El Colegio de Michoacán cumple 36 años haciendo historia
Por Susana Paz
México, DF. 15 de enero de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Fue justamente un 15 de enero de 1979 cuando se fundó El Colegio de Michoacán (Colmich) y desde entonces se ha consolidado como uno de los principales ejemplos de una exitosa política pública de descentralización de la ciencia.
Fundado en Zamora, Michoacán, fue el célebre historiador Luis González y González quien impulsó su creación siguiendo la vertiente de fomentar y ampliar los focos de investigación científica en México.
Desde hace 36 años y con una gran tradición científica, el Colmich se ha erigido como una institución de investigación de alto nivel en las áreas de historia y ciencias sociales, según afirmó su presidente, Martín Sánchez Rodríguez.
“Al Colmich lo veo como siempre ha sido: una institución preparada para afrontar los retos que implican la ciencia, la tecnología y la innovación a través de la docencia y la investigación. Lo veo con una alta producción académica, enfocada a la generación de conocimiento básico en el área de ciencias sociales y humanidades, y con una gran responsabilidad para atender los problemas sociales que actualmente demanda México, a través de proyectos que, además de generar ciencia básica, que originalmente es a lo que nos dedicamos, también sirven para decidir políticas públicas y atender algunos proyectos de los sectores sociales y productivos”, expresó el presidente.
Además, aseguró que en este 36 aniversario lo que hay que celebrar del Colmich es que constituye un gran ejemplo del éxito de una política pública de descentralización, que dio como resultado centros de investigación en todo el país, los cuales siguen creciendo.
A punto de terminar su administración como presidente de esta institución (2009-2015), Martín Sánchez Rodríguez habló de los proyectos más importantes, de su experiencia al frente del colegio, y de los retos y logros más apremiantes que enmarcan su aniversario.
Aportaciones y regiones
Ubicado en el municipio de Zamora y con una subsede en La Piedad, el Colmich ha jugado un papel determinante en la zona occidente del país y ha sido modelo para la creación de centros que se fundaron posteriormente. Después del Colmich se crearon El Colegio de la Frontera Norte (Colef), El Colegio de Sonora (Colson), El Colegio de San Luis (Colsan), el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, El Colegio de Jalisco (Coljal) y otros más, tanto de carácter federal como estatal.
La zona occidente de México vio incrementada así su investigación. No obstante, los intereses de los actuales investigadores traspasan esta región, es decir, de enfocarse originalmente al oeste mexicano, en la actualidad y casi desde un principio, investigan distintas zonas del país, explicó Sánchez Rodríguez.
El Colmich inició con dos centros: Estudios Antropológicos y Estudios Históricos. A los cuatro años ya contaba con otros dos: Estudios Rurales y Estudio de las Tradiciones. En 2001 fue que se extendió a la cercana población de La Piedad, donde se estableció el Centro de Estudios Arqueológicos y ahí mismo, en 2002, se creó el Centro de Estudios de Geografía Humana.
En la actualidad tiene una plantilla de 73 investigadores, de los cuales 45 son hombres y 28 mujeres, y un total de 658 egresados en toda su trayectoria.
Pero además, una de las aportaciones a 36 años de su fundación es constituirse como punto de reunión, organización de conferencias y actividades educativas que han fortalecido a toda una región; es decir, que además de las actividades de investigación y docencia que desarrollan, el estar ubicado en una zona intermedia a Morelia lo ha llevado a ser uno de los principales focos de organización de eventos académicos que le ha permitido vincularse totalmente en la región.
La Tierra Caliente
Para el doctor Martín Sánchez, todos los proyectos que se desarrollan en el Colmich son importantes. A su juicio, si se pretende formar a mexicanos bien informados conscientes de su pasado, es decir, buenos ciudadanos, todos los proyectos son imprescindibles.
“Por ejemplo, desde la fundación del colegio nos hemos dedicado a investigar la región de Tierra Caliente de México, es decir, Michoacán, Estado de México y Guerrero; de hecho, hemos publicado más de 50 libros, artículos y una buena cantidad de capítulos sobre el tema. Hoy en día, sin nuestros estudios difícilmente se entendería a la Tierra Caliente y la situación en la que está actualmente. De esta forma, quienes buscan un fin utilitario a los que hacemos ciencias sociales o historia pueden recurrir a nuestros estudios, ya sea para definir políticas públicas que atiendan esta situación, tomar acciones concretas de gobierno o generar planes de desarrollo”, expuso.
Otros proyectos, igualmente importantes, son los temas sobre la migración y sus efectos sociales en el país; una serie de proyectos arqueológicos en el occidente de México en el que destaca el proyecto denominado Teuchitlán, en el estado de Jalisco, que es uno de los sitios más visitados en todo México (recibe más de 300 mil personas al año) y que es dirigido por investigadores del Colmich.
“Tenemos trabajos independientes sobre la religión católica que son de gran importancia nacional e internacional. Somos el único centro especializado en ciencias sociales y humanidades que, a partir de su definición de patrimonio cultural y natural, participa en los programas de fortalecimiento a la innovación, lo que nos permite unir nuestros esfuerzos con el sector social y productivo del país”, explicó el doctor Sánchez Rodríguez.
