Gobernanza de la biodiversidad en Yucatán
Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán. 7 de junio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Gobernanza de la biodiversidad es un proyecto apoyado por la Comisión Nacional para la Biodiversidad (Conabio) y la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GIZ) que se desarrolla a nivel nacional con el fin de promover un reparto equitativo de los beneficios que se derivan del uso de la biodiversidad. En el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), Luz María Calvo Irabién lidera un proyecto en torno a la cosecha de orégano de monte por grupos de mujeres de la comisaría de Nohuayum, municipio de Tetiz.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la investigadora señaló que el proyecto se centra en apoyar actividades de capacitación para promover la conservación de la biodiversidad, así como el reparto equitativo de los beneficios derivados de esto.
"La idea de este proyecto es, por un lado, generar conciencia en las personas que utilizan la biodiversidad para generar ingresos económicos, ver la manera de desarrollar esquemas de un uso sustentable que se traduzca en una conservación del recurso, con buenas prácticas de aprovechamiento, de manejo de comercialización y que derivado de todo este proceso haya un reparto equitativo de los beneficios derivados del uso de esta biodiversidad, que en este caso son las hojas del orégano", apuntó la investigadora en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Como parte de su labor de investigación, Luz María Calvo se dedicó inicialmente al estudio de especies de plantas en peligro de extinción, pero fue por recomendación de una amiga antropóloga que conoció a las mujeres de la comunidad de Nohuayum que cosechaban el orégano de la vegetación natural. A raíz de este comentario, la investigadora se adentró en el mundo de las plantas aromáticas y los aceites esenciales, iniciando con el orégano.
Talleres de capacitación
Con el apoyo de la Conabio, se desarrolló el proyecto de capacitación con un año y medio de duración. Esta capacitación estuvo orientada al mejoramiento de aspectos organizativos de los grupos de cosechadoras, ya que aunque trabajan individual o familiarmente, no cuentan con una constitución legal que permita lograr acuerdos para obtener mejores precios, gestionar apoyos, procurar mejores condiciones para la cosecha, el procesamiento, el secado, la extracción de los aceites esenciales o el cultivo del orégano.
"Normalmente es un conjunto de mujeres cosechadoras que van al monte, bajan las hojas de orégano, las secan y las venden a un acopiador, que suele ser un comprador de empresas agroindustriales dedicadas a procesar alimentos, por lo que hay una ganancia muy dispareja. Por tanto, uno de los aspectos que hemos trabajado es que ellas lo puedan vender de manera directa en mercados más pequeños pero que tienen interés en productos orgánicos, de comercio justo, etcétera".
El proyecto se centra en dos grandes ejes. El primero corresponde a una serie de talleres orientados a mejorar el aspecto de la organización, y el segundo a una serie de talleres de capacitación para el cultivo de orégano.
"El orégano en el monte solo tiene hojas en la época de lluvias, pero las produce todo el año cuando está bajo riego, por lo que planteamos talleres de capacitación para el cultivo de esta especie, sobre un esquema de cultivo orgánico, sin el uso de fertilizantes ni pesticidas. Afortunadamente, el orégano es bastante resistente y requiere poco riego, además de que tiene pocos enemigos naturales", apuntó.
Como producto de la interacción con el grupo de cosechadores y comunidades, el CICY estableció una parcela de cultivo demostrativa, con el fin de mostrar cómo es la técnica de cultivo de esta especie. Asimismo, se instaló una pequeña palapa para procurar un poco de sombra en el terreno y para ampliar el sistema de riego de la misma zona.
El proyecto cuenta también con la participación de estudiantes de posgrado del CICY. Gabriel Cid trabaja de tiempo completo en la institución y ha colaborado ampliamente en el proyecto de orégano facilitando la interacción con las comunidades gracias a su conocimiento de la lengua maya. Irina Llamas Torres realizó su maestría en torno a la cosecha de orégano con las mujeres de la comisaría de Nohuayum y colabora en diversas actividades del proyecto de Gobernanza de la biodiversidad.
Elaboración de productos
De acuerdo con Llamas Torres, una de las propuestas que ha causado mayor interés entre las mujeres cosechadoras es la elaboración de productos a partir del orégano y otras plantas aromáticas. A partir de una infusión se pueden elaborar jabones o jarabes, y con otras plantas aromáticas se pueden elaborar pomadas y perfumes, entre otros productos que tienen utilidad medicinal, antibacterial y antiinflamatoria.
Las familias que se dedican a la cosecha de orégano están principalmente en los municipios de Tetiz y Kinchil. El grupo está conformado entre ocho y 15 mujeres que participan según su disponibilidad de tiempo de acuerdo con sus compromisos laborales. Los ingresos del orégano todavía no son constantes y tampoco son de grandes cantidades, por lo que muchas de las mujeres tienen que salirse del grupo y conseguir otro trabajo.
"Es un grupo que apenas está comenzando y requiere de más capacitación para coordinar mejor el trabajo y lograr un compromiso total de los participantes que permita que en un futuro sean ellos quienes tengan acceso a los apoyos gubernamentales para comunidades indígenas y adquirir los insumos necesarios para generar sus productos", señaló Llamas Torres.
Gobernanza de la biodiversidad
Según Luz María Calvo Irabién, el término gobernanza se refiere a todos aquellos mecanismos que permiten a los seres humanos que interactúan con la naturaleza y que se apropian de sus recursos, generar acuerdos, normas de uso y costumbres para tener un mejor aprovechamiento de estos.
"En el caso de las comunidades rurales e indígenas y los núcleos ejidatarios, la propiedad de los recursos es una propiedad común, no hay un solo dueño sino que son un conjunto de personas que deciden cómo se utilizan los recursos que crecen en esos territorios, por lo que es importante proveer de herramientas que permitan mejorar esta organización", apuntó.
Cuando se habla de gobernanza de la biodiversidad, se hace referencia a un universo de interacciones, normas y reglas que cambian de lugar a lugar, que dependen de la historia y del grupo humano al que uno se esté refiriendo. En las comunidades, estas normas pueden ser explícitas o estar implícitas en los comportamientos culturales y en las actividades cotidianas que diariamente permiten decidir los procesos de acceso, regulación y beneficios derivados del uso de la biodiversidad. Aunado a esto, a pesar del papel preponderante que juegan las mujeres de comunidades rurales en el manejo, gestión y conservación de la biodiversidad, la información al respecto es muy limitada, especialmente en América Latina.
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