Reserva ecológica de la UNAM, nueva casa de ajolotes
Por Ameyalli Villafán
México, DF. 17 de junio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- La Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) será la nueva casa de 10 ajolotes, enigmáticas especies que, a lo largo de la historia, han sido representativas de la cultura del Valle de México.
El doctor Luis Zambrano González comenzó a estudiar a los ajolotes hace 12 años. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) lo invitó a realizar un estudio de la población de estos animales en Xochimilco. “Al principio estaba interesado en otros temas, pero a los seis meses de haber iniciado el proyecto me enamoré tanto de Xochimilco como del ajolote”, comentó.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM y secretario ejecutivo de la REPSA explicó cómo fue el nacimiento del proyecto, así como los retos y objetivos del mismo.
La investigación surgió porque el Club Universidad Nacional A. C., a través del ingeniero Emilio Pacheco, mostró interés en albergar a dicha especie en los lagos que se encuentran en la mencionada reserva ecológica. “A partir del proyecto que he llevado en Xochimilco, en donde he observado cómo ha bajado la población de ajolotes, se pensó en tener diversos albergues para tener un stock que permitiera contar con variabilidad genética y con ecofisiología de esta especie silvestre”, expuso el doctor.
Por otra parte, Zambrano González declaró que la idea surgió también a partir de que los animales, cuando llevan mucho tiempo en peceras, pierden la característica silvestre, tanto en términos morfológicos, fisiológicos y de conducta.
Ajolote: importancia histórica, evolutiva y ecológica
El ajolote o Ambystoma mexicanum es un anfibio que pertenece al grupo de las salamandras. De acuerdo con el Manual Básico para el Cuidado en Cautiverio del Axolote de Xochimilco, realizado en el IB, esta especia tiene una característica de neotenia, es decir, que alcanza la madurez sexual y se reproduce sin perder las características físicas y morfológicas en su estado larvario. Otra de las particularidades es que puede recuperar cualquiera de sus tejidos cuando es mutilado y posee una gran cantidad de células madre.
El doctor Zambrano González explicó que científicos alemanes y estadounidenses realizan experimentos en el campo de la medicina sobre la regeneración de tejidos a partir de los ajolotes.
“En términos ecológicos, el ajolote es una pieza fundamental en la estructura de la red trófica. Es un depredador punta (...) Puede modular y modificar la estructura de dicha red para hacer que dentro del agua haya diversidad y mayor capacidad de absorción de los problemas generados por el hombre”, agregó el entrevistado.
En ese sentido, si hubiera una población saludable dentro del lago de Xochimilco gracias a la intervención del ajolote, se contaría con acociles, variedades de insectos y plantas, y seguirían existiendo las cinco especies de peces, de las cuales solo sobrevive una. “Por el contrario, abundan las carpas y tilapias, que son competidores y depredadores de los ajolotes”, apuntó.
Rumbo a la extinción
Según la revista ¿Cómo ves?, el ajolote, de acuerdo con la mitología azteca, era la encarnación del dios Xólotl, quien cambió de forma y se escondió en las profundidades del agua para librarse de la muerte. Su nombre proviene del náhuatl axolotl, que significa “monstruo acuático” o “gemelo de agua.” Es una especie endémica de la Ciudad de México. Sin embargo, en las últimas décadas ha ido desapareciendo del lago de Xochimilco, su casa.
De acuerdo con el doctor Zambrano González, hay tres razones fundamentales para la extinción del ajolote en Xochimilco: la calidad del agua, la urbanización y las especies introducidas.
“La calidad del agua ha cambiado de manera diferencial en todo Xochimilco”, comentó el investigador, y agregó que el uso de pesticidas y herbicidas en los invernaderos es una de las causas de muerte del animal.
En cuanto a la urbanización, detalló que es un factor que contribuye a la extinción de la especie porque “el ajolote se estresa mucho por la presencia de la actividad humana. Tener un edificio afecta negativamente la distribución del animal”.
Aunado a ello, como parte de un proyecto de acuicultura, en la década de los 80 se introdujeron al lago de Xochimilco carpas y tilapias. Para el especialista, esto ocasionó un desastre ecológico, porque se desconocían los efectos que generarían dichas especies, que actualmente representan el 98 por ciento de la abundancia de animales en los canales.
De acuerdo con cifras señaladas por el doctor Zambrano González, en 1998 había 6 mil ajolotes por kilómetro cuadrado en Xochimilco; actualmente hay menos de uno por kilómetro cuadrado. “El análisis de viabilidad poblacional que hicimos en 2004 indicó que para 2018 se extinguirían si las circunstancias siguen igual. La situación no ha cambiado, lo cual sugiere que van rumbo a la extinción”, expuso.
Albergue en CU: su nueva casa
El proyecto que encabeza el especialista es para monitorear a los ajolotes a través de un chip que obtendrá información diversa sobre cada una de las especies. “El chip nos permitirá dar un seguimiento personalizado en peso, longitud, enfermedades. Será una marca personal para cada uno de los bichos”, comentó el doctor.
En total, la REPSA albergará 10 ajolotes y estarán divididos en tres jaulas. A la par del proyecto de monitoreo, se busca comenzar con uno de restauración de los lagos “para que a corto plazo se compruebe que el ajolote puede vivir ahí. Entonces podremos hacer liberación de los mismos”, refirió.
Sobre las características que deben tener los lagos que albergan a estos anfibios, el entrevistado detalló que ya se realizó un estudio de la calidad del agua en el cual se determinó que es adecuada y permite buena visibilidad. “La estructura trófica debe ser adecuada. Debe tener plantas, insectos de distintos tipos, acociles, peces y zooplancton. Así, el ajolote podrá interaccionar con ellos”, explicó.
Este albergue busca fungir como stock para mantener a una población saludable de ajolotes, y en caso de que la especie se extinga en Xochimilco, se buscará reintroducirlo al hábitat cuando ya esté restaurado.
Un anfibio, el animal más importante de la Ciudad de México
Para el doctor Luis Zambrano González, la responsabilidad de preservar al ajolote es de toda la sociedad, no solamente de los científicos, chinamperos, xochimilcas o autoridades. En palabras del entrevistado, la especie va rumbo a la extinción: “Tenemos todos los argumentos científicos, modelos matemáticos, colectas de calidad de agua, análisis geográficos para sostener esa hipótesis. Si no le entramos todos, vamos a perderlo”.
Este animal, agregó, está relacionado directamente con la cultura mexicana y con un hábitat muy importante sin el cual no puede sobrevivir. “La cantera es una pieza fundamental como parte de la REPSA. A los biólogos nos gusta ir a muchos lugres prístinos pero muchas veces descuidamos nuestra casa (...) El entender, trabajar y restaurar estos lugares es fundamental como investigadores”, dijo.
Concluyó que este proyecto es un llamado a la sociedad: “Detengámonos como capitalinos, universitarios y como deportistas. Tenemos una responsabilidad”.
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