió que el acuerdo ha favorecido la optimización del trabajo, sin desconocer su cultura y relaciones comerciales y procurando el cuidado de los recursos naturales, en un esfuerzo en el que han colaborado Fayes Mubarqui Guevara e Iván Domenzain Del Castillo Cerecer, egresados del Posgrado en Ciencias en Ingeniería Química en la Unidad Iztapalapa, así como de Gibrán Mubarqui Guevara y Nasser Mubarqui Guevara, este último alumno de la Licenciatura en Ingeniería Mecánica de la Unidad Azcapotzalco.
Todos ellos han apoyado a la comunidad rural y servido de enlace entre académicos y compañeros, mediante una gestión ardua a la que se han sumado más jóvenes y que ha sido clave para la continuidad de la misión.
Durante un recorrido por el Cesder realizado el pasado 14 de septiembre, el doctor José Antonio De los Reyes Heredia, secretario general de la UAM, conversó con los directivos de este organismo y los encargados del CEA y La Cañada, con quienes analizó proyectos de cooperación y el reforzamiento de esta vinculación.
El Centro es una institución educativa que data de 1982; junto con el CEA y la Cooperativa Tapaleuij S. C. ofrece planes de crecimiento regional e imparte licenciaturas, seminarios y talleres en las áreas de cambio rural sustentable. Cesder y Prodes organizan 45 talleres al año, en promedio, sobre manejo forestal, recursos naturales, gestión financiera, producción agrícola y pecuaria, salud reproductiva y desarrollo infantil, encaminados al fortalecimiento de las capacidades técnicas.
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