Periodismo, fenómenos naturales y desastres
Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán. 2 de enero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Aunque el periodismo no es considerado una disciplina científica, el papel que tiene la divulgación de la ciencia desde las humanidades ha sido relevante para estudiar los impactos de diversos fenómenos hidrometeorológicos en la sociedad y el medio ambiente. Una de las propuestas de la Red de Desastres Asociados a Fenómenos Hidrometeorológicos y Climáticos (Redesclim) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) es analizar la labor periodística ante fenómenos naturales, los desastres asociados a estos y su repercusión en el conocimiento de la población.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Raymundo Padilla Lozoya, profesor investigador de la Universidad de Colima y miembro de Redesclim, señaló que el desastre no es una relación unívoca de causa y efecto, sino que es el resultado de un proceso multidimensional y multifactorial que tiene una historia y que, aunque detona en el momento en que se presenta un fenómeno, el desastre es construido socialmente desde tiempo atrás.
En la década de los noventa, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales, a partir de lo cual inició una reflexión en las instituciones y entre los especialistas para identificar los factores principales que generan los desastres, principalmente en Centroamérica y Sudamérica.
La vulnerabilidad en sus múltiples matices económicos, culturales, políticos y educativos resultaron los factores fundamentales, por lo que especialistas de diversas disciplinas se dedicaron a estudiar sus características principales.
Los periodistas, por su cuenta, empezaron a difundir una gran cantidad de eventos relacionados con fenómenos naturales porque llamaban la atención para la ONU, y las instituciones se interesaron también en la información periodística porque en esta se encontraban recopilados los datos de estos eventos, a partir de lo que las agencias internacionales desarrollaron escalas para medir los desastres como grandes, medianos y pequeños.
"Estos desastres pequeños van limando las capacidades de la sociedad, de tal forma que cuando se presenta un desastre mayor ya las zonas estaban muy vulnerables por toda esa serie de desastres pequeños, entonces los periodistas son los que se encargan de reportar todos estos eventos que ocurren en nivel colonia, que se ven reflejados en los periódicos, y es necesario conocerlos para integrar los análisis de datos y saber las condiciones de todos los desastres que se están presentando, tanto las catástrofes, los medianos y los más pequeños", comentó el investigador.
Necesidad de dominio del lenguaje técnico
Padilla Lozoya señaló como una problemática en el periodismo el uso inapropiado de conocimiento especializado, que para el periodista que cubre fenómenos naturales es indispensable. En el caso de los temblores, suele usarse de manera indistinta la magnitud y la intensidad, cuando son completamente distintas, mientras que la primera es una medida universal o consensada internacionalmente, la segunda depende de la zona donde se haya percibido.
Un caso similar es el que ocurre entre los términos clima y tiempo. El clima es una medida dictada por periodos de alrededor de treinta años o más que establece ciertas características físicas, mientras que el tiempo meteorológico es el que se presenta día a día; por lo que es necesario incidir desde estas precisiones hasta cuestiones de mayor escala donde se estereotipa la naturaleza.
"El periodista dice en sus encabezados que los desastres son naturales y asocia la causa del desastre directamente a la naturaleza, cuando actualmente algunos investigadores estamos en desacuerdo porque sabemos que detrás de todo desastre lo que hay es un componente social fortísimo, compuesto para empezar por funcionarios que dieron autorización para que se estableciera una colonia en un lugar inundable, pero el periodista desconoce este esquema y contribuye a generar imaginarios sociales en los que se percibe la naturaleza como algo maligno", señaló el especialista.
Periodismo y prevención
Fomentar la autoprevención cívica y social es parte de la labor del periodista, que a través del conocimiento científico puede exponer una problemática y prevenir las posibles consecuencias. Una de las propuestas de Redesclim consiste en capacitar a los periodistas acerca de la seguridad que deben tener en el ejercicio de sus actividades, así como mejorar la comunicación que existe entre periodistas y científicos.
"Hay una barrera invisible, por una parte está el miedo de investigadores y científicos para dar una declaración por temor a que el periodista malinterprete la información o dé los datos erróneamente, y el periodista también se ha mantenido distante del investigador porque regularmente le cuesta trabajo entender bastantes términos que en ciertas disciplinas son muy comunes, por lo que hemos propuesto charlas, cursos, conferencias y generación de materiales tangibles para mejorar las capacidades que tiene el periodista para realizar sus trabajos para informar los fenómenos hidrometeorológicos, generar imaginarios más adecuados a nuestros tiempos, así como reconocer los riesgos a los que están expuestos en el ejercicio de su labor", abundó el investigador.
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