Los orígenes del cine mexicano
Por Tomás Dávalos
Aguascalientes, Aguascalientes. 12 de junio de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Aurelio de los Reyes García Rojas es un reconocido historiador del cine mexicano. Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) entre 1984 y 2009; actualmente es investigador emérito por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en 2016 su brillante trayectoria fue distinguida con el Premio Nacional de Artes y Literatura.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el investigador comentó que desde niño nació su interés por el cine, porque su madre tenía una cámara de ocho milímetros, por lo que el arte de las imágenes en movimiento fue cotidiano durante sus primeros años de vida y, posteriormente, las salas cinematográficas se convirtieron en su escuela, pues en ellas aprendió a analizar las películas.
Su gusto por el cine lo llevó a querer realizar películas de corte histórico, pero en los años 60 del siglo pasado no había escuelas para estudiar cine en México, por lo que cursó la licenciatura en historia en la UNAM, y de entonces a la fecha ha sido uno de los mayores estudiosos de los orígenes del cine mexicano.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Por qué te interesó hacer historia del cine?
Aurelio de los Reyes García Rojas (ARGR): Empecé como historiador ya en la carrera profesional, digamos, mi intención era hacer cine, me gustaron dos películas de Visconti: Senso y El gatopardo, entonces, comparando con el cine histórico que se hacía en México, dije: “Se necesita hacer buen cine histórico en México”, que aquí no hemos hecho a la fecha, un buen cine histórico.
Estudié historia del arte, iba a hacer una tesis sobre unas iglesias del siglo XVI, pero la doctora Josefina Vázquez Vera, de El Colegio de México, me dijo: “Bueno, si le gusta tanto el cine y tanto la historia, ¿por qué no hace historia del cine?”. Entonces ahí fue cuando decidí hacer historia del cine.
AIC: ¿Cuáles fueron tus primeros trabajos referentes a la historia del cine?
ARGR: El primer trabajo fue la tesis, la idea era sobre la imagen de la revolución en el cine, por las películas de La cucaracha, Juana Gallo, Sol en llamas y tantas otras películas de la Revolución, entonces me preguntaba: ¿cuál fue la imagen del cine contemporánea a la Revolución?
¿Ha muerto la Revolución Mexicana?, cuya conclusión era que la Revolución terminó con el régimen de Cárdenas, entonces por eso, del inicio al fin de la Revolución.
La única manera de averiguarlo era investigar el cine de la Revolución, y me fijé la cronología de 1910 a 1940, porque circulaba un libro de Stanley Ross que se llamóEmpecé la investigación hemerográfica porque era difícil tener acceso a las películas de aquel entonces, sobre todo de los primeros años, lo que circulaba era Memorias de un mexicano y Epopeyas de la Revolución, de Abitia, que era un documental de la Revolución. No había películas de argumento contemporáneas a la Revolución.
La investigación hemerográfica me marcó un corte cronológico en 1915: de 1910 a 1915 era cine testimonial, y a partir de 1916-1917 era cine de argumento. Este año son los 100 años del cine de argumento, con La luz, tríptico de la vida moderna, que se estrenó en junio de 1917, entonces la pregunta fue: ¿por qué este cine es testimonial?, eso me llevó a los orígenes del cine en México.
AIC: Que es una de tus líneas de investigación más fuertes.
ARGR: Sí, luego ya tomé la idea de hacer la historia del cine mudo en México, a partir de 1896, que llegan las películas, a 1932, cuando se estrena Santa y se va Eisenstein del país.
AIC: ¿Fue difícil hacer este recorrido de los inicios del cine mexicano?
ARGR: No había nada, entonces prácticamente empecé de cero, pero comencé a revisar periódicos y fue disfrutar el trabajo.
