Laboratorio Nacional de Vivienda y Comunidades Sustentables
Por Dioreleytte Valis
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 16 de mayo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Tras la vinculación de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), las universidades de Sonora (Unison), de Guadalajara (UdeG) y Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), sumado al apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), surgió en 2015 el Laboratorio Nacional de Vivienda y Comunidades Sustentables, destinado a la innovación y desarrollo de tecnologías dirigidas al rubro de la vivienda y comunidades urbanas sustentables.
Figura entre sus principales objetivos, la optimización de recursos mediante la prestación de servicios y soluciones al sector vivienda, bajo estándares de acreditación internacionales y con rangos de cobertura local, regional y nacional.
El laboratorio desempeña sus actividades sobre tres ejes: formación de recursos humanos, investigación y servicios. Para la formación de recursos humanos de alto nivel, la entidad se apoya en los posgrados ofertados por las universidades que lo conforman, contando con la maestría en arquitectura, maestría en planificación y desarrollo humano, maestría en procesos y expresión gráfica en la proyectación arquitectónica urbana, doctorado en estudios urbanos, doctorado en ciudad, territorio y sustentabilidad y el posgrado en humanidades de la División de Humanidades y Bellas Artes, todos ellos adscritos al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Conacyt.
Otro de sus cometidos es la generación y aplicación del conocimiento mediante el desarrollo de sus líneas de investigación, mismas que se encuentran ligadas al área de servicios del laboratorio, en donde los cuerpos académicos generan proyectos para clientes.
Laboratorio Conacyt
El Laboratorio Nacional de Vivienda y Comunidades Sustentables surgió en el 2015 gracias al financiamiento del Programa de Laboratorios Nacionales Conacyt, coordinado por la Dirección de Redes e Infraestructura Científica. Este programa incentiva la creación de unidades de investigación especializada mediante la asociación entre instituciones de distintas regiones del país y con el objetivo de alcanzar su sostenibilidad financiera.
Este concepto también denominado “laboratorio sin paredes” es una red de laboratorios agrupados por un tema y líneas de investigación en común o complementarias, que pertenecen a diferentes instituciones, tal como lo explica Gabriel Castañeda Nolasco, responsable técnico del Laboratorio Nacional de Vivienda y Comunidades Sustentables.
Para mantener la infraestructura, el equipo de investigadores se ha dado a la tarea de inscribirse en las convocatorias para la formación de laboratorios nacionales Conacyt, consecuentes al año de su formación. Como resultado, cuenta con un equipo de laboratorio que posibilita la investigación aplicada que, en su corto tiempo de desempeño, se manifiesta en tres solicitudes de patentes ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
“En sí mismo, el Laboratorio constituye un activo muy significativo para el apoyo y desarrollo de la política nacional de vivienda y de desarrollo urbano, tanto a nivel federal como estatal y local. Además, es el único proyecto de su tipo en nuestro país que logra articular diferentes equipos de investigación, programas de posgrado e infraestructura tecnológica en áreas del diseño bioclimático, eficiencia energética en vivienda, planeación urbana y ordenación territorial, entre otros”, precisó el doctor Fernando Córdova Canela, director regional del laboratorio, sede Universidad de Guadalajara.
Creador de conocimiento científico
Una de las premisas del laboratorio es la generación de conocimientos científicos y la innovación tecnológica, para ello, el equipo de especialistas se apoya en las siguientes líneas de investigación: transferencia tecnológica para la vivienda bioclimática, análisis urbano territorial, cambio climático, estudios sobre la habitabilidad sustentable, gestión y tecnología para la arquitectura y urbanismo sustentables, estudios de habitabilidad, resiliencia y desarrollo de asentamientos y, por último, vivienda, contexto y sustentabilidad.
Como parte de la correlación de las líneas de investigación, en el 2016 el laboratorio diseñó un modelo de comunidad sustentable y resiliente para el municipio de Mascota del estado de Jalisco, paralelo a una propuesta de comunidad acompañada de proyectos de vivienda para 80 familias, de las cuales gran parte había sido afectada por el huracán Patricia en el 2015. El proyecto fue entregado al Instituto Jalisciense de Vivienda para su seguimiento.
