Es viable el cultivo de perlas en la bahía de Acapulco
Por Susana Paz
México, DF. 23 de enero de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- La concha nácar Pteria sterna representa un creciente uso en la industria perlera en la región subtropical del noroeste de México. No obstante, investigaciones recientes han demostrado que en ambientes tropicales del país el cultivo de perlas puede ser redituable, pero la poca información sobre la biología y ecología de la especie limita la definición de protocolos para la creación de granjas perleras.
Estudios realizados por el investigador Pedro Enrique Saucedo Lastra, adscrito al Programa de Acuicultura del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) en La Paz, Baja California Sur, han demostrado que en la bahía de Acapulco se encuentran condiciones óptimas para el crecimiento y cultivo de esta especie perlera.
Según explica el investigador, las ostras perleras son utilizadas mayormente para la formación de perlas, pero también se aprovecha el nácar para elaboración de cremas de belleza, jabones y botones, así como la concha para fabricación de artesanías.
“Históricamente, en estos procesos han participado siempre familias y/o comunidades enteras, por lo que el aprovechamiento de las ostras perleras se puede considerar como un fuerte impulsor de desarrollo social, económico y cultural. Si bien el cultivo de perlas es una actividad acuícola bien asentada y muy prolífica en varios países del mundo, particularmente en Asia y el Pacífico Sur, en México está en desarrollo incipiente”, expresó el especialista.
Las especies que se han utilizado para producción de perlas son dos de distribución subtropical presentes principalmente en la costa oriental y occidental de la Península de Baja California, explica el investigador. Sin embargo, ambas están presentes también en ambientes tropicales, y en la Bahía de Acapulco se han hecho esfuerzos por aprovecharlas para promover desarrollo socioeconómico a través del cultivo de perlas.
La investigación, encabezada por el doctor Saucedo Lastra, tuvo como principal objetivo el sentar las bases de dos aspectos primordiales en el manejo de un proyecto de este tipo: el crecimiento y la reproducción. Los resultados, afirmó el investigador, han demostrado que el cultivo de perlas en Acapulco y la costa del Pacífico en México es factible y se alinea bien con las principales actividades económicas de la región, como la producción de joyería y el ecoturismo.
Estudio y hallazgos en Acapulco
Las investigaciones realizadas por el doctor Saucedo Lastra determinaron el crecimiento absoluto, la tasa de crecimiento, los estadios reproductivos y la talla de primera madurez de juveniles de la concha nácar Pteria sterna mantenida en cultivo en suspensión en la bahía de Acapulco durante un ciclo anual.
“Se comparó la respuesta de la especie en esta área tropical con registros existentes para otras áreas subtropicales de México”, explicó el investigador.
Los datos obtenidos destacaron que los juveniles crecen muy rápido durante los primeros seis meses (5.3 milímetros al mes) y alcanzan una talla de 60 milímetros en un año. Si se considera que 70-80 milímetros de altura de la concha es la talla recomendada para injertar Pteria sternapara fines de producción de perlas en las granjas del golfo de California, se estima que en la bahía de Acapulco la especie crece rápido y puede alcanzar la talla de injerto a los 15 o 17 meses de edad.
De esta manera, destacó el estudio, la actividad reproductiva de la especie se inició a una talla de 50.9 milímetros en los machos y 59.5 milímetros en las hembras, y a partir de aquí el desarrollo de la gónada y el desove se mantuvo constante casi todo el año, y coincidió el pico reproductivo con una disminución en la temperatura del agua de unos 25 grados Celsius aproximadamente en invierno, a unos 22 grados Celsius en primavera.
Para el especialista, los resultados de esta investigación no solo proveen un mejor entendimiento de los requerimientos fisiológicos de la especie a lo largo de un gradiente de distribución geográfica más amplio en México, sino que además son relevantes para el potencial establecimiento de granjas perleras en la bahía de Acapulco.
“En esta área, se recomienda utilizar a la concha nácar Pteria sterna para producción de perlas en invierno y primavera”, aseveró el experto.
Resultados de esta investigación aparecen en el artículo “Patrones de crecimiento y reproducción de la concha nácar, Pteria sterna, cultivada en un ambiente tropical de México: Implicaciones para el cultivo de perlas”, publicado en 2014 en la revista Ciencias Marinas. Para consultar el artículo completo puede dirigirse aquí.
El doctor Saucedo Lastra lidera proyectos similares dirigidos a aprovechar otras especies de moluscos, como las almejas de agua dulce para producción de perlas en el estado de Tabasco. Actualmente participa como consultor científico en un proyecto internacional apoyado por Innova-CORFO (Chile), que tiene como propósito impulsar la acuicultura en el norte de ese país sudamericano a través de la producción de perlas en abulón rojo Haliotis rufescens. Este proyecto, que se encuentra apenas en su primera etapa, pertenece a la Universidad de Antofagasta, Chile.
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