En términos de la formación de la conciencia nacional, agregó, el Colmich tiene en sus filas al principal biógrafo de Miguel Hidalgo y de José María Morelos: el historiador Carlos Herrejón Peredo, especialista en el tema.
Participan además en un estudio diagnóstico para la Tierra Caliente en la que buscan una alternativa por parte del gobierno federal para la atención de los conflictos en la región.
Proyectos a futuro
Actualmente, el Colmich ofrece 9 programas académicos que están adscritos al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC): una maestría y un doctorado en Antropología; un doctorado en Historia; doctorado en Ciencias Sociales con especialidad en Tradiciones; maestría y doctorado en Ciencias Sociales con especialidad en Estudios Rurales; doctorado en Ciencias Sociales en general, y maestría en Geografía y Arqueología, respectivamente.
“A futuro lo que pretendemos es generar nuevos posgrados, es decir, las maestrías extenderlas a doctorados en lo que se refiere a Arqueología y Geografía, porque en realidad estas maestrías son de las pocas impartidas en instituciones que están fuera de las capitales de los estados”, explicó el presidente del colegio.
En términos de investigación reciente y la relación con las áreas científicas naturales y exactas, tienen un gran proyecto con el Centro de Innovación y Desarrollo Agroalimentario de Michoacán (CIDAM): “Es una participación fundamentalmente tecnológica pero en la que han aceptado plenamente la importancia de la parte social en sus proyectos y hacia allá pensamos contribuir”, afirmó.
Finalmente está el Laboratorio de Análisis y Diagnóstico del Patrimonio (Ladipa) que sirve como un elemento para el intercambio de lo que necesitan las ciencias sociales y las humanidades con los productos de avance en diferentes aspectos de física, química, agronomía, y de otras ciencias naturales y exactas.
Retos y desafíos
Para Martín Sánchez Rodríguez, la descentralización científica ha sido y es uno de los mayores retos y desafíos del colegio, porque considera que apoyar la ciencia y tecnología fuera de las capitales de los diferentes estados requiere un esfuerzo mucho mayor en términos económicos y sociales, y sostenerla a lo largo del tiempo también sugiere esfuerzos significativos.
“Por ejemplo, cuando hablamos como Colmich y nos presentamos en convocatorias, en otros estados o escenarios, nunca se considera que somos un centro público de investigación federal que, por cuestiones del destino, nos tocó vivir en Michoacán y desempeñarnos en el estado y por eso nos llamamos así; pero eso solo es un nombre, nuestros intereses van mucho más allá de nuestro estado, y en ese sentido siempre se considera al colegio como una institución que debe enfocarse única y exclusivamente a los problemas sociales y humanísticos del estado”, dijo.
Otro reto importante es el vincularse cada vez más con los centros tecnológicos y de ciencias naturales y exactas, porque muchas de las investigaciones que realizan tienen una repercusión en lo social, por lo que resulta imponderable que antes de proyectar un elemento técnico, se consideren las repercusiones sociales que ese elemento tendrá en la sociedad.
“Tenemos que aprovechar lo que los centros tecnológicos están desarrollando en beneficio de lo que a veces nosotros trabajamos, como ejemplo quienes estudian historia económica, historia medio ambiental, en donde hay elementos que a nosotros nos sirven; este tema constituye un reto importante”, afirmó el directivo.
Una gran familia
A punto de finalizar su administración, Martín Sánchez Rodríguez, quien es doctor en Historia por El Colegio de México (Colmex), aseguró que estar al frente de la instancia ha sido toda una experiencia llena de satisfacciones, no solo en el ámbito académico, sino en términos familiares y de amistad. Para el historiador, dirigir esta institución, a la que considera su alma máter, pues se formó aquí en la maestría, es una satisfacción que lo enriquece como persona, como miembro de una familia y de una sociedad en general.
“Estoy plenamente satisfecho de mi paso por el Colmich. Dirigirlo tiene que ver con una decisión familiar, porque cuando inicias tienes antes que ver cuáles serán las repercusiones en tu familia, de qué manera tu actividad va a repercutir. También tienes que aprender lo que significa una estructura administrativa, porque a veces se llega sin tener esa claridad, y en el transcurso se empieza a aprender qué es esto. Una de las partes más importantes tiene que ver con dejar de ponerse a uno mismo como el eje principal de tu proyecto académico para pensar en lo que requiere cada uno de los investigadores, el personal administrativo y toda la institución que se está dirigiendo”, aseguró.
Para Sánchez Rodríguez, ser director significa mejorar las condiciones y la investigación de los colegas. Pero también, a lo largo de su administración, el lograr hacer nuevas amistades, tener y generar confianza con quienes lo han apoyado.
“Espero que el Colmich esté mejor preparado para las nuevas políticas de ciencia y tecnología que vienen; están sucediendo cambios importantes, hay más demandas de la sociedad en términos de lo que espera de los científicos en todos los niveles. Creo que con lo que hicimos y con lo que se tiene proyectado, el Colmich está lo suficientemente preparado para cubrir tanto las demandas de la ciencia y la tecnología en términos de nuevo conocimiento, pero también para atender las demandas que cotidianamente la sociedad nos ofrece”, concluyó el director.
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