Difícil más bien fue armar el material del año 1915, eso es lo crítico, la parte dura de la investigación, porque es un año desastroso para el país, y la información sin continuidad por la entrada y salida de las facciones en el poder: zapatistas, villistas y convencionistas, interrumpían la publicación de los periódicos, entonces hay meses en que no hay información, de julio de 1915 casi no hay nada, entonces esa fue la parte más difícil de la investigación.
AIC: ¿Qué descubrimientos hiciste en esta investigación?
ARGR: La fecha de la primera función de cine es el 28 de diciembre de 1895 en París, entonces empecé a ver periódicos a partir de esa fecha para ver en qué medida en México hubo respuesta o eco, si ya había llegado la noticia o no.
Empecé a ver la prensa de día a día, hasta que encuentro los primeros anuncios de las primeras funciones en agosto de 1896, de ahí en adelante la investigación siempre fue sobre ruedas; el hecho de encontrar los primeros anuncios, pues me entusiasmó para seguir adelante.
Son los enviados de los Lumière los que traen los aparatos y ellos mismos filmaron películas aquí en México.
AIC: ¿Qué características tenía el cine mexicano en sus inicios?
ARGR: Bueno, me planteé la pregunta que en todos los países del mundo empieza de la misma manera, a partir de una película Lumière, por lo general de toma de la realidad, todos los países que producen películas deben dejar su impronta en su producción.
Ahí fue cuando fui observando el comportamiento del documental mexicano y llegué a la conclusión de que sí, fue una manera muy peculiar de organizar la película informativa. De eso ya encontré la causa, que mucho fue por el positivismo, que es la cultura porfiriana, entonces es muy claro el porqué la ruptura en 1915-1916, que es cuando triunfan los constitucionalistas y quieren hacer una cosa diferente a lo que se había hecho: el cine de argumento.
De 1917 a 1920, en tres años, se sientan las bases de los temas y de los géneros que va a desarrollar el cine sonoro, como es con Santa, por ejemplo, el cine de la mujer nocturna, que va a ser muy abundante posteriormente, o la comedia ranchera y también el melodrama familiar, entonces prácticamente son las semillas, son las raíces de los géneros que va a desarrollar el cine sonoro.
AIC: ¿Cuáles trabajos elaboraste posteriormente?
ARGR: Exploraciones en otros ámbitos, como la iconografía. Hice investigación iconográfica para cerca de 50 publicaciones, la historia colonial y la dirección de tesis, pero el eje siempre ha sido la historia del cine.
En la Historia de la Revolución Mexicana de El Colegio de México, publicada en 22 volúmenes, en 17 de los 22 tomos las imágenes las encontré yo, hice la investigación; lo mismo la Biografía del poder de Enrique Krauze, la investigación iconográfica es mía; Historia de la música popular mexicana, de Yolanda Moreno Rivas, también toda la investigación iconográfica es mía.
También hice sobre María Callas, comenzando por un libro que se llama María Callas en México; luego fue mi seminario de posdoctorado, escribí La enseñanza del dibujo en México y La enseñanza del arte en México, entonces he tenido diversas líneas.
AIC: ¿Por qué decidiste expandir tus estudios del cine a otras artes visuales?
ARGR: Porque el cine se relaciona, ahora es muy común el término visual, pero eso es viejo en la historia y teoría del cine, yo lo uso desde mi primer libro, Los orígenes del cine en México, el término de cultura visual que lo tomé de Béla Balázs, que es un teórico del cine y lo usa en El film: evolución y esencia de un arte nuevo, entonces eso me permite asociar el cine con la pintura, el cine con la litografía, el cine con el grabado, porque es multidisciplinario.
AIC: ¿Qué trabajos de investigación tienes pensando hacer a futuro?
ARGR: Me gustaría concretar el cuarto volumen de la historia del cine mudo en México, que va de 1928 a 1932, un estudio sobre el segundo imperio mexicano, y el que estoy haciendo actualmente, que es el impacto de la narrativa cinematográfica en la literatura de la Revolución.
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