Los servicios ecosistémicos y su diversidad de valores
Por Paloma Carreño Acuña
Morelia, Michoacán. 19 de septiembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- La doctora Patricia Balvanera Levy fue nombrada copresidenta de la Evaluación sobre Múltiples Valores de la Naturaleza para la Plataforma Intergubernamental Científico Normativa sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés). La mexicana es investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES). Su amor por la diversidad ha contribuido a entender los ecosistemas del país y los beneficios que ofrecen a la sociedad.
“La biodiversidad es el tesoro natural del planeta, incluye la riqueza y variedad de los ciclos de vida, de las plantas, los animales y los ecosistemas con que cuenta nuestro mundo. Y los servicios ecosistémicos son los beneficios que la naturaleza aporta, por lo tanto, son una conexión con la sociedad. Visibilizarlos y darles la importancia que merecen es fundamental para su conservación y para garantizar el acceso a la energía, agua limpia, suelos fértiles, alimentos y bienestar”, afirmó en entrevista.
Para la investigadora, los valores de la naturaleza son las diferentes concepciones, vínculos y valoraciones que tiene una persona o sociedad con respecto a la naturaleza. Esos valores cambian según el espacio geográfico, las costumbres, la cultura, etcétera.
En 2014, en el IPBES se presentaron tres iniciativas: una sobre polinizadores, otra sobre escenarios futuros y la tercera fue una guía para el abordaje de los múltiples valores de la naturaleza. Junto con 80 expertos se generó una guía para abordar las diferentes conceptualizaciones de la naturaleza en el marco de la IPBES. Esta evaluación tuvo el visto bueno de la plenaria en Kuala Lumpur en 2016, donde se propuso que se formara una unidad de soporte técnico en México que impulsara ese tema para profundizarlo. La creación de la unidad se aceptó y fue financiada por GIZ (Corporación Alemana para la Cooperación Internacional).
“La evaluación es importante porque el panel, al ser un organismo internacional, identificó una gran diversidad de visiones sobre la naturaleza en el momento de la elaboración del marco conceptual que rigiera a la plataforma. En las discusiones hay divergencia de visiones entre expertos de países, la forma de conceptualizar la naturaleza y los beneficios que se obtienen de esa son muy diferentes. Más que unificar e imponer una visión, la plataforma consideró importante encontrar la forma de conceptualizar las diferentes visiones”.
Uno de los ejemplos que usa para explicar la importancia de comprender la diversidad de valores ambientales es la polémica que hubo hace unos años en la Riviera Maya para construir complejos hoteleros en una zona de manglares.
“Para el desarrollador de los complejos, el manglar es un estorbo para poder hacer el hotel, para algunos pobladores la zona de manglar fomenta las poblaciones de mosquitos y plantea retos sanitarios. Hay otros que quieren proteger los manglares por su importancia biológica o porque ayuda a la regulación de las poblaciones de peces, a la regulación de la calidad del agua o a regular los impactos de eventos extremos como los huracanes. También existen aquellos que consideran los manglares y la naturaleza en general como parte de su identidad. Lo que sintetiza la guía es que la gran diversidad de valores sobre la naturaleza están encontrados, generando conflictos entre actores y que, a su vez, existen relaciones de poder entre ellos. Algunos valores pesan más en las decisiones que otros, dependiendo la voz de la persona que se lo asigna, su peso político y económico”.
Diversidad de valores
Este proyecto, coordinado por Balvanera Levy, pretende mostrar la diversidad de valores en este mundo globalizado. La evaluación contrasta esta diversidad con la visión neoliberal donde afirma que el valor económico es el que pesa en la gran mayoría de las ocasiones.
La incorporación de la voz que tiene cada persona, grupo o interés en la toma de decisiones depende en parte de la metodología utilizada para valorar. Algunos métodos se centran en evaluar el costo-beneficio de una acción, mientras que otros exploran las relaciones de responsabilidad que los individuos establecen con su entorno. Por tanto, cada metodología dará resultados muy diferentes. El IPBES hará una revisión sistemática de estas metodologías y de sus implicaciones para la toma de decisiones.
“Otro de los objetivos es mostrar que hay relaciones de poder entre esos valores y analizar cómo se toman decisiones, bajo qué condiciones se incorporan valores diversos o cómo se imponen solo algunas visiones. Y con esa información podremos esbozar alternativas para operacionalizar una u otra forma de valorar la naturaleza”.
