Politécnicos combaten plaga del maíz
Por Érika Rodríguez
Zacatecas, Zacatecas. 24 de enero de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- En la búsqueda de una alternativa ecológica y sustentable para combatir plagas en los cultivos de maíz (Zea mays), un grupo de ingenieros ambientales de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería, campus Zacatecas, del Instituto Politécnico Nacional (UPIIZ IPN), ha evaluado la actividad insecticida del extracto del fruto de lila (Melia azedarach) en gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), una de las plagas más frecuentes en los cultivos referidos.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la ingeniera ambiental Georgina Rodríguez Campos, egresada de la UPIIZ IPN, quien realizó este estudio bajo asesoría de los maestros en ciencias Sergio Zavala Castillo y Elsa Verónica Herrera Mayorga, explicó que hasta el momento el equipo de investigadores ha detectado, mediante pruebas de laboratorio, dos grandes ventajas del extracto de lila sobre el gusano cogollero: una consiste en alargar el ciclo de vida del gusano, lo que provocará que menos generaciones habiten el cultivo y se disminuyan las pérdidas, y la segunda es que el gusano evite o acorte el consumo de hojas de maíz al detectar la presencia de una sustancia externa.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cuál es el nombre de pila de este proyecto?
Georgina Rodríguez Campos (GRC): Evaluación de la actividad insecticida sobre gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) de extracto etanólico a base de fruto de lila (Melia azedarach).
AIC: ¿Por qué eligieron combatir la plaga del gusano cogollero?
GRC: Son muchas plagas que atacan el cultivo pero en especial esta es la que principalmente daña la planta de maíz. En Zacatecas y específicamente en Fresnillo se visualiza daño y pérdida de producción a causa de esta plaga, porque el daño inicia a muy temprana edad de la planta. Si no se controla la presencia de esta plaga, esta puede terminar completamente con el cultivo.
AIC: ¿Cuál sería la principal finalidad de este proyecto?
GRC: En general, los agricultores buscan que el maíz crezca y tenga una alta producción; para ello utilizan varios insecticidas químicos, con el fin de controlar esta y muchas otras plagas. Desde mi punto de vista como ingeniera ambiental, sé que estos insecticidas sintéticos dejan residuos o son compuestos estables que permanecen en suelo, agua y en ocasiones en aire, teniendo efectos sobre otros insectos “no objetivo” necesarios para diversas funciones biológicas como la polinización; de manera general, el uso de estos insecticidas puede alterar la cadena trófica y ocasionar la aparición de nuevas plagas, pues la persistencia de insecticidas traerá la disminución de población de alguna especie considerada depredadora de otra, haciendo que la población de esta última incremente y pueda convertirse en plaga.
AIC: ¿Qué otros efectos adversos tiene el uso de estos insecticidas químicos?
GRC: Al encontrarse tanto en agua, en suelo o aire, estos insecticidas pueden estar expuestos al ser humano, causándole daños a la salud e incluso ser precursores de enfermedades como el cáncer, por lo que se buscan alternativas de origen natural, que se degraden en cuanto termine su función y que no permanezcan en el medio ambiente como los insecticidas químicos.
AIC: ¿Es también una alternativa más económica?
GRC: Aún no hemos evaluado la parte de costos porque vamos por etapas. En un principio se evaluó la actividad del extracto crudo de lila sobre esta plaga, sobre Spodoptera frugiperda. De ahí sería preciso trabajar sobre la formulación para lograr mayor solubilidad y facilitar la aplicación al realizar pruebas en campo y, finalmente, poder tener algún producto comercial. Hasta el momento hemos, mediante pruebas en laboratorio, analizado el efecto que tiene el extracto.
AIC: Hasta el momento, ¿cuáles son los principales hallazgos de esta investigación?
GRC: Encontramos que el extracto de lila prolonga el ciclo de vida de la larva, es decir, que lo que de manera natural dura cuarenta días, con la aplicación de este extracto dura cincuenta. Esto nos ayuda a que, por ejemplo, si a lo largo del desarrollo del cultivo de maíz lo atacan cinco generaciones, ya solo serían tres generaciones, lo que ayudaría a que el daño sea menos temporalmente hablando. Por otra parte, evaluamos la actividad antialimentaria.
AIC: ¿En qué consiste la actividad antialimentaria?
GRC: Un compuesto presenta actividad antialimentaria cuando después de una pequeña prueba, hace que el insecto deje de consumirlo. Así las larvas, al tener un disgusto o detectar algo extraño en la hoja, en el follaje, no lo comerían, sino que lo evitarían y podrían morir por falta de alimento.
AIC: ¿Cuál es el siguiente paso de esta investigación?
GRC: Al finalizar esta etapa del proyecto, lo que yo propondría es que se evalúe el extracto en una cantidad mayor de generaciones de larvas para ver si el extracto de lila podría provocar algún efecto morfológico, buscar que la larva tenga menor reproducción o que le provoque esterilidad para evitar que se reproduzca tan rápidamente y dañe el cultivo. Eso sería uno de los principales pasos, así como trabajar en la formulación para posteriormente hacer pruebas en campo.
AIC: Entonces, después de la fase experimental de este proyecto, ¿ahora buscarían pasarla a pruebas de campo?
GRC: Sí, para observar los resultados que en ese entorno distinto se presenten, porque en el laboratorio se controlan muchas variables y en campo existen factores como humedad, radiación, temperatura, que pueden modificar la actividad del extracto.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.