México celebra la biodiversidad
Por Yureli Cacho Carranza
Ciudad de México. 18 de mayo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- En virtud de que la conservación de la diversidad biológica debe ser de interés común para la humanidad, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 22 de mayo como el Día Internacional de la Diversidad Biológica.
Inicialmente la conmemoración de este día se pretendió empatar con la entrada en vigor —el 29 de diciembre de 1994— del Convenio sobre la Diversidad Biológica; sin embargo, se consideró que para los países era más factible realizar actividades sobre el tema en mayo que en diciembre.
En este sentido, desde 2011 la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) organiza la Semana de la Diversidad Biológica. Este año, la delegación Cuauhtémoc y la Conabio decidieron dar apertura a las actividades de la 6a Semana de la Diversidad Biológica con una rodada en bicicleta dedicada a la flora y fauna del país.
En México habitan entre 10 y 12 por ciento de todas las especies que hay en el planeta. Se cuenta con 535 especies de mamíferos, de las cuales 30 por ciento son endémicas; mil 50 especies de aves, con nueve a 25 por ciento identificadas como propias; mil 100 especies de reptiles y anfibios conjuntamente, de las que 50 y 64 por ciento, respectivamente, también son originarias del país; más de dos mil 695 especies de peces, de las que 10 por ciento igualmente son endémicas; y en variedad de insectos, el territorio nacional posee cerca de 48 mil especies, según se refiere en la investigación México país megadiverso y la relevancia de las áreas naturales protegidas.
Rodada por la biodiversidad
El arquitecto Javier Ariel Hidalgo Ponce, director de Gestión Ambiental de la delegación Cuauhtémoc, así como el biólogo e ilustrador Roberto Arreola Alemón, especialista en contenidos e ilustraciones, adscrito a la Dirección General de Comunicación de la Ciencia en la Conabio, estuvieron a cargo de la rodada por la biodiversidad, en cuyo recorrido, que inició en la Alameda Central y concluyó en la delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México, se identificaron algunas especies de árboles, flores y pájaros como el zanate.
La identificación de especies es importante porque permite comprender su diversidad y evolución. Cuando tanto plantas como animales se describen correctamente, se establece con precisión su relación con los ecosistemas, lo que es útil para determinar especies en peligro de extinción o extintas y hacer un seguimiento de especies o aspectos invasores que pueden estar perjudicando el hábitat.
Asimismo, una correcta clasificación permite a los científicos estudiar rasgos comunes de organismos para comunicarse e intercambiar información con sus colegas, incluso de otros países, porque cada especie, aun las similares, tiene un nombre científico propio que es igual en todos los idiomas.
Alameda Central
En el trayecto a pie al interior de la Alameda Central, los asistentes identificaron algunos de los árboles característicos del lugar y de otras partes de la ciudad, como las jacarandas (Jacaranda mimosifolia) que, a decir del biólogo Roberto Arreola, provienen de Brasil. “Inicialmente quería distinguirse a la ciudad con cerezos pero el clima aquí no es apto para su floración porque el cambio de temperatura de invierno a primavera debe ser mucho más fuerte”.
Javier Hidalgo comentó la seria problemática que están padeciendo muchos árboles en la ciudad, sobre todo en la delegación Cuauhtémoc, a causa del muérdago (Psittacanthus calyculatus o Struthanthus interruptus), planta hemiparásita que crece en los troncos y ramas de los árboles, a la que debido al daño que les ocasiona se le conoce como el "cáncer de los árboles".
Otra de las enseñanzas de Roberto Arreola fue la diferencia del macho y hembra de los zanates (Quiscalus mexicanus) en su edad juvenil, cuando ambos son tan parecidos, porque aun cuando las hembras suelen ser más pequeñas y de tono café oscuro, sus ojos amarillos las distinguen de los ojos color marrón de los machos cuando son jóvenes.
Roberto Arreola explicó a los ciclistas cómo inscribirse a la plataforma NaturaLista y los invitó a captar con sus celulares las imágenes de plantas o animales que en el camino llamaran su atención para que las subieran a NaturaLista y así contribuir al conocimiento de la biodiversidad mexicana, a la identificación de nuevas especies, además de conocer las que están en peligro de extinción. “Adicionalmente, a través de sus fotografías, podrán informar sobre los árboles que vean infestados de muérdago para que se inicien medidas al respecto”.
Alameda de Santa María la Ribera
Kiosco Morisco de estilo islámico, ubicado originalmente en el lugar que hoy día ocupa el Hemiciclo a Juárez, razón por la que, en 1910, el Kiosco Morisco se trasladó al centro de la Alameda de la colonia Santa María la Ribera.
Después de un recorrido de tres kilómetros en bicicleta, se arribó a la Alameda de Santa María la Ribera, donde adicional a otras identificaciones de árboles y flores, se observó la majestuosidad y belleza delOtra edificación digna de reconocimiento muy cercana a la Alameda de Santa María la Ribera es el Museo de Geología del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (IGL-UNAM), al que por su riqueza arquitectónica y divulgación de conocimiento científico se le conoce como Palacio de las Ciencias de la Tierra.
Al respecto, Javier Hidalgo Ponce, titular de Gestión Ambiental de la delegación Cuauhtémoc, aludió a la extraordinaria escalera que se encuentra en el interior y que enaltece el de por sí admirado edificio.
De estilo arte nuevo o art nouveau, la escalera del Museo de Geología se armó y recubrió en México, aunque se fabricó en Leipzig, Alemania. Grecas prehispánicas forman parte de sus diversos elementos decorativos.
Este museo también alberga diez lienzos de José María Velasco, quien, entre otras materias, sentía atracción por la botánica y la zoología. Sus lienzos representan parte de la evolución de la vida, desde sus orígenes en los mares hasta la aparición del hombre. Dos están dedicados a la vida marina, uno a los anfibios, tres a la evolución de las plantas, dos a los mamíferos y los dos restantes al hombre primitivo.
La rodada por la biodiversidad concluyó con la identificación de un árbol Magnolia grandiflora que se encuentra frente al Museo de Geología y del que se dijo que algunas especies pueden vivir hasta más de 100 años.
Javier Ariel Hidalgo Ponce Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Roberto Arreola Alemón Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. |
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