Desarrollan repositorio de lenguas indígenas del norte del país
Por Verenise Sánchez
Ciudad de México. 8 de marzo de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Con el objetivo de crear un espacio para preservar diversos materiales de pueblos indígenas del Noroeste de México, Heréndira Téllez Nieto, catedrática del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), trabaja con la doctora Zarina Estrada Fernández en el desarrollo de un repositorio digital.
En entrevista, la investigadora adscrita a la Universidad de Sonora (Unison) detalló que este repositorio denominado Masad —que significa Luna en pima— albergará tanto audios como videos, documentos y fotografías de parlantes de lenguas como pima, guarijío, yaqui, tarahumara y tepehuano.
La mayoría del material que alimentará el repositorio es resultado de más de 40 años de trabajo de campo de la doctora Zarina Estrada Fernández, prestigiada lingüista de la Unison.
“El repositorio empezará con este material, el cual comprende más de un centenar de piezas, pero esperamos que ya cuando el sitio esté en funcionamiento los hablantes se animen a contribuir con otros materiales”.
Destacó que este repositorio permitirá a las futuras generaciones conocer testimonios de primera mano sobre lenguas muy poco o nada documentadas con anterioridad; asimismo, servirá de insumo para que se realicen estudios lingüísticos.
Recordó que el Noroeste de México es una región con gran diversidad y riqueza cultural y lingüística —que desafortunadamente ha perdido ya algunas lenguas en los últimos años, como el caso del ópata, actualmente considerada una lengua extinta—, así que poner este material a disposición de los hablantes e investigadores interesados en el estudio de estos idiomas es de gran relevancia para conocer no solo las lenguas, también la cosmovisión de estos pueblos.
“Los audios que tiene este repositorio no solo son testimonios lingüísticos, muchos de ellos son narraciones de tradiciones ancestrales que nos remiten a la cosmovisión de cada pueblo y que han sido conservados de forma oral desde hace varias generaciones”.
Este repositorio, que es parte del proyecto de investigación “Estudios lingüísticos y etnoculturales del Noroeste de México”, aún está en fase de desarrollo, se espera que esté disponible a partir de agosto próximo.
¿Qué pasaría si México perdiera sus lenguas indígenas?
Para Heréndira Téllez Nieto, las lenguas maternas representan los sistemas epistemológico —lato sensu—, conceptual, deíctico de los pueblos, ya que a través de la lengua uno se comunica y expresa su pensamiento y sentimientos.
“Nuestra lengua es el reflejo no solo de nosotros como personas sino que encierra todo el conocimiento y la complejidad ideológica que hay desde antes de nosotros. Por eso al perder una lengua se pierde todo un sistema de interpretación del mundo. En este sentido, me gustaría recordar el poema del doctor Miguel León-Portilla 'Ihcuac tlahtolli ye miqui… totlacayo motolinia' (cuando muere una lengua… la humanidad se empobrece)”.
Manifestó que como filóloga le preocuparía no tener la oportunidad de interpretar las culturas desde su cosmovisión, así como no poder confrontar aspectos de tipología, sintaxis o morfología del lenguaje, entre otras cuestiones.
Pese lo anterior, indicó que le preocupa más “la calidad de vida de miles de indígenas de todo el país que no tienen acceso a servicios básicos; que no haya infraestructura médica, jurídica y educativa en sus propias lenguas”.
Con optimismo señaló que confía en que las lenguas indígenas no se extingan por diferentes aspectos, por ejemplo, desde los tiempos virreinales de la Nueva España hubo intentos de castellanización que resultaron infructuosos.
“Durante el siglo XVIII, el rey Carlos III decretó la abolición de todas las lenguas vernáculas de sus reinos, y a pesar de ello, nunca dejaron de hablarse nuestras lenguas originarias”.
Además, porque justo su trabajo es ayudar a preservar las lenguas indígenas y elaborar herramientas para su revitalización. “Mi deseo es que los hablantes tengan acceso a la educación y salud en su propio idioma, que el estudio y conocimiento de los idiomas indígenas se traduzca en hechos concretos y prácticos que sirvan a las comunidades y a los hablantes”.
Por tal razón, además del repositorio, Téllez Nieto trabaja con la doctora Estrada Fernández en el rescate de otros materiales, como la Grammatica linguae tarahuamaricae, de Matthäus Steffel, una de las pocas gramáticas novohispanas de lenguas indígenas escrita en latín.
Asimismo, Téllez Nieto acaba de ceder a una estudiante de la maestría en lingüística de la Unison, una gramática mixteca manuscrita prácticamente desconocida.
“Hay muchos materiales en lenguas indígenas, pero falta tiempo e investigadores para estudiarlos”.
¿Cómo podemos ayudar?
Respecto a cómo pueden ayudar aquellas personas que no hablan una lengua indígena a preservarlas, la especialista indicó que el primer paso es respetando a quienes sí lo hacen, porque muchas veces por pena, ya no quieren hablar en su propia lengua.
“Uno de los principales problemas que enfrenta México, al igual que otros países de América Latina, es la discriminación por origen étnico y la discriminación por motivos lingüísticos. En este sentido, los no hablantes deberían comprometerse a respetar a quienes tienen una lengua materna diferente del español, ese sería un gran paso por sí mismo”.
También hay acciones concretas que se están tomando desde diversos ámbitos, y es impulsar las lenguas regionales a través de medios electrónicos y masivos, como radios comunitarias, grupos musicales, crear páginas web en lenguas indígenas, entre otros.
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