Antropología molecular para conocer el ADN en huesos
Por Ricardo Capilla Vilchis
Ciudad de México. 9 de agosto de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Los estudios antropológicos se han beneficiado enormemente gracias a la genética. Gracias a la conjunción de estas dos disciplinas, hoy en día es posible obtener ADN (ácido desoxirribonucleico) de restos humanos con antigüedades de hasta 12 mil 700 años.
Como parte del seminario Antropología Molecular, Retos, Logros y Alcances, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y llevado a cabo en el Museo Nacional de Antropología, se realizó la ponencia titulada El genoma humano y su impacto en la antropología molecular, a cargo de Adrián Martínez Meza, maestro en antropología física.
De acuerdo con Martínez Meza, la antropología molecular se dedica al estudio de las cuestiones moleculares que existen en los huesos, en este caso, el ADN. El trabajo del investigador de la Dirección de Antropología Física (DAF) del INAH va encaminado a la extracción de ADN en restos óseos para su estudio.
El investigador es, junto con la doctora María de Lourdes Muñoz, uno de los primeros científicos del mundo en lograr un proceso en laboratorio para la obtención de ADN de huesos humanos.
“Cuando iniciamos en los años 90 nos costó y fue muy difícil realizar los primeros estudios. Tuvimos que sistematizar una técnica porque no había. En ese momento solo había uno o dos artículos en el mundo, y todavía estaban dudosos de ellos”, recordó el investigador.
El proceso consiste en separar células del hueso, las cuales se encuentran en un estado de momificación; después, las células son hidratadas. Una vez que la célula recobra un poco su condición original, se procede a romper la célula para que esta expulse el valioso recurso que tiene en su interior: el ADN.
En la bodega de la Dirección de Antropología Física, se tienen más de 20 mil individuos; sin embargo, no basta con extraer el material genético de cualquier hueso, ya que el ADN se degrada poco a poco por distintos factores, ya sea por el suelo, contaminación o factores ambientales.
Retos éticos
Existen ciertos factores que frenan los estudios antropológicos, como lo son cuestiones legales y religiosas. Martínez Meza menciona que ya se está trabajando en una legislación para poder solicitar muestras y, de esta manera, no afectar a individuos pertenecientes a grupos étnicos que poseen ciertos genes particulares, lo que significa que se debe replantear la forma de hacer estudios con poblaciones vivas.
Actualmente se realizan estudios sobre poblamiento, con la finalidad de recabar información sobre la filogenia de los mexicanos. Celebró que existan jóvenes investigadores entusiasmados por trabajar en alguna de las instituciones del país y contribuir al estudio de la antropología mexicana.
“Es necesario que se implementen nuevos espacios, nuevos laboratorios para seguir avanzando. Si no avanzamos, nos vamos a quedar atrás (…) Todavía hay oportunidad, podemos hacer muchas cosas con la antropología molecular”.
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