Este proyecto tiene cuatro coordinadores: los doctores Unai Pascual, Brigitte Baptiste, Mike Christe y Patricia Balvanera. Si bien la coordinación académica está distribuida en distintos países del mundo, la sede logística de la evaluación será en la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Tiene significado que una de las co-coordinadoras y que la sede logística estén en México porque es resultado de la enorme biodiversidad que tiene nuestro país, porque a nivel global nuestro país tiene una gran tradición de investigación científica en esta área. También es resultado del trabajo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), porque es una institución que ha hecho muy visible la importancia de la biodiversidad y sus implicaciones en la toma de decisiones”.
¿Qué es la plataforma?
En 1988, se creó el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) que tuvo como objetivo sintetizar información científica para dársela a los gobiernos y pudieran tomar mejores decisiones ante el cambio climático. Esta plataforma está por cumplir 30 años. La doctora considera que ha sido muy exitosa porque al sintetizar el conocimiento científico para comunicar a distintos actores al respecto ha tenido un enorme impacto en el conocimiento sobre el cambio climático y los acuerdos que los países han establecido al respecto.
“En 2012 se crea una nueva plataforma científico-normativa de biodiversidad y servicios ecosistémicos —IPBES—. Su objetivo es similar, hacer esa síntesis, pero sobre biodiversidad. Porque el cambio climático es muy importante, pero hay varias otras dimensiones sobre la biodiversidad y los ecosistemas que entran en juego. La nueva plataforma amplía la perspectiva para centrarse en los beneficios que se obtienen de la naturaleza, lo que les pasa a los seres vivos, cuáles son las consecuencias del impacto que reciben y cómo afecta las sociedades”.
El panel se crea con ese mandato y desde entonces ha generado productos como la evaluación sobre polinizadores, donde se exponen las formas en que la pérdida de abejas, aves y otros polinizadores afecta, así como a los cultivos que dependen en gran parte de ellos, como el de aguacate, nuez, manzana, etcétera. Gracias a esa evaluación es que varios gobiernos se están comprometiendo a no utilizar pesticidas neonicotinoides.
La plataforma también realizó evaluaciones focalizadas por región: América, África, Asia-Pacífico, Europa-Asia Central, las cuales acaban de ser terminadas y aprobadas por la plenaria. Está por terminar, además, una evaluación a nivel global, porque la doctora explica que hay muchos fenómenos que suceden a nivel global y no podrían analizarse de otra forma.
Este panel está formado por expertos de todo el mundo, teniendo la representación de investigadores internacionales y también de los gobiernos. Un aspecto fundamental de este panel es que cuida que en los equipos de expertos exista un equilibrio entre distintas disciplinas, cobertura regional, balance de género y edades.
Servicios ecosistémicos
Son muchas las formas de definir los servicios, por ejemplo, desde la economía ambiental, el doctor Carlos Francisco Ortiz Paniagua señala que el medio ambiente brinda servicios ecológicos a la sociedad, por lo que en sus investigaciones se cuestiona si estamos pagando por ellos o solo aprovechándolos, y las consecuencias que eso tiene en los índices de vulnerabilidad de determinadas comunidades.
“Ya no se piensa que puede haber una recuperación completa de un lugar a como estaba antes de una degradación, sino que se busca recuperar las condiciones que propiciaban que el ambiente pudiera prestar servicios ecológicos como la captación de agua”, señala el doctor José Arnulfo Blanco García.
Sin embargo, Patricia Balvanera afirma que existe una polémica que se está abordando en el panel sobre la conceptualización de los servicios ecosistémicos.
“En este momento se está debatiendo en el panel el concepto de servicios ecosistémicos, que son los beneficios que se obtienen de la naturaleza. Hasta hace poco se consideraba que eran cuatro servicios principalmente: provisión (agua, madera, alimento), regulación (clima, inundaciones, enfermedades), servicios culturales (identidades, valores intangibles, experiencias, interacciones), soporte (las funciones por las que el ecosistema se autosustenta). Pero este año se presentó un trabajo en el panel para dejar de llamarlos servicios ecosistémicos y que ahora se les dé el tratamiento como 'contribuciones de la naturaleza para las personas'”.
La doctora señala que la discusión, entre otros aspectos, toma en cuenta que la palabra 'servicios' está cargada de una connotación económica y de supeditación de la naturaleza al ser humano, pensamiento que incomoda a muchos pensadores, sobre todo de América Latina.
“Al utilizar el término 'contribuciones' se visibiliza que esas pueden ser positivas o negativas, como animales peligrosos que representan riesgos en lugar de beneficios. Además, se busca que con ese concepto se exprese la dificultad de distinguir entre los valores tangibles e intangibles de una parte de la naturaleza, como son los valores del maíz en México. Una parte de su valor puede ser contabilizado en toneladas, personas implicadas, ingresos, pero tiene otros valores y dimensiones, como los significados culturales para las fiestas, los alimentos, la identidad", finalizó la investigadora.
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