La humanidad del genoma
Por Carmen Báez
Guadalajara, Jalisco. 5 de diciembre de 2014 (Agencia Informativa Conacyt).- El compromiso social de los científicos es importante para una sociedad informada, mencionó el biólogo y doctor en química Alberto Kornblihtt, durante su participación en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, con motivo de la presentación de su reciente libro La humanidad del genoma: ADN, política y sociedad, publicado bajo el sello de Siglo XX Editores.
Considerado uno de los científicos más prestigiados de Argentina, Kornblihtt destacó que toda investigación debe ir de la mano con la idea de crear un compromiso social, para derribar mitos sobre temas complejos como el genoma, salud o transgénicos; por lo que en su libro, que reúne artículos publicados en diarios y revistas, pretende crear una “opinión bastante clara sobre el genoma”.
“Debemos crear una opinión pública informada, porque el pueblo no está enterado de qué es realidad, qué es ficción y qué tiene que ver con la ciencia. Hay mitos sobre la medicina, los transgénicos y el poder de los genes, y si los científicos no salimos a explicar y desmentir algunos de esos mitos, pueden influir en malas decisiones políticas”, comentó.
El libro está dirigido un público amplio, dada la claridad de escritura; aborda temas sobre el genoma, la clonación y su relación con cuestiones sociales como lazos biológicos, determinación de la identidad, raza, así como la objetividad y subjetividad en el conocimiento científico, entre otros.
El ADN tiene la palabra
El autor destacó que en el libro explica que en los últimos 60 años el conocimiento del ADN ha revolucionado a la industria farmacéutica y el diagnóstico de patologías como el cáncer, así como al sector agropecuario.
“Las plantas genéticamente modificadas han dominado la producción de algunos países que han modificado sus economías; en el terreno de la identidad, el conocimiento del genoma y el ADN desde la década de los 80 ha permitido establecer lazos biológicos con un grado de certeza que antes no se podían establecer", comentó.
El investigador, quien compartió algunos capítulos de su libro, también habló sobre la determinación de los genes en la personalidad y gustos, como es el caso de la música. Indicó que existe una interacción del genoma con el medio ambiente físico (temperatura, gravedad, luz, radiaciones) y también el ambiente biológico. Sin embargo, no se puede demostrar que la sensibilidad musical es hereditaria.
“Pongo el ejemplo (en el libro) que los hijos de Johann Sebastian Bach fueron buenos músicos pero no sabemos si fue porque heredaron los genes del papá o porque se identificaron psicológicamente, es algo que desconocemos. Es muy difícil hacer genética de poblaciones para saber si determinado carácter es heredado por los genes o adquirido por el ambiente. Cualquier enfermedad hereditaria es por los genes, pero con respecto a la sensibilidad de la música, no lo sabemos”, explicó.
El investigador habló también sobre la variabilidad genética del Homo sapiens, la histocompatibilidad de los genes, y la naturaleza y tecnología a partir de la ecología, temas que también se abordan en su publicación.
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