El doctor en arquitectura Fernando Córdova Canela añadió detalles sobre el proyecto presentado al Instituto Jalisciense de Vivienda para la creación de una comunidad sustentable, donde resaltó la participación de expertos de las cuatro sedes que conforman el laboratorio.
“La vivienda progresiva que tiene estrategias de diseño bioclimático y que utiliza tecnologías para el desarrollo de componentes de muros y losas de entrepiso, así como de cubiertas verdes, fue desarrollada por la sede Unach, mientras que el estudio urbano a nivel de cabecera municipal se realizó por la UACJ, que preveía las estrategias de crecimiento y criterios de planeación urbana. Los estudios de diseño bioclimático, iluminación y transferencia térmica de las unidades de vivienda fueron elaborados por la sede Unison; y el estudio de cohesión social y diseño urbano sustentable y resiliente, realizado por la sede UdeG”.
El equipo de investigadores trabaja en nuevos proyectos, como el desarrollo del prototipo de la unidad móvil de producción de vivienda digna, sustentable y resiliente que coordina la sede de la Universidad de Guadalajara; un sistema de enfriamiento radiactivo por parte de la Universidad de Sonora, y la certificación de indicadores de sustentabilidad y calidad de vida urbana ISO 37120 de Ciudad Juárez, en la que trabaja la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Importancia nacional
El doctor en ingeniería ambiental y responsable técnico del Laboratorio Nacional de Vivienda y Comunidades Sustentables, Gabriel Castañeda Nolasco, enfatizó que uno de los logros de la unidad científica fue la obtención de la certificación ISO 9001:2015, que corresponde a la norma del sistema de gestión de calidad (SGQ) que verifica la capacidad de una organización para proveer productos o servicios que atienden los requerimientos de sus clientes. Esta herramienta permitió alinear la estructura organizacional del laboratorio y la armonización de procedimientos administrativos.
La entidad responsable de la certificación del laboratorio fue la Fundación de la Industria de la Construcción (FIC). “Un dato importante es que la FIC este año será una entidad de tercer nivel acreditada por la Entidad Mexicana de Acreditación, por lo que la certificación que tendremos este año será del máximo nivel posible en nuestro país”, explicó Fernando Córdova.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, los especialistas enfatizaron la importancia de la gestión del laboratorio en temas como la política pública estatal y el desarrollo de instrumentos, tal es el caso del programa de vivienda en el estado de Jalisco. Otra de las participaciones de gran valor es en el desarrollo, implantación y evaluación de las acciones nacionales apropiadas de mitigación (NAMA, por sus siglas en inglés) de vivienda sustentable a nivel federal, orientadas a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Finalmente, otro de los pilares del laboratorio es la transferencia y maduración de tecnología con el objetivo de generar nuevas cadenas productivas y oportunidades de negocios locales, tales como el Domotej o la Placa Losa, que son adaptaciones tecnológicas de techos.
Prestación de servicios
Para dirigir el laboratorio, unen esfuerzos el doctor Gabriel Castañeda Nolasco como responsable técnico del laboratorio y representante de la Unach; la doctora Elvira Maycotte Pansza, representante de la sede UACJ; el doctor José Manuel Ochoa de la Torre, de la Unison, y el representante de la UdeG, el doctor Fernando Córdova Canela.
Otra de las vertientes en los trabajos del Laboratorio Nacional de Vivienda y Comunidades Sustentables es la prestación de servicios. Este rubro posibilita la vinculación con el sector privado y el desarrollo de la vivienda, apoyados en parámetros científicos y tecnología de punta.
“Se ha participado en diferentes propuestas como consultorías ante el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, la Agencia Alemana GIZ-CONAVI, este último organismo nos ha aprobado un proyecto de cobertura nacional respecto a la NAMA de vivienda”, detalló Gabriel Castañeda.
El laboratorio cuenta en su página oficial con una cartera de servicios vinculados a sus líneas de investigación, entre ellos ofrecen el modelado y simulación 3D, pruebas de corrosión y protección para determinar el envejecimiento de materiales, estudios de termodinámica en la construcción, estudios técnico ambientales, prototipado de modelos de vivienda y conjuntos urbanos, desarrollo de proyectos arquitectónicos, urbanos y conjuntos habitacionales con estrategias sustentables, entre otros.
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