¿Cómo está el clima en la frontera de México y EE. UU.?
Por Karla Navarro
Ensenada, Baja California. 15 de agosto de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Especialistas de México y Estados Unidos estudiarán el clima en la región fronteriza como resultado de un convenio de colaboración que promueven entre el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) y la Universidad Estatal de Arizona (ASU, por sus siglas en inglés).
El desarrollo de capacidades a escala regional a través de talleres de modelación, el estudio de procesos regionales de interés común, generación de escenarios climáticos a escala regional y local en forma conjunta, la promoción de proyectos regionales de modelación y de evaluación integrada de impacto y adaptación para sectores como el agua y la agricultura, son algunas de las oportunidades de colaboración que se han identificado.
Además del estudio del clima y los efectos del cambio climático en la zona geográfica que abarca la frontera México-Estados Unidos, los investigadores prevén el desarrollo de estudios en hidrología, microbiología, oceanografía, así como en ecosistemas, flora y fauna.
Modelos climáticos regionales
La colaboración entre investigadores y la capacidad de cómputo de la que dispongan son factores determinantes para el desarrollo de escenarios de cambio climático, especialmente a escala regional y local.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Tereza Cavazos Pérez, investigadora del Departamento de Oceanografía Física del CICESE, expuso que un modelo regional es un modelo dinámico que se centra en un área particular del mundo y se lleva a una escala más fina que un modelo de circulación global.
“Un modelo climático regional puede tener de 50 hasta un kilómetro de resolución espacial y el área que quieras modelar y el tiempo depende mucho de la capacidad de cómputo, porque no es lo mismo analizar unos cuantos eventos extremos a que quieras evaluar 100 años para hacer los escenarios del cambio climático”, refirió.
Sobre modelos de circulación a escala global, la especialista nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), apuntó que Brasil es el único país latinoamericano que ha desarrollado uno propio, ya que un modelo a esta escala depende, en gran medida, de la capacidad de cómputo de las instituciones de investigación.
Consideró que para que México desarrolle un modelo global o uno propio a escala regional, es necesario que haya una masa crítica, un grupo de investigadores que sean modeladores teóricos del tiempo y del clima y que colaboren en instituciones cercanas para trabajar en conjunto y desarrollarlo.
“Para tener un modelo de este tipo, se necesita una masa crítica de investigadores y mucho apoyo financiero para la adquisición de cómputo de alto rendimiento y para almacenar grandes cantidades de información, por ejemplo, la UNAM podría tener esa capacidad; en CICESE eventualmente llegaremos a ese nivel pero todavía no tenemos la capacidad de cómputo para correr un modelo global”, reconoció.
El Monzón, un fenómeno transfronterizo
Por su presencia regional, que abarca tanto zonas de México como de Estados Unidos, el fenómeno conocido como El Monzón, es uno de los temas que abren la posibilidad de colaboración científica binacional.
La doctora Tereza Cavazos, quien desde hace 15 años se dedica al estudio de eventos extremos como El Monzón, mencionó que dicho fenómeno cruza la frontera y tiene repercusiones en el noroeste de México y el suroeste de Estados Unidos.
“El Monzón es un fenómeno estacional, ocurre cada año en el verano. Al aumentar la temperatura de primavera a verano, se calienta la Sierra Madre Occidental y eso hace que los vientos suban por la sierra, acarreen humedad y generen lluvias en Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Arizona y Nuevo México”, detalló.
Comentó que para el estudio de este fenómeno anual, cada vez se añaden más variables para entender mejor su variabilidad e impacto regional; algunas de las variables son precipitación y temperatura, circulación, vientos y humedad.
“Cada año ocurre en forma distinta, puede empezar antes o después, tenemos monzones tempranos y tardíos. En el caso de los tardíos, tienen un impacto en la agricultura y en la flora, porque muchas especies dependen del reverdecimiento del matorral y el bosque, el que se tarde en llegar retrasa el cambio en la vegetación y tiene impactos en algunos ecosistemas”, puntualizó la investigadora.
Para el estudio de El Monzón, en CICESE se utilizan datos de satélite obtenidos de forma observacional y con el mismo tipo de datos se generan modelos pero simulando mediante ecuaciones complejas, la precipitación, por ejemplo.
Tereza Cavazos Pérez precisó que además de El Monzón, en el CICESE estudian los frentes fríos, eventos extremos, ciclones tropicales y los fenómenos de El Niño y La Niña.
Colaboración fronteriza
Osvaldo Sala, profesor de la Universidad Estatal de Arizona, es un ecólogo dedicado al estudio de los efectos del cambio global sobre el funcionamiento de los ecosistemas, mediante una combinación entre experimentos, observaciones y modelos de simulación.
UABC).
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el especialista resaltó las oportunidades que existen para colaborar con instituciones académicas y de investigación mexicanas como CICESE y la Universidad Autónoma de Baja California (“Podemos intercambiar estudiantes, pueden trabajar en temas comunes, las dos instituciones tienen habilidades complementarias, los profesores que tenemos en Arizona State University tienen habilidades que se complementan con las de los profesores de CICESE o de la UABC”, destacó.
Comentó que su más reciente visita al CICESE, el pasado 4 de julio del presente año, tuvo como objetivo promover la colaboración interinstitucional y binacional, así como discutir los proyectos que se pueden trabajar en conjunto.
“Me parece que hay una gran oportunidad para trabajar juntos, trabajamos en ambientes similares pero diferentes, hay una potencial sinergia muy importante y tenemos habilidades que se complementan, estudiantes que quieren venir acá y también estudiantes que quieren ir a Estados Unidos”, reiteró.
Para la doctora Tereza Cavazos, la colaboración con instituciones estadounidenses como la Universidad Estatal de Arizona permitirá estudiar fenómenos que se presenten en ambas regiones, tales como El Monzón, cambios en la corriente de chorro, El Niño y los posibles cambios en la circulación atmosférica y los impactos asociados al cambio climático.
“Puede haber estudios comparativos, estudiar el mismo fenómeno pero desde el punto de vista de lo que ocurre en Arizona, que tiene un clima ligeramente diferente a lo que ocurre por ejemplo en Baja California; también hay un interés mutuo de estudiar el golfo de California y los posibles cambios en algunos ecosistemas”, concluyó.
• Dra. Tereza Cavazos Pérez
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