Comprender los relojes de las células para una mejor calidad de vida
INSTITUTO NACIONAL DE MEDICINA GENÓMICA
Secretaria de Salud
Ciudad de México, a 13 de diciembre de 2018
Dormir temprano, despertar después de unas ocho horas de sueño, desayunar antes de salir de casa, ingerir una comida moderada a la mitad del día, ejercitarse 30 minutos, y cenar ligero antes de las 8 de la noche, son acciones en apariencia simples, pero tienen un impacto positivo en la salud de los individuos.
Desde la biología, los científicos alrededor del mundo dilucidan el desempeño de nuestras acciones diarias en la salud de nuestras poblaciones, específicamente a nivel del control metabólico y de comportamiento. Este enfoque de estudio recibe el nombre de cronobiología, rama proveniente del concepto del reloj circadiano, que es fenómeno de ordenamiento temporal a nivel fisiológico y celular.
“Cada una de nuestras células tiene su propio reloj circadiano, que ordena sus funciones metabólicas dependiendo de los estímulos ambientales. Pero también, a nivel central, nuestro hipotálamo es el regulador maestro, que sincroniza temporalmente a cada los diversos órganos y tejidos.”, explicó el Dr. Ricardo Orozco Solís, investigador del Laboratorio de Cronobiología y Metabolismo del Instituto Nacional de Medicina Genómica.
Con la evidencia desprendida de esta rama científica, desde un nivel epidemiológico hasta clínico, se ha podido conocer cuál es el papel que juegan los ciclos temporales de luz/oscuridad y los nutricionales, como sincronizadores y en nuestra salud.
“Es claro que existe una relación importante entre la falta de sueño y los problemas metabólicos. Por ejemplo, la deprivación del sueño en los adolescentes que se desvelan, o los trabajos que implican una vigilia nocturna, como las enfermeras o los policías, es un factor para el desencadenamiento de trastornos metabólicos como el sobrepeso y la diabetes”.
En términos de lo que ingerimos, el momento del día en el que lo hacemos, y el contenido nutricional de lo que comemos es de suma importancia. Algunos trabajos realizados en individuos y en modelos animales han demostrado que la alimentación limitada a una ventana de tiempo de ocho horas, sin importar el contenido calórico, favorece el mejor control del metabolismo. Lo cual se refleja en una mejor calidad de vida.
“El metabolismo es distinto en el día y en la noche. Será diferente comer un alimento altamente calórico en el día que en la noche. Si a eso le sumamos que dormimos tarde porque estamos recibiendo la luz azul de nuestros dispositivos móviles, tenemos un desajuste,” mencionó Orozco Solís.
Ante esto, el trabajo científico a nivel mundial, está buscando conocer más del desempeño que juega la regulación de nuestros relojes biológicos con el funcionamiento de nuestro metabolismo. Ricardo Orozco mencionó que “el trabajo con animales genéticamente modificados ha permitido mover las piezas del rompecabezas a nivel molecular. Podemos ver a nivel de proteínas cuáles son los mecanismos que modulan la actividad neuronal que a su vez controla el metabolismo de los organismos”.
Son múltiples las posibilidades que se pueden desprender del trabajo científico en la rama de la cronobiología para asegurar calidad de vida a los individuos humanos, pero son dos las que se desarrollan de manera promisoria: generar terapias y medicamentos para que los relojes biológicos de aquellas personas en dificultad puedan ser regulados, y generar políticas públicas que incentiven prácticas de vida tan simples como cenar e ir a la cama temprano.
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Sofía Flores Fuentes
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