Realizan nuevos registros de algas marinas en Tabasco
Por Janet Cacelín
Ciudad de México. 20 de junio de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- En el golfo de México y el mar Caribe, existen 238 géneros y 651 especies de algas marinas que se encuentran, en su mayoría, distribuidas en los estados de Campeche, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. Sin embargo, aunque el estado de Tabasco también forma parte de esta región, es la entidad costera con el menor número de biodiversidad en algas marinas debido a que el conocimiento de la ficoflora en la entidad es escaso.
Por esta razón, Nataly Quiroz, quien es bióloga por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) y maestra en ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), llevó a cabo dos periodos de muestreo en temporada de lluvias y secas en siete localidades del litoral tabasqueño; además revisó el material procedente de los herbarios de la Facultad de Ciencias de la UNAM y de la UJAT.
El resultado fue que gracias a esos trabajos pudo reportar 17 nuevos registros de especies de algas marinas verdes para la costa de Tabasco, pertenecientes a siete géneros, cinco familias y cuatro órdenes, por lo que luego del estudio, el número de algas marinas de la clase Ulvophyceae registradas en Tabasco ascendió de cinco a 22.
Además, otro de los hallazgos más importantes es que por primera vez se reportó Chaetomorpha nodosa en las costas mexicanas.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Quiroz relató que el objetivo de la investigación, titulada Nuevos registros de algas verdes marinas (Ulvophyceae) para Tabasco, México y que fue publicada en enero de este año en la revista científica Acta Botánica, fue contribuir al conocimiento de este tipo de flora.
El interés por las macroalgas
Nataly Quiroz comenzó a especializarse en ficología, es decir, la parte de la botánica que se ocupa del estudio de las algas, desde que cursaba el tercer semestre de la universidad.
“Primero empecé a trabajar con microalgas y después, durante mi estancia en un verano científico en 2010 conocí a un ficólogo, el doctor Daniel León Álvarez con el que empecé a trabajar macroalgas. Él me dijo que en el año 2003 se publicó un estudio de la UAM en el que se plantea la problemática de que en el estado de Tabasco solo había dos reportes de algas marinas. A partir de eso nos pusimos a revisar material de la colección del herbario FCME de la UNAM y nos dimos cuenta de que hay cosas muy interesantes, entre ellas algas verdes y empezamos a hacer la identificación”, señaló.
Ya en el año 2010 comenzaron a hacer las revisiones de material del herbario, identificando distintas especies de algas.
“También se realizó una recolección en más de siete localidades y descubrimos una que vale oro para la ficología marina: la escollera Sánchez Magallanes en Cárdenas”.
Tabasco, un estado poco explorado
De acuerdo con Nataly Quiroz, los ficólogos no habían trabajado en la zona debido a que Tabasco tiene muchas desembocaduras de río y justamente la presencia de esos caudales modifica el aporte de nutrientes y las condiciones de salinidad. Además, las playas de Tabasco son arenosas, por lo que no tiene los sustratos suficientes para que las algas se desarrollen.
“Los ficólogos siempre dijeron: 'es un lugar donde no vale la pena ir porque no hay nada'. Pero nosotros nos dimos a la tarea de buscar. Uno de los lugares que resultó una maravilla es Sánchez Magallanes y justamente ahí porque no hay desembocadura de ríos y las condiciones del mar son diferentes seguramente porque ya se encuentra más cerca a la costa de Veracruz, donde la ficología sí se ha desarrollado”, señaló.
En el estudio, que se convirtió en la tesis de licenciatura de Nataly, además de las identificaciones, se realizaron las descripciones de cada especie, que permite detectar la variación de caracteres y se convierte en una base necesaria para, posteriormente, hacer otro tipo de estudios como variación morfológica.
Un nuevo hallazgo para Tabasco
Durante el proceso de investigación, Nataly Quiroz relata que comenzaron a trabajar primero con los organismos más grandes y después con los filamentos más pequeños.
“Chaetomorpha nodosa es muy chiquita y cuando empecé a revisar mis muestras, no había demasiado material de esa alga, pero me llamó la atención el tamaño y la forma de las células, y la empecé a trabajar, entonces me di cuenta que por las medidas y características no era ninguna de las Chaetomorphas que se habían reportado”, explicó.
Fue hasta que los árbitros revisaron el trabajo cuando le informaron que era la primera vez que se reportaba esa especie para la costa del Atlántico, pues, según la literatura más reciente, solo se encontraba en Venezuela y Brasil, pero no en México.
“No es raro, son algas de distribución continua pero seguramente nadie la había visto. Aunque yo no me esperaba ese registro, seguramente vamos a seguir encontrando y cuando apliquemos técnicas de biología molecular nos vamos a dar cuenta que incluso tenemos nuevas especies para la ciencia”, señaló.
La investigadora asegura que Tabasco tiene aún muchas lagunas costeras que no se han trabajado y donde hay algas muy interesantes.
“Luego del trabajo que yo saqué, se hizo un proyecto que es diversidad de las macroalgas en la Laguna el Carmen, que fue desarrollado por la maestra Rivas Acuña junto con otros estudiantes investigadores, justo para conocer qué pasa en las lagunas porque son condiciones distintas”, dijo.
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